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EE.UU refuerza con 17.000 soldados sus efectivos en Afganistán

  • Obama ha firmado la orden este mismo martes
  • Justifica el envío de más tropas para estabilizar una situación que se está deteriorando
  • El general al mando de las tropas de la OTAN en Afganistán había pedido 20.000 soldados
  • El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, cuestionado por sus aliados occidentales
  • La insurgencia talibán y el tráfico de opio minan la democracia en el país

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha aprobado el envío de 17.000 soldados más a Afganistán. La decisión fue comunicada al Pentágono ayer lunes y la orden se ha firmado este mismo martes, según ha precisado el secretario de Prensa, Robert Gibbs. También ha añadido que Obama justifica el envío porque "es necesario para estabilizar la situación en el país, que no ha recibido la atención estratégica, dirección y recursos que requiere urgentemente".

Estos efectivos se añaden a los 38.000 soldados que están en la zona, según informa Reuters. El general David McKiernan, jefe de la tropas de la OTAN en Afganistán, había pedido un refuerzo de al menos 20.000 soldados. McKiernan considera necesarias más fuerzas de combate y tropas de apoyo, como tripulaciones de helicópteros, para atajar la insurgencia talibán. 

El secretario de Defensa, Robert Gates, anunció en su primera comparecencia que EE.UU iba a duplicar sus efectivos en Afganistán y que enviaría dos brigadas al final de la primavera y otra más en verano. Justo la época en que el tiempo permite las operaciones militares que además, en esta ocasión, coincide con las retrasadas elecciones presidenciales, previstas para el mes de agosto.

Insurgencia al alza y un gobierno cuestionado por Occidente

El último informe del Consejo Internacional de Seguridad y Desarrollo, ICOS, señalaba que los talibanes han incrementado su poder considerablemente en el último año y tienen ya presencia permanente en un 72% de Afganistán. Además, la zona limítrofe de Pakistán se ha convertido en un refugio para los insurgentes, desde donde lanzan ataques contras las tropas de la OTAN y objetivos civiles en Afganistán. 

EE.UU lleva meses atacando estos santuarios mediante el uso de aviones controlados a distancia, los famosos drones, e incursiones relámpago. Los ataques han provocado un incremento de la tensión con el gobierno pakistaní, que en ningún caso ha autorizado las operaciones en su territorio pero que se ve impotente para acabar con los talibanes.

Al deterioro de la situación militar, se une que el gobierno afgano de Hamid Karzai está cada vez más cuestionado por sus socios occidentales. El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, abandonó el año pasado una cena oficial con Karzai tras reprocharle el incremento de la corrupción y el tráfico de opio y no obtener medidas concretas de su anfitrión. 

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha calificado Afganistán como narco-estado. Y el enviado especial a la zona, Richard Holbrooke, ha señalado que la corrupción, masiva y oficialmente alentada, es uno de los principales problemas. En cualquier caso, no se espera una decisión hasta la cumbre de la OTAN el próximo mes de abril.

El contingente español, integrado por 778 efectivos en la misión ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad de Naciones Unidas), tiene su base principal de operaciones en Herat. A tenor de las palabras de Joe Biden en la pasada cumbre de Munich, Estados Unidos va a pedir más esfuerzos a sus aliados en Afganistán.  

Más complicaciones

Karzai, cuyo mandato termina en mayo pero que pretende seguir en el puesto hasta las elecciones, ha contratacado. En la ceremonia de graduación de la primera promoción de cadetes el pasado mes de enero, Karzai exigió aviones y tanques a Estados Unidos. En caso de negativa, se manifestó dispuesto a comprarlos en otra parte: Rusia.

Y Rusia ha dado un giro de 180 grados en su apoyo a la Alianza Atlántica. Aunque sea de forma indirecta. El vecino estado de Kyrgystánha anunciado su intención de cerrar la base americana de Manas al tiempo que Moscú se ha ofrecido a permitir el paso de suministros de la OTAN a través de su territorio.