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La Corte Suprema de Justicia de Brasil ha ordenado este lunes la prisión domiciliaria del expresidente Jair Bolsonaro por incumplir algunas de las restricciones cautelares que se le habían impuesto ante el riesgo de una fuga y en el marco del juicio que se le adelanta por golpismo. El magistrado Alexandre de Moraes, instructor del proceso contra el líder ultraderechista, ha determinado el régimen de prisión domiciliar para Bolsonaro, a quien también le ha sido prohibido recibir visitas en su residencia, con excepción de la de sus familiares.

FOTO: Mateus Bonomi / AFP

A contrarreloj, la Unión Europea cedió y pactó un acuerdo arancelario con EE.UU. el pasado domingo. Aunque aún falta firmarlo, desde este 1 de agosto los productos europeos que se vendan al país norteamericano tendrán un arancel del 15%, mientras que el acero y el aluminio seguirán con un 50%. “Es el pacto más grande de todos”, decía el presidente estadounidense, Donald Trump, al cerrarlo.

El mandatario estadounidense también ha pactado con Vietnam, Indonesia, Filipinas, Corea del Sur y Japón, que logró mantener sus exportaciones a EE.UU. con un arancel del 15%. Tras anunciarlo, Trump aseguraba que América “volvía a ser rica”. En total, Estados Unidos ha logrado pactos con solo 7 de los 185 países que amenazó.

Algunos, como India o China, siguen negociando. Otro caso es el Brasil, al que por desacuerdo político Trump le ha impuesto un arancel general del 50%. El presidente ha justificado la acción por la supuesta “caza de brujas” que el Estado latinoamericano ha promovido contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro.

Foto: GETTY

El Consejo Indigenista Misionero de Brasil ha publicado su informe anual Violencia contra los pueblos indígenas de Brasil que constata que 2024 fue un año marcado por los conflictos y la violencia contra los indígenas. Hablamos con Luis Ventura, secretario ejecutivo del CIMI.

En una América en la que la extrema derecha ha ido ganando terreno y en medio de la guerra comercial global declarada por Donald Trump, el presidente chileno ha reunido a sus homólogos progresistas de España, Brasil, Colombia y Uruguay. Lo ha hecho en una cumbre con un objetivo claro: "Remarcar la esperanza, ofrecer una alternativa a esas visiones del mundo".

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha defendido junto a los principales líderes de izquierda latinoamericanos un frente progresista por la democracia ante "la internacional del odio" de la ultraderecha. "Preservar la democracia es una tarea política que trasciende las urnas y los votos", ha expresado durante su discurso desde el Palacio de la Moneda en Chile.

Foto: EFE/Borja Puig de la Bellacasa

440 millones de personas viven gobernadas por la izquierda en América Latina. Es la llamada segunda 'Marea rosa'. La primera, de hace 15 años, incluía a Argentina, y en Estados Unidos gobernaba el demócrata Barack Obama.

Aunque los tiempos han cambiado: ahora en Washington manda Donald Trump y en Buenos Aires, Javier Milei. Es la ulltraderecha, y no la derecha convencional, la principal amenaza de los gobiernos progresistas que en 2026 irán a las urnas.

La mayor pieza es Brasil, donde Luiz Inácio Lula da Silva gobierna en minoría con la oposición frontal de Jair Bolsonaro, que tiene el apoyo de Trump. En Colombia, la izquierda de Gustavo Petro todavía no tiene candidato. El presidente tiene dos banderas: lucha contra la desigualdad y ruptura de relaciones con Israel por la guerra de Gaza, lo que solivianta a los sectores más derechistas. En Chile, Gabriel Boric no puede ser reelegido presidente y su coalición ha elegido a la comunista Jeanette Jara como sucesora. Su rival más fuerte es el ultraderechista José Antonio Kast, que usa su amistad con Milei como arma electoral.

FOTO: Rodrigo ARANGUA / AFP

La Corte Suprema de Brasil ha dictado este viernes nuevas medidas cautelares contra el expresidente Jair Bolsonaro, procesado por golpismo, entre ellas el uso de tobillera electrónica y la prohibición de acceder a sus redes sociales, han informado medios locales.

Bolsonaro, al que ya se le ha colocado la tobillera electrónica, ha asegurado que las medidas son "una suprema humillación" y ha reiterado que "jamás" conspiró contra la democracia ni pensó huir del país. Sin embargo, en una entrevista concedida a Reuters, ha confirmado que si tuviera acceso a su pasaporte se reuniría con el presidente de Estados Unidos. Asimismo, ha sostenido que espera que su hijo y diputado Eduardo Bolsonaro solicite la ciudadanía estadounidense en lugar de regresar a Brasil.

El Alto Tribunal también le ha prohibido acercarse a embajadas, comunicarse con diplomáticos extranjeros, así como con otros investigados o procesados en el caso por golpismo, incluido su hijo.

FOTO: Ettore Chiereguini / AP

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue citado ante el juez hace unos meses mientras se recuperaba de una cirugía intestinal, momento que un miembro de su equipo grabó y difundió en redes. Hace unos días compareció ante la Corte Suprema, donde declaró: "La idea de un golpe de Estado nunca se consideró en mi gobierno".

Bolsonaro y otros siete imputados han sido acusados de intentar un golpe de Estado en enero de 2023. El antiguo mandatario aseguró que "fueron 1500 personas, pobres almas que se fueron después del caos", refiriéndose a los seguidores que asaltaron los poderes en Brasilia tras las elecciones de 2022.

Ha reconocido que estudiaron "las posibilidades dentro de la Constitución" y aceptaron los resultados cuando vieron que no podían actuar legalmente. El juicio quedará listo en septiembre y se enfrenta a hasta 40 años de prisión, aunque podrá recurrir.