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Las claves del Francia - España

Por David Ramos
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No fue un partido demasiado brillante de España, pero sí una prueba de superioridad que, por el bien colectivo, no debería surbirse a la cabeza de nadie. Porque los 'olés' que consumaron la venganza históricaayer en Saint Denis eran contra Francia, y no a favor de España. Esta vez no merecíamos una ovación, sino un reconocimiento. Aún sin trenzar muchas jugadas al primer toque como nos tiene acostumbrados y quizá algo imprecisa en la entrega, 'la Roja' tuvo siempre el partido donde quiso, dando una gran sensación de superioridad ante un rival tan potente como es a priori Francia. Los de Del Bosque supieron sacar la otra cara de los campeones, la de la seriedad, la del saber estar, aguantar con la cabeza fría y dominar sin florituras. La selección supo leer el partido de principio a fin y demostró que no sólo es toque, sino también cabeza. Como dijo Vicente del Bosque al final del encuentro, lo hicieron fácil (y Francia se lo puso más que fácil). Prueba de ello es que la primera y única gran ocasión de los 'blues' llegó en el 79' con un cabezazo al palo de Malouda
Es el tiempo que tardó Francia en descomponerse. Toulalan y Lass habían salido a morder y en los primeros minutos lograron bloquear la elaboración española. Pero fue sólo un espejismo. Un grave despiste defensivo (primero de Escudé, que no corta el balón de Iniesta, y luego tremendo de Evra, que no sigue la jugada) regaló el primer gol a Villa en una buena contra y a Francia se le apagaron las luces. El equipo de Domenech evidenció falta de confianza y debilidad anímica al desorientarse por un simple gol en contra, como si todo su sistema, todo lo entrenado, sólo fuese válido sin el marcador en contra. No tuvieron la más mínima capacidad de reacción y España, para bien y para mal, hizo lo que quiso
En una falta de entendimiento de la defensa francesa, el 'guaje' Villa recoge un pase de Iniesta y bate a Lloris por el palo corto. Definición de libro y van 36 dianas con la elástica nacional
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Fue la mejor noticia del partido. Siempre se ha dicho, y es cierto, que Xavi es la pieza clave de este equipo, pero ayer quedó claro que tiene recambio y de garantías. Y no sólo individulamente, que eso ya estaba claro, sino en cuanto al juego del equipo. Del Bosque dio entrada en su lugar a Cesc y la media funcionó sin problemas. Con el capitán del Arsenal, el equipo pierde un poco de control en la medular y retiene menos la pelota, pero a cambio gana en verticalidad. Cesc necesitaba una oportunidad así para quitarse la presión de la suplencia con España. No es que hiciera un partido de nota, pero estuvo bastante entonado y España hizo su mejor fútbol en el primer tiempo, es decir, con él sobre el campo. Busquets y Xabi Alonso están en un gran momento y parecen inamovibles
Ramos, aunque no estuvo mal, volvió a empeñarse en ser un defensor que hace bicicletas infructuosas y por eso es mejor central que lateral, porque en el centro no se crece y no intenta ser lo que no es. Al menos esta vez su esfuerzo tuvo premio en forma de gol. Recibió un envío diagonal de Xabi Alonso, se la colocó a la izquierda y batió a Lloris con la ayuda de Escudé
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La mayor muestra de grandeza que dio España en Saint Denis vino con el segundo gol. Lo importante no fue el hecho de marcar, sino la inteligencia de mirar al marcador, ver que el descanso estaba próximo y decidir matar el partido en ese momento. Daba la impresión de que era sí o sí. España se lanzó a por el gol con una determinación y un poderío propio del que juega a su antojo. Fue más de un minuto de fútbol total, un 'aquí mando yo' de España en toda regla. El equipo subió en tromba, no culminó y hasta cuatro jugadores acudieron a robar a la frontal para seguir embotellando al rival. 'La Roja' no se encontró el 0-2
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Muy lejos de ser el crack por el que Florentino Pérez está dispuesto a rascarse el bolsillo este verano. Empezó bien, pero se diluyó contagiado por el mal juego de su equipo. Ni Gourcuff ni Henry lograron conectar con él y tampoco estuvo especialmente inspirado cuando encaró a Arbeloa. Terminó desesperado el primer tiempo ante el lateral madridista y se cambió de banda en la segunda mitad, pero con Ramos no le fue mucho mejor. Bajó a recibir y trató de echarse el equipo a las espaldas, pero era una ilusión óptica en medio de la mediocridad. Se aceleraba, no encontraba socios, y terminaba por perder la pelota. Mermado físicamente, acabó seindo sustituido por Malouda a falta de un cuarto de hora para la finalización del encuentro
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La temporada de Álvaro Arbeloa está siendo para enmarcar. Primero en el Real Madrid y ahora en la selección española, se ha ganado a pulso dejar de ser el recambio perfecto para convertirse en una solución de verdad. Ofensivamente no es un prodigio, y menos por la izquierda, pero tiene la virtud de no intentar nunca lo que no sabe hacer. No arriesga cuando no debe, no comete errores, y defiende con rigor donde se le ponga. Es un defensor profesional, un comodín atrás que rara vez pierde la posición. Ante selecciones como Francia, con jugadores de la talla de Ribery en la banda (al que frenó en seco), es un seguro de vida. Capdevilla tiene a favor su pierna zurda y su llegada, pero en los partidos de nivel es cada vez más probable que esa demarcación la ocupe el lateral madrileño
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El público francés explotó contra su equipo. No aguantó el ritmo lento y apático de su capitán, Henry, al que terminó abucheando sin piedad (ver el vídeo de la izquierda), y sentenció una vez más, por si no le había quedado claro, al técnico RaimondDomenech. Durante todo el segundo tiempo se coreó su dimisión sin pausa. El estadio era un clamor y terminó de hacer sangre con unos dolorosos 'olés' al juego de la selección española (ver vídeo de la derecha). Cuanto más escuece en Francia, más se saborea en España
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Iker Casillas igualó anoche a Raúl González y ya sólo tiene a Zubizarreta por delante. 102 partidos con 'la Roja' que celebró dejando su portería a cero, una vez más.'Ganar a un campeón del mundo te da positivismo y confianza', afirmó el capitán de la selección española al término del encuentro. Iker, que no tuvo trabajo en su vuelta a Saint Denis, un estadio que le da suerte (allí ganó su primera Champions ante el Valencia cuando tenía sólo 18 años), pidió humildad al equipo y aseguró que les vino muy bien la derrota ante Estados Unidos en la Copa Confederaciones
La victoria de España es incontestable, pero hay cosas que pulir. La selección cometió dos errores. El primero, menos grave e incluso lógico, fue caer en imprecisiones y dejarse llevar en el segundo tiempo. Vio el partido resuelto y entre tanto cambio se durmió y regaló balones fáciles, propiciando muchas contras. Más preocupantes son los errores infantiles, porque esos te dejan fuera de un Mundial. España tuvo dos jugadas tontas por culpa de la confianza. En la primera, Arbeloa e Iniesta intentaron sacar el balón jugado desde su propia área con 'toquecitos' de cabeza. Ribery se la quitó, se internó en el área y dio el 'pase de la muerte', que no encontró rematador. En la segunda, a Casillas se le hizo de noche con la pelota en los pies y casi pone en bandeja el gol a Anelka. Los regalos, mejor para los cumpleaños
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