Lanzarote, de modelo sostenible a territorio en disputa urbanística
- En Lanzarote, la presión turística deriva en conflictos legales, hoteles inacabados y un debate abierto sobre el futuro del territorio
- La isla ha pasado de ser pionera del turismo sostenible a concentrar la línea de costa con más hoteles por kilómetro cuadrado
En los años 90, Lanzarote tomó un rumbo distinto al del resto del país. Mientras el turismo de masas se extendía por las costas españolas, la isla apostó por un modelo más sostenible, guiado por la visión del artista y activista César Manrique. Su influencia se tradujo en edificaciones bajas, el uso de materiales tradicionales y un plan insular que buscaba frenar el crecimiento desmedido.
Sin embargo, más de tres décadas después, ese modelo ejemplar parece haberse desdibujado. La presión urbanística, un control institucional deficiente y la falta de una regulación efectiva han dado paso a un panorama marcado por conflictos legales, hoteles abandonados y un debate creciente sobre el rumbo que debe tomar el territorio.
"Lanzarote tiene apenas 160.000 habitantes y unos pocos kilómetros de tierra. Somos, en cierto modo, una isla laboratorio”, señala Irma Ferrer, abogada con dos décadas de experiencia en la lucha contra la corrupción local. "Lo que vivimos hoy es un desarrollo turístico descontrolado, sin fiscalización ni supervisión por parte de las instituciones públicas, dentro de una de las industrias más contaminantes del planeta", añade.
Inés Caraballo fue expropiada para construir un puerto en Lanzarote
Construcciones ilegales y zonas protegidas
En el municipio de Yaiza se acumulan algunos de los casos más polémicos. Uno de ellos es el del hotel Sandos Papagayo, construido con licencias que luego fueron revocadas. La empresa propietaria defiende la legalización del hotel y critica lo que consideran una persecución política. También hay otros hoteles que aparecen sin rastro ni nombre en los mapas, como el caso del Son Bou, apenas documentado en los registros oficiales.
Lanzarote fue pionera en turismo sostenible
Turismo, empleo y vivienda: un equilibrio difícil
El turismo es hoy el principal motor económico de Lanzarote. Pero el paro, especialmente fuera de temporada, sigue siendo un reto. La vivienda vacacional y el aumento de precios expulsan a muchos residentes de sus barrios. Los empresarios piden actualizar el plan insular, mientras los ecologistas alertan de que el modelo ya está tocando fondo. El tema en profundidad en 'Escarabajo Verde'.