'Remember Me': Curiosidades y secretos de la película

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Somos cine - Remember me

¿Qué hacer cuando la persona a la que una vez amaste no te recuerda? Es la cuestión a la que se enfrenta el protagonista de Remember Me. Claude y Lillian mantuvieron en el pasado, décadas atrás, un intenso romance: él era crítico teatral, ella actriz. Ahora, sin embargo, Lillian no se acuerda de aquellos días. Tiene alzhéimer, pero Claude está convencido de que todavía queda algo de su amor. "Lo que ella y yo vivimos no se puede olvidar jamás", mantiene. Por eso decide entrar en la residencia en la que vive ella y así intentar que recuerde su relación.

Martín Rosete cambia de registro en su segundo largometraje, pasando del thriller en Dinero a la comedia dramática en Remember Me, una cinta que alterna unos momentos muy divertidos con otros muy emotivos. Bruce Dern y Caroline Silhol dan vida a la expareja protagonista, acompañados por Brian Cox y Verónica Forqué en el reparto. No te pierdas la película en RTVE Play.

Ambientada en Estados Unidos, rodada en España

Aunque Bruce Dern (Claude) es de Estados Unidos, Brian Cox (Shane) de Reino Unido y Caroline Silhol (Lilian) de Francia, el rodaje se concentró principalmente en España. En la película, sin embargo, todo ocurre en Estados Unidos. "Lo han visto americanos y se creen que estamos toda la película en Estados Unidos cuando estamos en Madrid y Navarra", comentó el director en una ocasión en No es un día cualquiera. Así de logrado está.

Remember me (2019)

De los 30 días que duró el rodaje, 25 tuvieron lugar en España. ¿Cómo consiguieron entonces que nuestro país diese el pego como Estados Unidos? En Los Ángeles estuvieron tres días, sin actores, para así conseguir planos que ubicasen la acción. Los otros dos días restantes los pasaron en París grabando los flashbacks. Los actores estaban encantados de estar en España. Brian Cox, de hecho, viajó con su familia. Unos días rodaba y, cuando no, aprovechaba para conocer España: visitó las bodegas de Marqués de Riscal, el Guggenheim...

Bruce Dern se escapó antes para rodar con Tarantino

A sus 87 años -entonces 82-, no cabe duda de que Bruce Dern es incombustible. No para de trabajar. Martín Rosete llegó a preguntarle si, a su edad, no pensaba en jubilarse. "He tardado 50 años en saber hacer esto y hacerlo bien, ahora no me puedo retirar. A mí me encontrarán muerto en algún set", le respondió Bruce Dern. En el caso de Remember Me, encadenó su rodaje con el de Érase una vez en Hollywood, dirigida por Quentin Tarantino. Su papel, el dueño del rancho Spanh, lo iba a realizar inicialmente Burt Reynolds, sustituyéndole tras su muerte en 2018. Para poder interpretar el rol, Bruce Dern se fue dos días antes de lo previsto del rodaje de Remember Me.

Otro papel en inglés para Verónica Forqué

Verónica Forqué da vida en la película a la directora del centro donde vive Lilian, un papel que tuvo que rodar en inglés. Para lograrlo contó con la ayuda de una amiga y de un productor de la cinta, que le grabaron el personaje en inglés americano. "Lo copié lo mejor que pude", aseguraba ella en Las mañanas de RNE con Alfredo Menéndez. No era la primera vez que Verónica Forqué interpretaba un papel en inglés. Más de 40 años antes, se puso a las órdenes de su padre, José María Forqué, en otro proyecto en este idioma, El segundo poder. La actriz, que ya puso voz a Shelley Duvall en El resplandor, se dobló a sí misma en Remember Me.

Dos amigos que son polos opuestos trabajando

Mientras Bruce Dern interpreta a un crítico de teatro retirado que desea que una mujer con Alzhéimer recuerde su romance, Brian Cox da vida a Shane, su amigo y cómplice en esta aventura, un papel muy distinto al que nos tiene acostumbrados en Succession. Los veteranos actores son amigos en la vida real, aunque no habían trabajado juntos hasta Remember Me. ¿Querrán repetir? Parece que sus métodos de trabajo son muy distintos y acababan chocando. "Brian Cox tiene dislexia y le cuesta muchísimo, pero se lo aprende todo, línea a línea. Es supermetódico. Bruce Dern es como un potro desbocado. Creatividad, libertad, improvisa todo el rato... A Brian le sacaba de quicio. No podía con él", revelaba el director en No es un día cualquiera.