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La fórmula Mourinho vuelve a fracasar ante el Barcelona

  • Quinta victoria del Barcelona sobre el Real Madrid en los últimos nueve 'clásicos'
  • El planteamiento táctico de Mourinho tuvo otra vez resultado negativo
  • Los blancos dejan la iniciativa al rival, que remonta por segunda vez consecutiva
  • Las claves del Real Madrid - Barcelona, por David Ramos

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El Real Madrid se atraganta con el Barcelona

Ni 4-3-3, ni 4-3-2-1, ni que fuera un 11-11-11... José Mourinho tendrá que buscar un "plan J" tras los nueve encuentros disputados contra el Barcelona en los últimos 13 meses. El enésimo ensayo táctico del técnico del Real Madrid volvió a producir un resultado negativo para su equipo. Ahora fue en la Copa del Rey. [Crónica del partido Real Madrid- Barcelona]

Un equipo empequeñecido

El portugués puso en práctica un método que ya apuntó, también sin resultado, en la Liga de Campeones del año pasado. Intentó sorprender con una alineación revolucionaria, pero a la hora de la verdad la evidencia fue que el Real Madrid volvió a ser un equipo empequeñecido ante el eterno rival. Fue más un problema de actitud que de nombres.

Buscó tener el control defensivo, marcar primero, jugar al contragolpe, dejar pasar el tiempo y que el rival tuviera que abrirse para tener más espacios. Sin embargo, el Barça lo anuló todo una vez más.

A toro pasado, es facil sacar punta a la presencia de Altintop, casi de estreno en el equipo; a la de Carvalho, que estaba ausente desde septiembre; o a la presencia de siete jugadores de corte defensivo. Sobre el terreno, el "plan I" (el octavo empleado por Mourinho en ocho partidos), resultó ser un fiasco.

Los locales dejaron el terreno y la iniciativa a un Barça, que no realizó un buen primer tiempo. Y con todo, los azulgrana acumularon tres claras ocasiones de gol, que no compensaron el tanto de Cristiano.

Asumió el Real Madrid un papel de equipo inferior, a pesar de ir ganando. Pretendió jugar al estilo Inter de Milan y, como ocurrió en Liga, abandonó su personalidad. Esa que le hace ser líder de la competición, con 63 goles a favor. Pero eso se le olvidó al equipo blanco en su nueva confrontación con Messi y compañía.

Desde 2008, el Real Madrid no mantenía una ventaja sobre el Barça en los primeros 45 minutos. Y eso, a pesar del tiro de Alexis al poste, o las dos buenas paradas de Casillas, a remates de Iniesta y Messi.

Jugando como visitantes en feudo propio, los del Real Madrid no capitalizaron esa ventaja. Con un conjunto de contención plena, no lograron impedir que Xavi diera su octava asistencia en un clásico; o que Messi le diera su novena asistencia a Abidal. El francés, logró su segundo gol como azulgrana y el cuarto de su carrera.

Una nueva remontada

Con muchos más recursos, con capacidad para dominar todos los registros del fútbol, con y sin balón, los de Guardiola sí supieron aprovechar el complejo de inferioridad madridista. El Barcelona consiguió su segunda remontada consecutiva en el estadio Santiago Bernabéu.

Salvo en el gol, resistieron y anularon el contragolpe blanco; intercambiaron sus posiciones con acierto y el Barça se cebó por la zona de Altintop, por donde encontró el punto de debil del rival. En esa zona, Iniesta jugó como extremo y llevó un peligro tremendo.

Messi jugó su partido oficial 300 como azulgrana. Pero los espartanos parecieron los del Real Madrid. Los 11 atrás, incluso un trío como Cristiano, Higuaín y Benzema, careció de balones con posibilidades para demostrar sus cualidades ofensivas.

Como en el ejército, a Altintop y a Carvalho el valor se les supone, pero un 'clásico' requiere algo más. Que ellos pondrían toda su capacidad de trabajo estaba fuera de duda. Como cualquiera que saliera. Lo que pasa es que si planteas un partido defensivo, vas ganando y te meten un gol a balón parado ¿cuál es el plan?

Como bien dijo Mourinho en la rueda de prensa: "la derrota solo tiene un padre, que soy yo". Tendrá que ser el portugués quién siga rebuscando en su libreta para encontrar la fórmula magistral que derrote al Barça.