Ana Julia, asesina del pequeño Gabriel, admite haber mantenido relaciones sexuales en la cárcel
- La asesina de Gabriel dice que no ha amenazado a la madre del pequeño Gabriel
- Por otro lado, también niega rotundamente que el funcionario le facilitara un teléfono móvil dentro de la prisión
Se cumple una semana desde que Patricia Ramírez, madre del pequeño Gabriel, denunciara que Ana Julia Quezada le había amenazado de muerte desde la cárcel. Algo que Quezada, asesina del niño, niega. Sin embargo, sí que admite que ha tenido relaciones sexuales con un funcionario de la cárcel de Brieva, Ávila, a cambio de "regalos varios", como chocolate o perfume.
Por otro lado, Ana Julia también niega que el funcionario en cuestión, casado y padre de dos hijos, le facilitara el móvil dentro de la cárcel.
El informe de Ana Julia en la cárcel
Conocemos el informe sobre Ana Julia Quezada desde la cárcel: con seis votos a favor y uno en contra, el equipo técnico recomienda, su traslado de prisión. Además, hablan positivamente de ella: “No consta ningún incidente disciplinario”, reza dicho documento.
Por otro lado, aseguran que está “implicada desde el minuto uno” y que trabaja: “Supo esperar para solicitar un trabajo remunerado en cocina”. Pero no son los únicos datos que llegan desde la prisión de Brieva. Mantiene lo que parece ser una relación estable con una joven catalana.
La pareja de Ana Julia Quezada estuvo presente en el juicio por el asesinato de Gabriel Cruz. Una pareja, que, aunque sabemos que surgió el amor a través de cartas desde prisión, ya estuvo junto a la asesina en 2019. Más concretamente en la declaración de su juicio.
Se trata de un amor, al que no le falta detalle: dudas por parte de la catalana, que habría confesado a una vidente sus dudas respecto a los sentimientos de Ana Julia. Y esta última, a la Guardia Civil. "Estaba muy nerviosa, su relación sentimental no iba bien y quería saber si los problemas se iban a solucionar”.
La única persona que votó en contra en dicho informe ya adelantó que Ana Julia Quezada era una manipuladora.