Sara García, astronauta: "La ciencia ha estado tan maltratada en España que empezar a crecer va a costar mucho"
- Sara García presenta en Las tardes de RNE su nuevo libro Órbitas: apuntes de una vida en continúa exploración (Sine Qua Non)
- La astronauta compagina su labor en busca de nuevos tratamientos contra el cáncer con la divulgación científica
Sara García Alonso (León, 1989) es la primera astronauta española en la historia de la Agencia Espacial Europea. En 2018 se doctoró en Biología Molecular y actualmente, trabaja como investigadora en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIO). Ella y su equipo le pisan los talones a dos de los cánceres más mortíferos que existen, el de páncreas y el de pulmón, para los que buscan nuevos tratamientos. Y todo mientras García espera a que una nueva misión pueda encaminarla a la Estación Espacial Internacional o, incluso, al espacio en misiones hacia la Luna.
Además, tampoco descuida la labor divulgativa. Una faceta que la ha convertido en todo una referente para una generación de mujeres y niñas científicas a las que, por desgracia según indican los datos, todavía les faltan figuras en las que verse reflejadas. Los pasos de la astronauta son también los pasos de muchas otras y por eso, consciente de su rol, García quiere compartir su conocimiento en su nuevo libro Órbitas: apuntes de una vida en continúa exploración (Sine Qua Non), que ha presentado en Las Tardes de RNE con Lourdes Maldonado.
Un libro sobre superarse a una misma
Estructurado en seis "órbitas", cada capítulo explora temas como la búsqueda de la identidad, la libertad de tomar decisiones personales, el coraje para cuestionar lo establecido, la expansión de los límites físicos y mentales, y el peso de las tradiciones que la autora trata desde una mirada crítica. En la primera parte, en esa "primera órbita", García gravita en torno a la idea de inspiración. Se trata de reflexionar para ver cómo hacer que los niños y niñas "preguntones" nunca dejen los porqués. "A los niños que son curiosos hay que potenciarles esa curiosidad. Tenemos que dejarles explorar. Deben aprender y también cometer errores, no hay que forzarles a a tomar una decisión", explica la científica.
La autora cuenta la manera en la que va superándose a sí misma a través de retos que, incluso, pasan por exponer su cuerpo a entrenamientos límite. "Es muy habitual (en los ejércitos) hacer este tipo de simulacros para que la propia persona conozca sus límites, físicos y psicológicos", apunta. Este tipo de técnicas le han permitido conocer mejor sus propias barreras y poder enfrentarse a situaciones difíciles con calma y tenacidad. Facetas clave para la vida espacial.
Aumentar la inversión y combatir el cáncer, también desde el espacio
Estudiar el cáncer desde el espacio podría aportar resultados nuevos en la lucha contra esta enfermedad. Sin gravedad, la materia cambia y podrían encontrarse más recovecos por los que atacar a las células malignas. Según dice García, "estudiar cómo se comportan las células de los tumores cuando están en microgravedad puede poner de manifiesto nuevos puntos débiles contra los que diseñar fármacos especiales que acaben con ellos". La única barrera para conseguirlo, sin embargo, es la financiación.
La científica leonesa cree que la inversión está en aumento y que existe mayor compromiso por parte de las instituciones pero que, aún así, falta solucionar determinados problemas a los que se enfrentan los científicos en su día a día. Al final, la escasez de recursos o las trabas burocráticas hacen que dediquen más tiempo a solucionar otros asuntos que a tener ideas o diseñar experimentos. "El problema es que la ciencia en España ha estado tan maltratada y los recortes han hecho tanto daño, que recuperar la situación y empezar a crecer va a costar mucho", advierte.
Estos obstáculos hacen que la carrera de fondo para dedicarse a la ciencia sea también la de no darse nunca por vencida. García se define como optimista y determinada. Cualidades la han llevado a ser seleccionada como astronauta europea junto con su compañero, Pablo Álvarez, frente a otros 23.000 aspirantes. "Tengo una determinación férrea, especialmente cuando hay personas involucradas y cuando mis actos pueden influir en terceras personas. Soy muy profesional y, quizá, cuando otros se rinden o tiran la toalla, yo sigo, me cueste lo que me cueste", reconoce.
Sobre la salida de la directora del CNIO, María Blasco, tras las acusaciones de acoso laboral y abuso de poder, García lamenta el ruido que se ha generado porque "puede poner en tela de juicio la calidad de la investigación" que hace la institución. Por otro lado, reivindica el trabajo de todos sus compañeros y compañeras que, en esta transición de poder, "no han dejado ni un solo día de trabajar".
Sus referentes: "Me inspiraron mi madre, profesoras e investigadoras"
Para las mujeres en la ciencia, los referentes son escasos. Ahora las niñas tienen a personalidades como García como referentes pero, ¿a quién tuvo ella? La astronauta responde con sinceridad. Por aquel entonces veía como logros "inalcanzables" los de algunas de las figuras del mundo científico y se fijó más en las personas de su entorno. "Me inspiraron mi madre, profesoras de la Universidad, que eran investigadoras que avanzaban incluso cuando los recursos eran muy limitados. La gente valiente que tiene mucha calidad como ser humano", asegura la científica.
Cuando mira al cielo Sara García piensa que podría ser ella uno de esos "puntitos" en el firmamento. No quiere adelantarse pero, probablemente, si tuviera que elegir una frase para pisar la Luna, al estilo de Neil Armstrong, "tendría que ver con que esas nuevas huellas sean de mujer". Cambiar ese histórico "un gran paso para el Hombre", por, simplemente, un gran paso de la Mujer de la Humanidad.