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50 años del estreno de 'El Padrino': un rodaje negociado con la mafia

Noticia Saber y Ganar 

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Marlon Brando en 'El Padrino'
Marlon Brando en 'El Padrino'

Se cumplen 50 años del estreno de ‘El Padrino’y ‘Saber y ganar’ no ha querido dejar pasar la oportunidad para dedicar alguna de sus pruebas a la saga de películas dirigidas por Francis Ford Coppola y que se han convertido en filmes de culto, además de parte de la historia del cine. Ahora bien, el rodaje de estas tres cintas que adaptan la novela de Mario Puzo no fue tarea fácil y ahora que se celebra el medio siglo de su estreno es buen momento para recordar algunas de las curiosidades más llamativas de las películas de ‘El Padrino’

Boicot en el rodaje

Al Ruddy era uno de los productores de la película aunque será eternamente recordado por ser el hombre que se sentó a negociar con la mafia de verdad. Y es que cuando comenzó a sufrir pequeños accidentes tales como unas balas atravesando la ventanilla de su coche, persecuciones de vehículos misteriosos o ruedas del coche reventadas a balazos, se dio cuenta de que rodar ‘El Padrino’ no iba a ser tan fácil como el equipo pensó en un inicio.

Además, Paramount Pictures, el estudio que producía la película, también comenzó a recibir amenazas telefónicas en las que se alertaba de bombas colocadas en el set de rodaje, algo que les llevó a desalojar las instalaciones en más de una ocasión. La mafia real advirtió que podrían quemar decorados, robar cintas de metraje e incluso intimidar a los actores, así que Ruddy no le quedó más remedio que citarse con Joe Colombo, el líder más destacado de los clanes de gángsters de Nueva York.

Negociación con los gángsters

La profesión oficial de Colombo era en el sector inmobiliario, aunque la realidad era que se trataba del capo de la mafia más importante. Al Ruddy pidió citarse con él y este aceptó aunque admitió que “desconozco cuál es el motivo del encuentro”, intentando disimular. Acudió acompañado de su hijo Anthony. En aquella reunión, el productor de ‘El Padrino’ le dio el guion de 160 páginas para que lo revisase y se cerciorase de que no se dejaba en mal lugar a los clanes como el suyo así como tampoco a la comunidad italiana.

Colombo ni siquiera lo abrió. Lo único que le pidió, mirándole a los ojos, fue que retirara las palabras ‘mafia’ y ‘Cosa Nostra’ de cualquier página del guion. Además, sugirió que donar el dinero de la recaudación de la premiere a la Liga Ítalo Americana de Derechos Civiles, de la cual Colombo era presidente, sería una buena idea. La conversación transcurrió con tono amable aunque Al Ruddy sabía que aquello era una negociación donde el capo estaba en la posición de exigir lo que quisiese. Sin embargo, el productor logró obtener una declaración pública de La Liga apoyando la realización de la película para así evitar la extorsión de otros grupos mafiosos.

Un actor que era mafioso de verdad

El rodaje transcurrió con la calma esperada tras ese encuentro. Lo cierto es que a los ejecutivos de Paramount no les gustó nada esa negociación y despidieron a Ruddy de inmediato. No obstante, Coppola insistió y a las semanas fue readmitido. En el set de rodaje era habitual ver a diario a uno del los hombres de Colombo, junto con su guardaespaldas, para controlar que lo pactado se cumplía. Lo que nadie imaginaba era que Coppola se fijaría en el hombre de seguridad y que querría incluirlo en la película para que diera vida a Luca Brasi. Se trataba de Lenny Montana y había sido luchador de catch.

Asesinato de Colombo mientras se rodaba ‘El Padrino’

El 28 de junio de 1971, en el momento en que Francis Ford Coppola estaba rodando la escena en la que Michael Corleone dispone el asesinato de los líderes de los otros clanes de mafiosos, Joe Colombo era disparado. Ocurría a cuatro calles del estudio, en el Columbus Circle donde el capo tenía que dar un discurso. Un hombre disfrazado de fotógrafo le disparó hasta en tres ocasiones, desatando una batalla de balas cruzadas que podría haber formado parte de la película de la que hablamos. Aunque el mafioso fue llevado al hospital de inmediato, quedó en estado vegetativa hasta que murió 7 años después.

Todos contentos

Cabe decir que los jefes mafiosos quedaron encantados con lo que ‘El Padrino’ reflejaba. Compraron copias por decenas y organizaban reuniones privadas para visionarlas todos juntos. El hecho de perfilar a estos grupos mafiosos como personas con unos códigos y una dignidad a prueba de todo, algo que no se correspondía con la realidad, les resultó encantador.