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La vida es puro teatro en la nueva novela de Luis Landero

  • En La última función un grupo de vecinos de un pueblo representa una obra de teatro que cambiará su vida
  • El escritor Luis Landero emplea su sensibilidad, humor y sentido de la observación para retratar la condición humana

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Página Dos - 'La última función' de Luis Landero

La vida tiene mucho de obra de teatro, y el teatro tiene mucho de vida real. Cada uno representa un papel y tiene una importancia sobre el escenario que va evolucionando con el tiempo. El escritor Luis Landero (Alburquerque, 1948) es un enamorado de esa disciplina artística. Su más reciente novela, La última función (Tusquets), transcurre durante una función en un pueblo.

Un actor que gozó de una gran fama hace décadas visita su pueblo natal. Tito Gil, así se llama el protagonista, no tardará en proponer a los vecinos una gran representación colectiva con la que revitalizar aquel lugar algo dormido. Todo el mundo está encantado con la idea, pero necesitan a una gran actriz que le dé la réplica. En este punto de la historia aparece Paula.

El mundo del teatro y sus sombras ha sido una debilidad para muchos autores: Jane Austen, W. Somerset Maugham, Samuel Beckett, Mijaíl Bulgákov, Maggie O'Farrell... En este relato oral colectivo, Luis Landero deleita con la fascinación de una historia que se desenvuelve con gran delicadeza, y unos personajes que toman la escena y se transforman. «Tito Gil es un romántico», cuenta Landero, «está obsesionado con Lorca

La novela tiene algo de berlanguiana

En 'Página Dos', programa disponible en RTVE Play, Luis Landero habla con Óscar López del pueblo donde transcurre La última función, que es imaginado, pero que se parece a las aldeas de la España vacía. Los vecinos tienen la esperanza secreta de que el renombre del actor y la obra de teatro atraigan al turismo. En ese sentido, «la novela tiene algo de berlanguiana. Si no se reactiva, es un pueblo llamado a desaparecer», cuenta Landero. «De hecho, en la novela se menciona explícitamente Bienvenido Mr. Marshall