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Mundial de Balonmano 2013 | Serbia 20-31 España

España se impone a Serbia en la primera de las cuatro finales (20-31)

  • España se sobrepone a la tarjeta roja de Viran Morros y brilla en defensa
  • Los 'Hispanos' se enfrentarán a Alemania el miércoles a las 19:00h. en cuartos
  • Blog 'Rocas, el Hispano': Ahora empieza el todo por el todo, por Albert Rocas

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España se impone a Serbia con autoridad

Ficha técnica:

20 - Serbia (12+8): Stanic; Nikcevic (2), Toskic (2), Ilic (3,1p), Prodanovic, Vuckovic y Zelenovic (1) -equipo inicial-, Gajic (ps) Vujin (2), Nenadic (4), Dragas, Sesum (3), Stankovic, Marsenic (1), Mitrovic (1) y Krsmancic (1).

31 - España (20+11): Sterbik; Entrerríos (2), Maqueda (2), Tomás (3), Sarmiento (5), Aguinagalde (4) y Rivera (3) -equipo inicial-, Sierra (ps) Cañellas (1), Morros, Rocas (7,1p), Montoro (1), Ruesga, Antonio García, Ariño (1) y Guardiola (2).

La selección española de balonmano se ha clasificado de manera soberbia para los cuartos de final borrando de la pista a toda una subcampeona de Europa como Serbia y eso que no pudo contar con su mejor defensor, Viran Morros, desde el minuto trece.

Era la primera de las cuatro finales que tienen que superar los 'Hispanos' para conseguir el objetivo de ganar el Mundial de Balonmano de España 2013 y eso se notaba en los nervios de los jugadores. El reflejo era el capitán Alberto Entrerríos que a pesar de ser el más veterano lanzó fuera sus dos primeros lanzamientos.

La calma la puso Dani Sarmiento desde la posición de central. El canario supo leer esos primeros ataques y España arrancó por delante en los primeros compases gracias a su batuta.

La acción determinante llegó en el minuto 13 cuando los colegiados checos Horacek y Novotny mostraron la cartulina roja a Viran Morros en una acción más que discutida. Se quedaba fuera del partido el pilar de la defensa de los 'Hispanos' en la que se cimenta el juego.

El equipo español y el público que iba llenando poco a poco el pabellón zaragozano Príncipe Felipe no encajó el golpe nada bien como es lógico y el enfado fue mayúsculo. Afortunadamente la reacción de España fue como la de un gato panza arriba. Enrabietados, los chicos de Valero apretaron los dientes en defensa y consiguieron dos robos de manera consecutiva que colocaron el marcador a su favor 4-7.

Fue paradójico pero España empezó a jugar su mejor balonmano en lo que va de Mundial desde la sanción al mejor defensor del panorama mundial. Hombres como Gedeón Guardiola, Joan Cañellas o Jorge Maqueda se aliaron para convertir la defensa hispana en un muro en el que solo encontraba huecos esporádicamente el cañonero serbio Nenadic.

En el ataque España todavía hilaba mejor. Si no era a la contra con algunos de los extremos era en el ataque estático de la mano de Julen Aginagalde y, sobre todo, gracias a Dani Sarmiento (5 goles en la primera mitad).

El marcador al final de los primeros treinta minutos lo decía todo, 12-20, gracias en gran medida a los 15 robos en defensa conseguidos durante toda la primera mitad.

España no entró en el juego desestabilizador de los Serbios

En vendaval español no lo pudo calmar ni el descanso ni el comenzar la segunda mitad en inferioridad. Fue por eso por lo que Serbia tuvo que recurrir a una táctica no tan vistosa que era la de tratar de desestabilizar al conjunto español llevando la defensa al límite y sin escatimar en provocaciones.

"No entréis en su juego" repetían Valero Rivera y sus ayudantes desde la banda y España conseguía pasar el ecuador de la segunda mitad manteniendo la ventaja (16-23) a pesar de que en ataque no llegaban los goles como en la primera mitad.

El atasco lo solucionó Albert Rocas con tres goles consecutivos que otorgaron a España una ventaja de nueve goles: 17-26. El extremo catalán superó en este partido de octavos la mágica cifra de 500 goles con la selección española (acumula ya 506 en total).

La sentencia del partido fue la cartulina roja para el serbio Mijajlo Marsenic por alcanzar con sus brazos el rostro de Ángel Montoro a falta de nueve minutos para la conclusión.

La diferencia en el marcador de ahí hasta el final del partido no hizo otra cosa que crecer para acabar siendo de 11 goles: 20-31. Tanteador impropio de unos octavos de final de un Mundial.

Ahora la siguiente piedra en el camino es la sorprendente selección de Alemania que ha sido capaz de derrotar a la todopoderosa Francia y al mismo tiempo caer frente a Túnez. El vencedor se las verá en semifinales con el vencedor del Rusia-Eslovenia.