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Tres aviones del Ejército, un dron acuático y hasta un robot submarino: ¿quién pagará la millonaria búsqueda del Titán?

  • En la búsqueda del sumergible que desapareció la semana pasada participaron Canadá, Francia y Estados Unidos
  • Se tardarán meses o años en dilucidar quién tendrá que afrontar cada gasto, según los expertos

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¿Quién pagará la búsqueda del Titán?

Cuando el Titán desapareció hace una semana mientras llevaba a cinco personas hacia los restos del Titanic no se escatimaron medios. Participaron en su rescate hasta tres aviones de transporte del Ejército norteamericano, un dron acuático y un robot submarino. Una búsqueda masiva dirigida por la Guardia Costera estadounidense a la que también se sumaron Canadá y Francia y que ahora ha dejado una factura millonaria por saldar.

Según ha explicado la profesora de la Universidad Europea Carmen Florit a TVE, el desembolso realizado por los tres países dependerá de aspectos como el acuerdo con los seguros que puedan estar implicados, así como con las personas y la propia empresa. "Pero, por supuesto, no es un gasto público que se vaya a quedar sin cobrar", ha insistido.

De momento, los funcionarios estadounidenses no han hablado del coste de la misión, aunque han dejado claro en una rueda de prensa que no cobran por la operación de rescate y que, cuando les llaman, siempre están dispuestos a responder. "No ponemos un precio a la vida humana", han señalado.

Como ha adelantado Florit ante las declaraciones de EE.UU, es posible que alguno de los estados implicados en el operativo de búsqueda renuncie a cobrar su parte. "No me extrañaría que Estados Unidos lo hiciese", ha dicho a TVE.

La responsabilidad, otro factor a tener en cuenta

A falta de conocer la letra pequeña de la poliza, los expertos han señalado otra cosa a tener en cuenta: la responsabilidad.

Cuando una persona acepta realizar una actividad "de cierto riesgo", explica la docente, "está asumiendo parte de la responsabilidad del accidente que pudiera ocurrir".

Y esto sin tener en cuenta las indemnizaciones por las muertes. En cualquier caso, se tardarán meses o años en dilucidar quién tendrá que afrontar cada gasto.