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Se busca sucesor que cambie la suerte del 8

  • El dorsal 8, ha cambiado la suerte de algunas estrellas madridistas
  • Míchel, triunfador de la 'quinta del Buitre', es la excepción del número 8
  • El último en sufrir la 'maldición' del dorsal par ha sido el brasileño Kaká

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Kaká el día de su presentación madridista portando el dorsal 8.
Kaká el día de su presentación madridista portando el dorsal 8.

Según la numerología, el ocho está ligado a características como la inteligencia, la agilidad mental, la sensibilidad, la ambición, la buena disposición y la capacidad de adaptación. 

El dorsal ocho en el equipo madridista tiene historia puesto que los jugadores que lo han portado han visto que su suerte en el equipo ha dado un vuelco de 360 grados. Jugadores importantes vieron como de ser protagonistas pasaron a suplentes y de jugar minutos a calentar el banquillo.

El último en sufrir la 'maldición' del dorsal 8 ha sido el brasileño Kaká que ha visto que sus triunfos se han visto mermados por lesiones, minutos escasos en el equipo y por no contar en los planes actuales de Mourinho.

Míchel, la excepción del dorsal 8

Desde la retirada de Amancio varios jugadores lucieron el número ocho, pero ninguno de ellos dejó la misma huella que Míchel.

En su última temporada con el Madrid, Míchel hizo suyo el número que le hizo grande en la 'quinta del Buitre' y le convirtió en uno de los mejores jugadores de la historia del Madrid.

Con la 'quinta del Buitre' el Real Madrid fue uno de los mejores equipos de España y Europa durante la segunda mitad de los 80, ganando entre otras cosas dos Copas de la UEFA y cinco campeonatos de Liga consecutivos. El madridista abandonó la casa blanca en 1996 para jugar en el Atlético Celaya y la banda derecha tardará muchos años en volver a ser cubierta por un jugador de talla similar.

Las estrellas madridistas lo sufrieron

En el año 1996,  Mijatovic formó parte de la larga lista de peticiones de Fabio Capello y cuando llegó a las filas del Madrid portó el dorsal 8. A pesar de haber sido un jugador importantísimo en la plantilla blanca y que será recordado por marcar el gol histórico de la Séptima.

A los dos años siguientes de su llegada, la crisis económica del club, así como un vestuario enrarecido provocaron su marcha a la Fiorentina en el mercado de invierno 1999/00. Además su costoso fichaje fue el origen de la rivalidad existente entre las aficiones del Valencia y del Real Madrid.

Otro jugador madridista que portó el dorsal par fue el británico McManaman, el inglés recogió el dorsal que estaba libre después de la baja de Mijatovic. A pesar de ser un jugador querido por la afición y tener una notoria actuación en la consecución de la Octava, nunca llegó a ser fijo en las alineaciones de Del Bosque y su técnica no destacó en el equipo.

Fernando Morientes fue conocido por portar el dorsal número 9 en el equipo madridista y ser uno de los jugadores blancos con más experiencia y éxitos, que desarrolló su mejor juego junto a Raúl como pareja de baile.

Sin embargo, tras su paso por la Liga francesa decidió volver al Real Madrid, el club que le había dado tantos éxitos. Cuando regresó a la casa blanca, el brasileño Ronaldo tenía su número en posesión y tuvo que buscarse otro número para lucir en su espalda, el 8.

Su suerte cambió, Morientes no contó en absoluto para Mariano García Remón, pasando a calentar el banquillo hasta que fue traspasado al Liverpool en el mercado de invierno.

Baptista, Emerson y Gago también lo llevaron

Después de que Morientes se marchara en el invierno de 2006, el dorsal número 8 quedó libre y nadie se decidió a vestirlo en la plantilla del Madrid, con lo que pudo ser elegido con total libertad por el brasileño Julio Baptista, una de las grandes revelaciones en las dos últimas temporadas de las filas del Sevilla.

Baptista llegó al Madrid con Luxemburgo como entrenador, y fue forzado a jugar en una posición en la que no había actuado jamás, la de interior izquierdo, y en la que no podía desarrollar su mejor juego.

El brasileño no completó un buen año, ya que apenas jugó un par de partidos en su posición natural. Finalmente se marchó cedido al Arsenal sin rentabilizar ni un euro de los 20 millones que le costó al Madrid.

El brasileño Emerson fue otra de las peticiones de Fabio Capello en su segunda etapa al frente del banquillo del Real Madrid.

Se convirtió en uno de los grandes errores en cuanto a política de fichajes del Madrid en los últimos años. Lento, bajo de forma, pesado y desmotivado, parecía más un veterano rodeado de profesionales que otra cosa. Duró un año en el Madrid y se marchó al Milán.

Fernando Gago cambió el 16 que había llevado meses por el 8 que dejó libre Emerson tras su marcha del conjunto blanco. El argentino mantuvo ese dorsal durante las dos temporadas siguientes, coincidiendo con la época en la que más minutos acumuló con la camiseta blanca.

No obstante, con el cambio de entrenador y con la llegada de Lass perdió protagonismo. Desplazado del once del equipo pasó a ser un actor secundario y no tuvo minutos, de la mano de Juande Ramos.

Kaká, el eterno lesionado

Al finalizar la temporada 2008/09, Gago decidió volver a cambiar su número eligiendo el 5, con lo que el 8 quedaba libre para que fuera portado por uno de los fichajes más esperados por el madridismo, Kaká. 

El Balón de Oro llegó de la mano de Florentino Pérez con un palmarés increíble y con un proyecto de futuro esperanzador para la casa blanca. Levantó la Copa de Europa con el Milán y por él se pagó la friolera de 65 millones de euros al equipo italiano.

No obstante, el dorsal 8 también está haciendo mecha en el jugador brasileño, el cual después de dos temporadas en el conjunto merengue ha ofrecido un rendimiento muy bajo y ha estado castigado por múltiples lesiones. 

Mientras el nombre de Kaká sigue estando en el disparadero para   abandonar el Real Madrid, el jugador brasileño sigue portando el dorsal   número 8 en la casa madridista y Míchel busca un sucesor que cambie la suerte del número que tantos triunfos le ha dado en su carrera.