El presidente de Paraguay pide perdón por sus escándalos sexuales, pero descarta dimitir

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha pedido perdón públicamente por los escándalos sexuales que se han destapado en las últimas semanas, en los que se le atribuyen varias relaciones con mujeres e hijos ilegítimos, aunque ha descartado cualquier posibilidad de abandonar su cargo.

"Esta administración no sufrirá ninguna interrupción hasta el 12 de agosto de 2013", cuando acaba su mandato, ha señalado Lugo, ex obispo de la región de San Pedro, en una conferencia de prensa celebrada en el palacio presidencial en Asunción.

"No era mi intención ofender a nadie y si alguien se ha sentido incómodo o herido, no me importa pedir perdón, reconociendo haber faltado a la Iglesia, al país, a los ciudadanos, a quienes han confiado en mí", ha subrayado.

"Soy humano y por eso nada humano me es ajeno", ha concluido el presidente paraguayo, que no está casado.

Popularidad a la baja

Lugo, de 57 años, reconoció el 13 de abril la paternidad de un niño de dos años, concebido cuando aún estaba ordenado sacerdote. Otras dos mujeres han asegurado, desde entonces, haber tenido hijos nacidos de relaciones con el presidente del país.

El asunto se ha convertido en un escándalo para un país donde el 90% de la población es católica. Varios responsables de la oposición han pedido la dimisión del jefe de Estado, cuya popularidad se ha hundido solo un año después de su victoria electoral, que puso fin a 61 años de gobiernos de derechas.

"Deberán esperar, para conseguir la presidencia, a una victoria legítima en una elecciones libres, como hemos hecho nosotros", ha dicho Lugo, que ha criticado a quienes "tejen su telas de araña y sus intrigas", al tiempo que aseguraba que no escondería la "verdad".

En cualquier caso, el vicepresidente y líder del partido coaligado con el de Lugo, Federico Franco, se ha declarado ya dispuesto a asumir la presidencia si el jefe de Estado dimite, aunque ha rechazado llevar a cabo "un juicio político".