El gran enfrentamiento entre Lisandro y Curro en 'La Promesa' con Alonso de por medio
- Tras la muerte de Eugenia, Curro tiene un cara a cara con Lisandro por el entierro de su madre
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La muerte de Eugenia ha dejado completamente destrozado a Curro. El hijo adoptivo de la hermana de la marquesa ha sufrido dos golpes muy duros en muy poco tiempo: el fallecimiento de su madre y de su hermana Jana. Pero el joven ya no forma parte de la familia Luján, y tiene que compaginar su duelo con el trabajo de lacayo en La Promesa, labor a la que se ha incorporado en cuanto ha tenido fuerzas.
Todos comprenden la situación del anterior barón de Linaja, excepto Lisandro, que no ha perdido la oportunidad de volver a increparle en un enfrentamiento sin precedentes y con el marqués dando un golpe sobre la mesa. ¿No has podido ver el final del capítulo 611? ¡Te lo dejamos en el vídeo que abre la noticia y te contamos todos los detalles!
Eugenia ya ha sido enterrada
Los ánimos no están álgidos en La Promesa después de lo acontecido en el bautizo de Andrés y Rafaela. Don Lisandro, Lorenzo y el marqués se encuentran en la sala de billar cuando Curro llega para hacer una petición a don Alonso: "Señor, vengo para pedirle permiso para poder hacerme cargo del cuerpo de mi difunta madre, que en paz descanse". En cambio, el que le responde no es su padre, si no don Lisandro. "Ya no es necesario que hagas nada al respecto", le dice el duque.
Curro piensa que ha sido el capitán de la Mata el que se ha adelantado como esposo de doña Eugenia, y su viudo, pero Lorenzo aún no se acostumbra a su nueva condición, comenta con una pizca de ironía que parece molestar a Alonso. "Se nota, le ha faltado tiempo para quitarse el anillo de casado", le echa en cara el joven.
Pero en ese momento, don Lisandro vuelve a inmiscuirse en la conversación: "El capitán no ha sido, él no tiene nada que ver. He sido yo quien me he ocupado de todo". Curro no da crédito a lo que ha dicho el duque, que le ordena volver a sus obligaciones: "Este asunto ya no es de tu incumbencia". El lacayo, visiblemente molesto por la decisión de don Lisandro, le recuerda que era su madre, y quiere saber qué ha hecho con ella. "Enterrarla cuanto antes, qué otra cosa podía hacer con un cadáver".
Las palabras de Lisandro que han hartado a Alonso
Curro, que no puede contenerse más, le exige que no hable en esos términos de ella a la vez que don Alonso le pide que se calme. Pero ya era demasiado tarde, y don Lisandro comienza un enfrentamiento sin precedentes en La Promesa: "Como tú comprenderás, había que hacer algo deprisa y antes de que nadie se enterase. ¿O acaso tengo que recordarte que esa loca se tiró desde lo alto de una torre después de disparar a Adriano?", le dice el duque.
El lacayo le confronta sin miedo: "No le consiento que insulte a mi madre. No hable así de ella". Una manera de reaccionar la de Curro que altera más todavía a don Lisandro. "Que sea la última vez que me levantas la voz y que me hablas con esa insolencia. ¿Quién te crees que eres para decir lo que puedo y no puedo hacer? Eres un don nadie, y yo soy el duque de Carvajal y Cifuentes", dejándole claro que está en una posición superior a él.
Don Alonso le pide a Curro que se retire, pues puede ser lo mejor para él. "La persona de la que está hablando con tan poca educación era mi madre", le dice el lacayo que no duda en enfrentase al duque. Pero don Lisandro le recuerda que él no era hijo biológico de doña Eugenia: "Tu madre tenía aún menos categoría, era una simple fregona". Unas palabras que molestan tanto a Curro como al marqués, que se pone en pie dispuesto a confrontar también a la mano derecha del rey Alfonso XIII.