Enlaces accesibilidad

Cuando el médico estético no es médico y no queda estético

  • La mitad de los españoles se han sometido a algún tratamiento de medicina estética
  • Exponerse a manos no expertas aumenta el riesgo de parálisis faciales o infecciones 

Por
Tratamiento estético facial
Tratamiento estético facial

El 15% de las visitas que atienden los médicos estéticos son para corregir intervenciones practicadas por no profesionales: es un dato de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). El intrusismo en este campo de la medicina está cada vez más extendido y conlleva problemas, no solo de belleza, sino también de salud, como parálisis faciales, infecciones, obstrucción de arterias u otras complicaciones.

En los últimos años, la medicina estética ha ganado muchos adeptos gracias a lograr buenos resultados, generalmente temporales, pero mucho menos invasivos que la cirugía estética. La demanda de estos procedimientos está en constante crecimiento: la mitad de la población española, según la SEME, se ha sometido alguna vez a algún tratamiento de medicina estética. Y el éxito de este tipo de medicina no se da solo entre las mujeres (69%), sino también entre los hombres (31%) quienes demandan principalmente tratamientos contra la alopecia.

Top 3 de procedimientos estéticos

En España, el rey indiscutible de la medicina estética es el ácido hialurónico. Como explica la Dra. Petra Vega, portavoz de SEME: “Es un producto que tenemos en el cuerpo, pero el que se inyecta está sintetizado y reticulado para que dure más, pues el que genera nuestro organismo desaparece diariamente. Sirve para hidratar, rellenar, mejorar volúmenes, corregir flacidez… es muy versátil”. 

La toxina botulínica es otro de los tratamientos más usados en nuestro país. “Se trata de un relajante muscular, no paraliza”, aclara la experta. Se infiltra en aquellos músculos que, cuando se contraen, hacen que nos aparezcan arrugas. Solo se utiliza en el tercio superior de la cara: entrecejo, patas de gallo y frente.

El tercero en el ranking, y el primero en aparatología, es la luz intensa pulsada: “Tiene muchísimas aplicaciones, tanto dermatológicas como en medicina estética: tratar el acné, las manchas, generar colágeno…”, explica.

Consecuencias de algunos tratamientos

La mayoría de estos tratamientos implican atravesar la piel y eso conlleva que pueda haber una infección. Pero el problema no queda ahí, porque debajo de la piel hay venas, arterias y nervios que pueden dañarse accidentalmente. “A un médico le puede pasar también, pero este médico tiene los conocimientos suficientes y los materiales disponibles para poder revertir enseguida problemas y que no queden secuelas”, explica la doctora, quien puntualiza que “para poder comprar estos productos y rellenos, se requiere tener un centro autorizado, con un epígrafe concreto”. Por lo tanto, aquellos que no son médicos probablemente no puedan usar materiales legales y los tengan que obtener en el mercado negro, lo que supone un problema de salud pública. Por ello, desde la SEME desaconsejan someterse a tratamientos de este tipo en cualquier otro lugar que no sea un centro médico autorizado para ello.