Chris Ware, el dibujante que con el cómic eleva lo cotidiano
- El historietista estadounidense Chris Ware muestra su trabajo en el CCCB con la exposición Dibujar es pensar
- La serie The Acme Novelty Library, Quimby The Mouse o Jimmy Corrigan son sus novelas gráficas más populares
El dibujo nos conecta con la reflexión y la memoria. Así lo cree Chris Ware (Omaha, Nebraska, 1967), uno de los principales renovadores de la novela gráfica actual, con un exquisito dominio del potencial del cómic y una mirada analítica y humana al detalle. Su estilo está inspirado en el de los dibujantes de cómics estadounidenses de principios del siglo XX —como Winsor McCay, George Herriman, Cliff Sterret o Frank King— y el diseño gráfico de las publicaciones de esas décadas.
Su obra, además del reconocimiento de la crítica y el público, ha llegado a espacios como el Whitney Museum of American Art (en 2002), el Chicago Museum of Contemporary Art (en 2006) o el Museo Nacional Reina Sofía (2023). Ahora, el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona dedica a Chris Ware la exposición Dibujar es pensar, que podrá visitarse hasta el 9 de noviembre de 2025.
La muestra invita a recorrer cronológicamente la obra de este maestro de la historieta a través de piezas originales, animaciones, objetos y esculturas, con el foco en su invención de lenguaje. El visitante descubre el universo creativo de un artista artesano y minucioso, amante del ragtime y la arquitectura, con obras que retratan de forma brillante las emociones humanas, el veneno de la política, el racismo o el consumismo.
Portadas icónicas para The New Yorker
Ware ha experimentado e innovado con el lenguaje y la narrativa del cómic en sus obras y también en piezas tan retadoras como las icónicas cubiertas de la revista The New Yorker, una oportunidad de oro para cualquier autor de llegar al gran público con un mensaje poderoso. En ellas ha hablado, por ejemplo, de la época del confinamiento del covid, de la tenencia de armas y la seguridad en las aulas, de los estragos del móvil en la mesa familiar, del día de la madre o del acoso a las actrices por parte de algunos productores.
Los Peanuts de Schulz, los superhéroes de DC Comics o los personajes underground de Robert Crumb fueron algunos de las primeras novelas que Ware disfrutó de adolescente. En 1994, el editor Kim Thompson le ofrece la posibilidad de publicar una serie propia bajo el sello de la prestigiosa Fantagraphics. Ware acepta y comienza a dar forma a la cabecera The Acme Novelty Library, que le proporcionará al autor la fama internacional.
“Dibujo para articular algo que no puedo poner en palabras“
«Me sorprende que mis libros sigan teniendo vida propia años después», explica Chris Ware en su entrevista a 'Página Dos'. «Cuando los vuelvo a ojear veo problemas y errores que desearía corregir. Todos mis libros están conectados entre sí, todos forman parte de una historia mayor. Dibujo para articular algo que no puedo poner en palabras», afirma el autor.
Para los lectores que desconocen su obra, se recomienda empezar por Jimmy Corrigan, una fábula sobre la soledad, el abandono y las relaciones familiares complejas, con un fuerte componente autobiográfico, ya que Chris Ware creció huérfano de padre. Jordi Costa, el comisario de la muestra en el CCCB, describe así al dibujante: «Posee la capacidad de activar la mirada del lector y dotarlo de una especie de superpoder que no sabía que tenía.»