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Decenas de palestinos muertos y 30 israelíes heridos en el inicio del ataque terrestre sobre Gaza

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Tanques israelíes invaden Gaza

Decenas de palestinos han muerto y al menos 30 soldados israelíes han resultado heridos en los primeros enfrentamientos registrados esta noche entre milicianos de Hamás y el Ejército hebreo tras la invasión de Gaza por columnas de tanques y tropas del Ejército del Estado judio.

Son los datos que ha ofrecido Israel, que ha negado que se hayan producido bajas entre sus filas como asegura el grupo islamista, que ha anunciado que ha capturado a dos soldados israelíes durante los combates, que ya han llegado a las afueras de la ciudad de Gaza.

El ejército israelí ha informado que de los 30 militares heridos, dos -un oficial y un soldado- están muy graves, mientras que las fuentes médicas palestinas sólo han confirmado la muerte ocho palestinos, de los que cinco serían milicianos. 

Las ambulancias regresan de vacío a los hospitales cuando van a las zonas afectadas a por heridos porque las carreteras están dañadas por los ataques.

Hamás asegura que ha matado a nueve soldados

Hamás ha afirmado que nueve soldados israelíes han muerto y ha informado de que ha captura a dos soldados israelíes duratne los combates.

Un portavoz del ejército ha desmentido categóricamente que algún soldado israelí haya muerto en la operación y ha subrayado que han herido o matado decenas de milicianos palestinos.

Además, ha desvelado que el número de cohetes disparados contra Israel ha caído tras el comienzo de la operación terrestre. 

La incursión se inició a las 21.30 hora local (20:30 hora española), cuando con el apoyo de cazabombarderos entraron en la Franja cientos de tanques y cientos de soldados israelíes que desde el lunes cercaban este territorio palestino en lo que parecía anunciar la invasión.

Poco después los carros de combate tomaron posiciones en el norte, este y noreste de la línea divisoria, y abrieron fuego. 

Según han informado testigos a la agencia AFP, los soldados han llegado a las puertas de la ciudad de Gaza, a varios kilómetros de la frontera con Israel.

Los blindados y las unidades de infantería han llegado a la antigua población de Netzarim, a tres kilómetros de la principal ciudad del territorio palestino.

Huída despavorida

El cooperante español Alberto Arce, que se encontraba en la sede de la Media Luna Roja del campamento de refugiados Yebalia, ha relatado que la incursión causó el pánico en el área, donde muchos habitantes abandonaron sus viviendas y huyeron despavoridos.

"La gente corrió hacia la avenida de Salahedin -la principal del campamento- cargada con mantas y bolsas de plástico", explicó.

Arce ha confirmado que los conductores de las ambulancias han confirmado que junto a los aviones F-16 y los bombardeos desde barcos en el mar estaban disparando también desde tanques y con artillería terrestre.

A partir de ese momento, "muchas ambulancias que salían a atender heridos empezaron a regresar de vacío porque los misiles han hecho agujeros inmensos en las calles que no les permiten avanzar", ha detallado.

Consigna: no entrar en núcleos urbanos

Según otros testigos, los enfrentamientos más duros se han producido en los alrededores de las localidades de Beit Hanoun y Beit Lahiya, en los que se apostaron los tanques antes de disparar a edificios de Hamás y grupos de milicianos que les hicieron frente.

Varios incendios se declararon en el área, donde a primera hora de la madrugada los carros de combate permanecían en sus posiciones sin penetrar en los núcleos urbanos en lo que parece una táctica de ir "paso a paso" que les llevará tiempo para cumplir sus objetivos.

Por su parte, Hamás ha advertido a Israel de que "pagará un duro precio" por el ataque y que Gaza "será un cementerio para el ejército israelí".

La invasión "durará varios días"

La incursión israelí en territorio palestino ha comenzado este sábado después de una semana de bombardeos en los que han muerto 441 personas y cerca de 2.300 han resultado heridas.  

Israel insiste en que el objetivo de este ataque y de los anteriores bombardeos desde el aire y desde el mar tienen como objetivo controlar las zonas utilizadas por Hamás para disparar cohetes contra Israel.

"Vamos a tomar alguna de las zonas de lanzamiento utilizadas por Hamas", ha asegurado el portavoz militar, Avital Leibovitch. Además, Israel ha anunciado la movilización de decenas de miles de reservistas como parte de esta incursión terrestre en Gaza.

Así lo ha asegurado la oficina del Primer Ministro Ehud Olmert. La decisión se adoptó este viernes con el fin de disponer de una cantidad suficiente de reservistas ya que, según un portavoz militar israelí la ofensiva "durará varios días".

Advertencias a Hezbolá

Por otro lado, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, ha asegurado que Israel está preparado para cualquier "eventualidad" en su frontera con el Líbano. Barak ha querido así lanzar una adevertencia al movimiento a Hezbolá. 

El movimiento islámico libanés ya ha respondido. Según informa el diario isralí HaaretzHezbolá ha animado a Hamás a "matar tantos soldados israelíes como pueda".  

Gran despliegue de fuerzas

Según el diario israelí Haaretzun gran número de fuerzas están tomando parte en esta segunda fase de la operación, incluyendo infantería, tanques, unidades de ingeniería, artillería e inteligencia. Cuentan además con el apoyo de la fuerza aérea de Israel, la marina, el servicio de seguridad Shin Bet y otras fuerzas de seguridad.

La ofensiva terrestre se ha producido horas después de que la artillería israelí bombardeara con tanques diversos puntos de la frontera. 

Los disparos de los tanques israelíes comenzaron hacia las 15:30 horas contra diversas posiciones del norte de Gaza, área que los milicianos palestinos suelen utilizar para lanzar cohetes sobre territorio israelí. También la zona de Khan Yunis, en el sur, se ha visto afectada.

Los tanques han disparado desde Israel, a unos 500 metros de la frontera con la franja palestina, donde en los últimos días se han concentrado cientos de estos vehículos militares. 

Primer ataque terrestre

Ésta es el primer ataque de artillería de Israel desde que el pasado 27 de diciembre comenzara su ofensiva por mar y aire contra Hamás. Durante este sábado se había reanudado la ofensiva aérea israelí, que se ha centrado de manera más cruenta en el centro y el norte de la Franja de Gaza

Según Hamás, siete personas han muerto -entre ellas un niño- y al menos 50 han resultado heridas tras el bombardeo de una mezquita en la ciudad de Beit Lahiya. 

Helicópteros Apache israelíes han lanzado al menos tres bombas sobre la mezquita más grande de esta ciudad del norte de Gaza. El caos es tal que las ambulancias no pueden entrar en la zona para evacuar a los heridos.

Las milicias palestinas también han segudo lanzando cohetes Grad y Kasam hacia territorio israelí, lo que ha provocado dos heridos leves por metralla. 

Al menos desde el inicio de los ataques contra Hamás. Entre los fallecidos hay 75 niños y 37 mujeres y al menos el 40% de los heridos son civiles.

Crisis hospitalaria

La inesperada ofensiva israelí ha provocado una importante crisis hospitalaria en el territorio palestino. El caso más evidente es el del centro médico de Shifa, el de mayor capacidad de este territorio.

Médicos y voluntarios prestan los primeros auxilios a cientos de heridos tumbados en el suelo del hospital. "En los primeros minutos de los ataques vinieron al hospital más de 500 enfermos y en las siguientes horas esa cifra aumentó drásticamente, superando con mucho nuestra capacidad de 585 camas", ha afirmado a Efe el portavoz del centro, Raedl al Arini.

Más de la mitad de los fallecidos perecieron en los dos primeros días de la ofensiva, cuando la aviación israelí lanzó decenas de ataques simultáneos contra edificios de la policía y las fuerzas de seguridad de Hamás en Gaza.

Los centros médicos se vieron desbordados y tuvieron que pedir a los familiares que recogieran cuanto antes a sus muertos porque no tenían suficientes cámaras refrigeradoras para conservar los cadáveres.

La mayoría de los primeros muertos fueron policías de Hamás, pero en los días siguientes las bombas israelíes también alcanzaron mezquitas, centros educativos y viviendas de milicianos o miembros de Hamás, incrementando el número de civiles afectados.