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La ciencia puede explicarlo (casi) todo: dos nuevos libros entre lo empírico y lo trascendente

  • En Una apacible turbulencia el ingeniero aeroespacial Antonio Ayuso comparte su modo de observar el mundo
  • La ilusión del tiempo, de Alberto Casas, sumerge al lector en el presente y futuro de la física cuántica
Página Dos - La belleza oculta de la ciencia, en dos nuevos ensayos
Marta Dominguez | Página Dos

Al ingeniero aeroespacial Antonio Ayuso le interesó la ciencia desde niño. Así lo comparte con Página Dos: «Recuerdo estar por la noche en la cama pensando en el cielo. En el espacio. Volaba hasta el final del universo, y luego me decía que aún había más», cuenta el escritor. Cuando Ayuso fue padre, volvieron las preguntas: ¿Qué partes del universo no conocemos y qué lugar ocupamos en él? ¿En qué se parecen una nave espacial y una piedra que haces saltar sobre el agua? ¿Tiene realmente la ciencia (o un progenitor) respuestas para todo? En el ensayo Una apacible turbulencia (Libros del Asteroide), Ayuso intenta desentrañar la belleza de los misterios científicos, que no necesitan ser resueltos para ser disfrutados.

Empecé con la biografía de Kepler

Como buen investigador y curioso profesional, Antonio Ayuso nunca ha entendido la separación entre ciencias y letras. Así, se interesó enseguida por el espacio a través de los libros, y fue precisamente en ese conocimiento donde encontró la motivación para estudiar ingeniería aeronáutica y dedicar su vida profesional a las misiones espaciales. Ha formado parte de la Agencia Espacial Europea en Holanda, ha trabajado en elementos de la Estación Espacial Internacional desde Italia y ha desarrollado en España equipos para llegar a Marte. Todo ello sin perder de vista la palabra. Despertó su vocación leyendo «la biografía de Kepler, tendría yo catorce o quince años», cuenta Ayuso en Página Dos. «La siguiente fue la de Tycho Brahe, el astrónomo colega de Kepler que murió —dicen— por una infección de orina, al aguantarse el pis en una cena con la realeza en Praga», remata el escritor.

España, puntera en tecnología aeroespacial

La física cuántica y el sentido del tiempo

En su nuevo libro, el físico Alberto Casas se plantea la madre de todas las preguntas científicas: ¿Y si el paso del tiempo fuese una ilusión? Pocos temas han fascinado más a científicos, filósofos e incluso artistas a lo largo de la historia. Siglos después, la física no tiene aún una respuesta definitiva para esta cuestión; de hecho, el debate está más vivo que nunca. La física actual ha revelado propiedades sorprendentes del tiempo, aspectos de su naturaleza que chocan frontalmente con el sentido común.

En La ilusión del tiempo (Ediciones B), el profesor Alberto Casas parte de los trabajos de Newton y Einstein a las películas de Christopher Nolan, pasando por la teoría de la relatividad, la física cuántica y el concepto de entropía. Este recorrido llevará al lector a reflexionar sobre eventos extraordinarios, como el Big Bang; y sobre otros mucho más corrientes, como una piedra que cae en un estanque.

«El tiempo es un hecho tan básico como el espacio y la materia, pero, a diferencia de estos, posee un carácter intangible y misterioso», cuenta Casas. «El espacio y la materia son entes que están ahí, a nuestro alrededor, podemos visualizarlos. Pero el tiempo no está, sino que "fluye". Su característica más sobresaliente es que avanza desde el pasado hacia el futuro, o eso parece», describe el científico en Página Dos.

En estos dos interesantes libros hay muchos interrogantes y una cantidad similar de respuestas abiertas. Quizá al lector le sea útil abordar sus capítulos recordando aquella observación de Heráclito: ninguna persona entra dos veces en el mismo río, porque ni el agua ni la persona serán las mismas. Las teorías físicas nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza del tiempo; el objetivo, que es el que medimos, y el subjetivo, el que sentimos.