Enlaces accesibilidad
Como la de los Grimaldi

Cayetano Martínez de Irujo, víctima de una maldición

Noticia Lazos de sangre 

Por
Imagen de Cayetano Martínez de Irujo
Imagen de Cayetano Martínez de Irujo

"La envidia es una enfermedad muy mala", asegura Cayetano Martínez de Irujo al hablar de la maldición de Los Grimaldien el debate de Lazos de Sangre, una familia que sabe lo que es la muerte y la tragedia. "Hay gente que te desea el mal y te hacen el mal", lo dice con conocimiento de causa porque a él también le ha pasado algo parecido. El jinete tiene la certeza de que alguien le echó una maldición parecida hace un tiempo, aunque afortunadamente, él ha sido capaz de deshacerse de ella. "Tuve siete accidentes seguidos de todo tipo en cuatro meses. Tuve mucha suerte", recuerda.

¿Cómo saber si te han echado una maldición? Cayetano Martínez de Irujo recuerda qué fue lo que le hizo sospechar que aquello no era solo mala suerte. "Yo soy una persona muy valiente, he hecho temeridades, he hecho barbaridades y nunca había tenido tantos accidentes. Me di cuenta porque ha sido la única vez en la vida que tenía miedo de vivir, de moverme, de salir, porque me pasaban unas cosas inverosímiles", señala mientras el resto de los colaboradores invitados se quedan sin palabras. En una ocasión casi se queda paralítico tras caerse de su caballo.

¿Se puede revertir una maldición?

Cayetano Martínez de Irujo consiguió escapar de la maldición, aunque para eso tuvo que buscar ayuda. "Lo primero que hice fue ir a un sacerdote exorcista. A partir de ahí seguí un proceso y me pude quitar la maldición de encima. Además me dijeron de quién había venido, una persona muy cercana". confiesa, aunque ha preferido no desvelar la identidad del susodicho. "Soy muy determinado, cuando tengo que hacer algo lo hago y busco una solución", asegura. Después de pasar por este proceso "largo y duro", volvió la normalidad a su vida.

José Manuel Vidal, director de Religión Digital, interviene en Mejor contigo para explicar la diferencia entre mal de ojo y la maldición: "La iglesia católica considera el mal de ojo una superstición que hay que dejar de lado. Cuando se trata de una maldición, de un conjuro, cuando interviene el diablo, entonces el sacerdote que recibe a esa persona que ha sido objeto de esa maldición le da una serie de consejos para que pueda ir remitiendo".