Segundones que consiguieron cambiar la Historia, ¿por qué no fueron famosos?
- La historia está llena de figuras clave cuyos aportes fueron fundamentales, pero que quedaron en la sombra mientras otros se llevaron el reconocimiento
- Los samuráis de Tsushima, por ejemplo, murieron defendiendo Japón, pero fueron olvidados porque un tifón salvó al país
A lo largo de la historia, muchas personas han realizado aportes fundamentales en diferentes ámbitos, pero su reconocimiento ha sido mínimo o incluso inexistente. En muchos casos, la fama les fue arrebatada por figuras más poderosas o simplemente por las circunstancias de su tiempo. Estos son algunos ejemplos de grandes personajes que quedaron en la sombra a pesar de su impacto.
Malinche, la intérprete que forjó un imperio pero fue vista como traidora
Malinche, también conocida como Doña Marina, fue una mujer nahua que desempeñó un papel clave en la conquista de México como intérprete, consejera y mediadora de Hernán Cortés. Su conocimiento de los idiomas indígenas y su inteligencia política permitieron a los españoles negociar con diferentes pueblos, aprovechando sus rivalidades con los mexicas para avanzar en su conquista. Sin embargo, su figura fue demonizada por la historia oficial mexicana, que la etiquetó como una traidora en lugar de reconocerla como una estratega que supo sobrevivir en una época de conflicto. Su papel fue fundamental en la construcción del México colonial, pero su nombre quedó asociado a la deslealtad en lugar de la diplomacia.
Ilustración de Malinche, la sombra de Hernán Cortés
Mileva Marić, la mente brillante que quedó en la sombra de Einstein
Mileva Marić fue una talentosa matemática y física serbia, y la primera esposa de Albert Einstein. Estudió junto a él en el Politécnico de Zúrich y hay indicios de que pudo haber colaborado en algunos de sus primeros trabajos sobre la relatividad. Sin embargo, debido a las normas de la época, el reconocimiento científico era prácticamente inaccesible para una mujer. Tras su divorcio de Einstein, quedó relegada al olvido, mientras su exesposo alcanzaba la fama mundial. Aunque algunos investigadores han intentado reivindicar su papel en la formulación de la teoría de la relatividad, su contribución sigue siendo motivo de debate, ya que Einstein nunca la mencionó como colaboradora.
Milena Marić junto a los dos hijos del matrimonio con Einstein
Los etruscos, la civilización avanzada que Roma borró de la historia
Antes del auge de Roma, los etruscos dominaron gran parte de la península itálica, desarrollando una civilización sofisticada con un fuerte comercio, una arquitectura avanzada y una rica cultura artística y religiosa. De hecho, muchos elementos que se atribuyen a los romanos, como la organización urbana, la ingeniería y ciertos aspectos de la religión, fueron heredados de los etruscos. Sin embargo, cuando Roma se convirtió en el poder dominante, absorbió gran parte de su cultura, pero sin dejar rastro del pueblo que la creó. Su idioma se perdió casi por completo y su historia fue contada principalmente por sus conquistadores, lo que hizo que quedaran relegados al olvido como simples precursores de Roma en lugar de una civilización influyente por derecho propio.
John Flamsteed, el astrónomo eclipsado por Newton
John Flamsteed fue el primer Astrónomo Real de Inglaterra y dedicó su vida a la observación y catalogación de las estrellas. Sus registros fueron esenciales para la astronomía moderna, ya que corrigieron errores en la cartografía celeste y permitieron mediciones más precisas. Sin embargo, su meticulosidad y su deseo de perfección hicieron que se tomara mucho tiempo antes de publicar sus hallazgos. Isaac Newton, impaciente por utilizar sus datos para sus propios cálculos, decidió publicar parte del trabajo de Flamsteed sin su permiso. Como resultado, Newton se llevó el reconocimiento por algunas observaciones astronómicas que en realidad Flamsteed había hecho con años de esfuerzo. Aunque su legado sigue siendo importante, su nombre nunca alcanzó la fama del célebre físico.
Ilustración del astrónomo británico John Flamsteed
Los samuráis olvidados de Tsushima
En el siglo XIII, Japón enfrentó dos invasiones por parte del imperio mongol liderado por Kublai Khan. En la primera, en 1274, un ejército de 25.000 mongoles y coreanos desembarcó en la pequeña isla de Tsushima, donde fueron recibidos por un grupo de apenas ochenta samuráis del clan Sō. A pesar de su valentía, los guerreros fueron completamente aniquilados en un solo día, y la isla fue saqueada durante más de una semana antes de que los invasores continuaran su avance. Sin embargo, cuando los mongoles llegaron a la isla principal de Kyūshū, una gran tormenta destruyó su flota, obligándolos a retirarse.
Siete años después, en 1281, Kublai Khan lo intentó de nuevo con una fuerza aún mayor: 150.000 soldados en más de 4.000 barcos. Una vez más, la pequeña guarnición samurái de Tsushima fue arrasada en cuestión de horas. Pero, nuevamente, el destino intervino, y un tifón destruyó la mayor parte de la flota invasora cuando intentaban tomar Kyūshū. Japón se salvó, y los tifones fueron interpretados como un "viento divino" enviado por los dioses para proteger el país.
Irónicamente, aunque estos samuráis lucharon con valentía, su sacrificio fue eclipsado por la narrativa de la tormenta milagrosa. En la memoria histórica japonesa, fueron relegados a un segundo plano mientras la intervención divina quedó como la verdadera salvadora del país. Su gesta pasó desapercibida hasta que el videojuego Ghost of Tsushima rescató su historia, devolviéndoles algo del reconocimiento que nunca recibieron en su tiempo.
el Condensador de fluzo