Roi Méndez se sube al salón: así fue su gira 'House Tour' casa por casa
Podría ser peor
- Roi repasa en Podría ser peor su gira House Tour, donde ha dado conciertos privados gratuitos en casas de sus seguidores
- Además, explica cómo está siendo la preparación de su próximo single marcado por su nuevo alter ego, R01
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El 13 de julio, en Barcelona, Josefina llenó su salón de sillas. Dos semanas más tarde, el 26, fue Esther quien despejó su terraza en Valencia, puso bebidas frías, algo de picar y mucha emoción. Era el cierre. Fue el broche de oro de una gira que no pasó por teatros, pabellones ni festivales, sino por casas.
Por la suya. Y también por la de Lucía, que abrió cartel el 6 de junio en Santiago de Compostela. Por la de Beatriz, en Zaragoza. Por la de Enzo, en Sevilla. Y por otras cinco viviendas más repartidas por ciudades de todos los puntos del país.
En cada una, las mismas ganas de escuchar cantar en directo a Roi (Santiago de Compostela, 1993). Y, a la vez, en cada una, escenarios muy diferentes.
"Como los conciertos eran gratis, la gente se traía a quien quería: amigos, familia… Pero siempre se formaba un clima muy guay", cuenta en Podría ser peor, con David Asensio, el cerebro y la voz detrás de House tour. "Nadie sabía lo que se iba a encontrar. Yo me presentaba ahí con mi guitarra, con mi micrófono y un altavoz. Hubo de todo", recuerda Roi.
¿El aforo? El que dictaran los metros cuadrados. "En algunos conciertos vinieron varios vecinos e invitados, y otros fueron más íntimos. Un día, por ejemplo, toqué para una madre y dos personas", señala.
¿El telonero? A veces, un primo. A veces, una amiga. A veces, toda la multitud.
¿El escenario? Una estancia casera. La que hubiera y en la que se pudiera. Aunque, preferiblemente, se realizaba en un salón o una terraza —si el calor lo permitía— porque "en la cocina sería raro y en el baño aún más", bromea el ex concursante de Operación Triunfo 2017. Sobre todo, teniendo en cuenta que entre el público había personas que no lo conocían.
Porque sí, House Tour nació como una excusa para reencontrase con sus fans, recuperar sensaciones y combatir la inercia de los procesos musicales. "Como llevaba tanto tiempo sin tocar, y hasta el año que viene no habría gira del nuevo disco, sentía que estaba perdiendo el hábito", reconoce Roi. Y eso no podía ser. "Así que se nos ocurrió ir por las casas de seguidores", añade.
Los de siempre y los nuevos. Los que participaron en el "sorteo de pisos" con la ilusión de presenciar un show de su artista favorito, y los que lo descubrieron ese mismo día sentados en sus sofás, entre la incertidumbre y la curiosidad.
"Mucha gente que venía no sabía quién era", admite el gallego. Y, quizá, esa fuera una de las partes más especiales de su gira. "Me encantó el trabajo de ir ganándomelos poco a poco con cada canción. Además, eran temas nuevos que nadie había escuchado, lo cual hizo más gustosa la experiencia", asegura.
También mucho más provechosa. "Estoy sorprendido con todo lo que me aportó", confiesa. Y es que, una vez superados esos primeros minutos de "incomodidad, nervios y miedo", aparecían siempre los aplausos y las risas. Incluso hasta hubo invitaciones.
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"Estoy haciendo amigos y amigas. Salía de ahí con muchos números de teléfono. Se generaron cosas súper chulas", resalta. "La gente acababa contenta, están muy agradecidos y yo igual".
Una experiencia para repetir
Por eso no duda. A pesar de que House Tour haya terminado, su huella permanece. Y crece. Puede que solo sea el principio. Roi está convencido de que repetirá la gira, porque ahí —en esa cercanía sin filtros— vive algo.
"Me gustaría volver a hacerla. Le veo muchas posibilidades", apunta. Por ejemplo, se testean canciones "de la forma más orgánica posible" y te aporta un feedback más rápido y "mucho más real".
Y así, entre proximidad y realismo, surge la libertad. Aparece R01, la nueva etapa del ex triunfito. Un proyecto "muy compacto a nivel sonoro", que guarda una "estética propia" y tiene una representación por canción en forma de muñeco personalizado, igual que las Barbies. "Está R01 Cómo te va? , R01 Perfecto desastre…", indica.
Con ese alter ego —"más lúdico, más libre, más él", dice— las reglas son otras. Puede experimentar y quebrar moldes sin temor a romperse.
"R01 me da esa libertad que no sabía que necesitaba tanto. Me permite jugar mediante vestuario y mediante rasgos de la personalidad. No se trataba de vivir tanto de rentas del pasado, sino de crear algo nuevo", concluye Roi.
