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La crisis, invitada al primer clásico

  • Los aledaños del Bernabéu se llenan de aficionados sin entradas
  • El botellón en las calles adyacentes deja casi vacíos los bares
  • Los tenderos se quejan de que se vende la tercera parte

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Amigos y rivales a las puertas del estadio Santiago Bernabéu.
Amigos y rivales a las puertas del estadio Santiago Bernabéu.

Lo mejor que tiene un partido entre el Real Madrid y el FC Barcelona es que la gente aparca momentáneamente sus problemas, o no. Los aledaños del Santiago Bernabéu, unas horas antes de que de comienzo el primero de los cuatro clásicos que van a disputar los eternos rivales, son fiel reflejo de la crisis.

Muchos, muchísimos curiosos, pero pocos con entradas, a pesar de que el estadio colgará casi seguro el cartel de no hay billetes. "Las entradas más baratas cuestan 60 euros y están agotadas", comenta a RTVE.es Sergio, quien ha decidido que verá el partido con unos amigos en un bar cercano al estadio blanco.

Los precios están por las nubes y nos hemos traído la comida y bebida

Ni siquiera los bares están llenos, pero sí que hay multitud de personas con una cerveza en la mano. El botellón parece estar permitido esta tarde en los aledaños del estadio blanco. "Los precios están por las nubes y hemos decidido traernos nuestra propia comida y bebida" nos comenta un grupo de amigos que todavía no ha decidido donde verán el partido.

"Tener un país con casi cinco millones de parados se tiene que notar y vaya si se nota" nos cuenta Carmelo, madridista que afirma que hace años no se hubiera perdido un encuentro como este, pero que "ahora no me lo puedo permitir porque llevo seis meses en paro", razón por la que esta tarde es solo uno más de los centenares de mirones que se han asomado al estadio del Real Madrid,

Eso sí, al margen de la crisis, lo que está claro es que cada uno defiende los colores de su camiseta. "Somos del Madrid a muerte y vamos a ganar los cuatro clásicos", comentan casi al unísono Daniel y Álvaro.

Más dificil lo tienen María Ester y Ana Raquel, dos hermanas de Nicaragua que afirman que "la pelea está casi asegurada tras el partido" ya que cada una es de un equipo".

Los que si lo tienen claro son Ariel y Alex, culés de pura cepa. "Es un sentimiento que no se puede explicar. Vivimos el fútbol con pasión y no podemos vivir sin él."

"Jodidísimo"

"Está jodidísimo. Se nota que la economía está por los suelos" afirma Juan, vendedor de bufandas, camisetas y todo tipo de productos de merchandising.

25 años con su puesto instalado a los pies del coliseo blanco han dado para ver de todo y reconocer que "ahora se vende la tercera parte que antes. La gente mira mucho y compra poco", asegura con voz desconsolada.

Con bufandas de un tejido no apto para personal con dermatitis a 10 euros y camisetas a 40 ya se pueden imaginar cual es el producto estrella de los tenderetes. "Ya no es lo que era. La gente te pide hasta descuentos" relata a RTVE.es Fernando que lleva 30 años trabajando en el mismo puesto.

El 12 de Bronko

Se trata de un Renault 12 que a sus 34 años fue convenientemente tuneado por Luis, su dueño, tras la victoria de España en el Mundial de Sudáfrica. No le falta de nada: banderas, balones, escudos, fotografías ... vamos un pequeño museo con cuatro ruedas.

"Yo soy del Real Madrid, el mejor club del mundo" confiesa Luis enfundado en su apretada camiseta blanca. "Quiero que me firmen el coche todos los jugadores y viajaré a Wembley en mi coche para ver ganar al Madrid la décima".

Por el momento, se conforma con la victoria de los blancos por 2-0 en un partido que reconoce no es muy importante ya que "en la Liga apenas tenemos posibilidades".