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En la Bahía de Algeciras, un hombre ha fallecido en un accidente, el choque entre dos embarcaciones neumáticas destinadas al narcotráfico. La investigación sigue abierta para esclarecer el incidente.

Después de cuatro días de agónica búsqueda, el peor de los escenarios se ha confirmado: el Titan se desintegró mientras descendía al pecio del Titanic. Aunque la investigación para esclarecer las causas exactas del accidente no ha hecho más que comenzar, las autoridades ya tienen claro lo más importante: el sumergible sufrió una "implosión catastrófica" que acabó en cuestión de milisegundos con la vida de sus cinco pasajeros.

Una implosión es un proceso físico en el que un objeto se colapsa hacia su propio centro bajo la acción normalmente de fuerzas externas (aunque también pueden ser internas). Básicamente, es lo contrario a una explosión, en la que un objeto se expande y se aleja de su centro.

El capitán de fragata y especialista en rescates submarinos Francisco José López Angosto ha explicado al Canal 24 Horas que una implosión como la que ha sufrido el sumergible Titan es "justo lo contrario a la despresurización de un avión, en la que de repente todo sale de la cabina", y ha puesto un ejemplo muy visual: "Una implosión es como coger una lata vacía de cerveza y estrujarla". "No hay posibilidades de supervivencia, tristemente", ha dejado claro.

Según ha indicado López Angosto, cuando se produce un problema de este tipo es "porque ha habido un fallo estructural o alguno de los orificios que tenían que estar sellados, por la causa que sea, dejan de estar sellados y se produce una filtración, y la diferencia de presión es tan grande, ya que fuera hay 400 atmósferas, que se produce es un aplastamiento instantáneo".