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Así es el escudo antimisiles con el que EE.UU. quiere defenderse de Irán y Corea del Norte

  • En Polonia habrá misiles interceptadores a los que guiará un radar en Chequia 
  • Las instalaciones europeas del escudo costarán a EE.UU. 2.300 millones de euros
  • En Alaska y California ya hay un 'paraguas' antimisiles contra Corea del Norte
  • Aunque el Pentágono insiste en que el sistema es seguro, hay voces críticas
  • El Centro para la Información de Defensa dice que no se ha probado lo suficiente

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El acuerdo firmado este miércoles por la secretaria de Estado norteamericana y el presidente de Polonia para desplegar un escudo antimisiles en suelo polaco es un paso más en el plan mundial de Estados Unidos para protegerse de eventuales ataques con misiles de largo alcance provenientes de los países del llamado "Eje del mal".

Como argumeno para la instalación de estas bases, la Agencia para la Defensa Antimisiles del Pentágono asegura que Irán podría llegar a desarrollar -en el año 2015- misiles de largo alcance capaces de caer en Estados Unidos.

10 lanzaderas en Polonia

EE.UU. instalará en el norte de Polonia diez lanzaderas de misiles interceptadotes de largo alcance que estarán listas en 2012 y con los que se frenarían ataques lanzados desde Irán y todo Oriente Medio. Estos interceptadores encontrarán sus objetivos gracias a un radar, que se va a instalar en la República Checa tal y como ambos gobiernos acordaron el 8 de julio pasado.

Los misiles interceptadores tendrán un alcance de 3.000 kilómetros y se guardarán en unos almacenes subterráneos que se empezarán a construir en 2009.

Las instalaciones de Polonia y Chequia constarán 3.500 millones de dólares (unos 2.300 millones de euros) y funcionarán mediante una tecnología denominada "golpear para matar". Ésta consiste en una serie de sensores y radares que detectarían misiles enemigos en vuelo y que podrían guiar a dispositivos propios para destruirlos.

Las instalaciones en Polonia y Chequia vienen a completar un sistema mundial que en parte ya está puesto en marcha. Y es que en 2004, EE.UU. instaló otro "paraguas antimisiles" mediante bases en Alaska y California para protegerse de potenciales ataques de Corea del Norte.

El interceptador, que no usaría explosivos, funcionaría como una bala que intercepta a otra bala.

Según la Agencia para la Defensa ante Misiles del Pentágono esta tecnología es de fiar y no entraña riesgos. Sin embargo, voces críticas, como el Centro para la Información de Defensa (Centre for Defense Information), aseguran que esas evidencia de efectividad no son fiables, ya que las pruebas se han hecho en situaciones controladas que no se parecen a ataques reales, por lo que se necesitarían, según ellos, más pruebas para evidenciar que el escudo funciona.