Enlaces accesibilidad
Positivo en responsabilidad

Sergio Dalma: "Si uno mete la pata tiene que asumir sus errores y ya está, a seguir"

Por
Tendencias - Sergio Dalma llega a su concierto dispuesto a empezar de cero

Sergio Dalma ha vuelto a pisar un escenario, pero con un evidente cambio de actitud después de la enorme polémica por el incumplimiento de las medidas contra el coronavirus. El artista ha llevado su música hasta Pineda del Mar, en la provincia de Barcelona, y su discurso ha cambiado. Después de haberse disculpado públicamente por la cancelación de su anterior concierto (debida a que pidió al público que se levantase para bailar), reitera que no es negacionista y admite que se equivocó: "Ya mandé el comunicado,  si uno mete la pata tiene que asumir sus errores y ya está, a seguir", dice de frente en sus últimas declaraciones a EuropaPress.

"Sabes qué ocurre, todo lo que hemos vivido, lo que tenemos que hacer ahora es estar todos a una y tirar adelante con nuestra industria que ha estado muy dañada", explica, pero niega ser negacionista y cuenta que está vacunado y se ha sometido a las pruebas que garantizan que está libre de COVID-19. "Tengo la doble vacuna y test de antígenos", asegura.

Pero no esconde sus ganas de retomar la normalidad en el trabajo cuanto antes y seguir celebrando la música: "Eso es lo más importante, al final te sientes un poco como un superviviente", dice. El cantante se encuentra inmerso en una gira para el recuerdo en la que celebra su aniversario: "Hacemos un resumen de estos 30 años con este disco que hemos sacado e incluso canto canciones que hacía tiempo que no cantaba o que no he cantado nunca".

"Empezamos de cero esta noche"

Esta vez, el artista se ha dirigido al público para pedir prudencia después de la cancelación de su último concierto, en el que invitó al público a ponerse en pie provocando el fin del espectáculo. "Cantad, no dejéis de cantar, que aunque sea con mascarilla se oye y sobre todo para mí es más importante veros los ojos. No hace falta que os diga que seguimos todas las recomendaciones, las reglas y el protocolo COVID, ahora más que nunca", dijo en Pineda.

"Yo tenía muchas ganas de viajar a Cataluña, a todos lados. No se podía, pero ahora ya yo creo que a todos los que estamos aquí nos apetece ir a los conciertos, viajar, estar con los amigos, cenar.  Tenemos ganas de acariciar la normalidad. Ya queda poquito de acariciar a la gente de verdad". El aplauso del público era atronador.

En su 30 aniversario, no tiene ni cansancio ni vergüenza a la hora de rescatar temas del pasado: "A veces nos dicen a los artistas si os da pena o rabia o resulta pesado cantar canciones de aquella etapa. ¡Para nada! Creo que es un orgullo poder cantar esas canciones.  Además a lo largo de estos años las hemos ido refrescando y actualizando".

"Había mucha gente, mucha gente, que nos decía que por qué no hacíamos algo online durante el confinamiento y os digo la verdad: yo cuando canto me gusta mirar a la gente, mirar a los ojos, ver la cara de la gente. Es muy frío, lo reconozco, por eso ahora estamos entusiasmados". Así daba comienzo a su concierto: "Empezamos de cero esta noche", decía.