Alfred García: "Tienes que utilizar al talento y no que el talento te utilice a ti"
- Alfred García presenta en Las tardes de RNE su nuevo disco, T'estimo es te quiero
- El cantautor convierte su tercer álbum en una declaración de amor a la rumba catalana que mezcla con el pop mediterráneo
En 2020, Alfred García (1997, El Prat de Llobregat) decidió bajarse de un tren en plena marcha. Después de la vorágine de su cuarta posición en Operación Triunfo 2017, su paso por Eurovisión 2018 junto a Amaia Romero —"no me gusta verme como un antiguo representante, sino como representante porque nunca dejo de serlo", afirma—, y la publicación de 1016 y 1997, el cantautor catalán hizo un alto en el camino. Optó por la pausa. Quería tomar aire.
"Dije: 'ahí os quedáis', y estuve dos años y pico desaparecido en una masía", recuerda en Las tardes de RNE con Iván Romero e Irene Vaquero. "La industria no perdona la falta de calidad y, si yo no puedo dar lo máximo de mí, no quiero participar. Soy autor cantante, antepongo la calidad de mis canciones", añade.
Así que no, no fue un final, sino un nuevo comienzo. Una parada necesaria para recargar pilas, tanto musical como personalmente. "Parar un tiempo no significa dejar de estar activo. Para mí es vital poder vivir para después contar cosas", reconoce. Se nota. Es justo lo que hace ahora en su tercer álbum: T'estimo es te quiero.
Con su voz, a ritmo de palmas y cajón, y siempre acompañado de su guitarra y el ventilador, ese rasgueo convertido en "elemento diferencial de la rumba catalana", narra un viaje. Su viaje.
Cinco años después, vuelve a subirse al tren. Emprende de nuevo un trayecto que cruza emociones, paisajes, recuerdos e identidad —de las ocho canciones que contiene el disco, cinco son en catalán y tres en castellano—. Es pasado, presente y futuro. Calma y dudas.
"Le diría a la gente que escuchara el disco de principio a fin, porque es un viaje en el que está un Alfred enamorado ante la incertidumbre de una respuesta que no llega", explica. Pero que tampoco le detiene. Al final, sabe que siempre tendrá una parada segura a la que regresar cuando lo necesite. Es consciente que su punto de partida, en ocasiones, ofrece las mejores soluciones.
"El Prat de Llobregat, los espacios naturales del Delta como la playa, el río, los humedales y todo lo que forma parte de mi pueblo, es el imaginario creativo de mi vida", asegura. En el tema "El meu destí" lo evoca.
Junto a Carlos Sadness, se sumerge en ese "tros petit de cel" (un trozo pequeño de cielo): "Jo no demano més (yo no pido más) / Del món, un raconet (del mundo, un rinconcito) / Els mes bonics plaers (los más bonitos placeres) / Banyar-nos vora El Prat (bañarnos cerca El Prat)", canta en su estribillo.
Y en "Els teus ulls" lo refleja, lo reafirma y, sobre todo, lo defiende. Que su videoclip se grabara en la Casa Gomis, a los pies de los "espacios naturales de del Delta del Llobregat", no fue casual.
"Estamos en un momento crítico. Con la ampliación del aeropuerto muchas de esas zonas pueden desaparecer", denuncia firmemente, sin miedo a parecer pesado. "Sé que lo repito muchas veces, pero es que pueblo solo se tiene uno y para mí ha sido muy importante en mi creación", insiste.
"Quiero reivindicar la localidad que tienen estas canciones, en especial esas zonas que a mí me han inspirado", añade. Tanto que le ha sido imposible quedárselo solo para sí. Lo ha querido compartir con todo el mundo, y más en especial, con su amigo Álvaro Soler con quien colabora en el tema "Estrella".
"Álvaro siempre aporta muy buenas ideas y, además, es un tipo que lleva la alegría y el sol allá por donde va", señala Alfred.
Y esa pasión y amor, junto con el compromiso, son lo más importante dentro de la música. "Opino que tú tienes que utilizar al talento y no que el talento te utilice a ti", dice.
"La diferencia entre una persona que tiene más posibilidades de encontrar su hueco en el mercado y una que no es el trabajo y las horas que se echen detrás. Uno no puede vivir en la idea del fracaso o en la idea de que de que la industria es muy difícil. Lo que es complicado es tener un minuto gratis de televisión o de radio y lo valoramos poco", concluye Alfred García.
Las tardes de RNE