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'Documentos TV' denuncia la proliferación de contenidos pornográficos infantiles en la red

  • En 'Pedófilos 2.0', lunes 14 de diciembre, a las 24:00 horas, en La 2

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'Documentos TV' denuncia la proliferación de contenidos pornográficos infantiles en la red
Menor interactuando en internet

'Documentos TV' estrena ‘Pedófilos 2.0’, reportaje en el que denuncia que en la última década, los contenidos pornográficos infantiles en la red se han multiplicado por diez, y foros aparentemente inofensivos, dirigidos a niños son ahora cotos de caza donde operan los pedófilos.

Internet, el escaparate en casa de los depredadores pedófilos

El denominado internet oscuro ha abierto la puerta a una nueva forma de delincuencia pedófila, donde navegan las desviaciones más perversas, como la retransmisión en directo de violaciones de menores a la larga distancia.

En la última década, internet ha facilitado que el contenido pornográfico infantil se haya multiplicado por diez. Las redes han abierto la veda a una nueva forma de ciberdelincuencia pedófila, que permite fácilmente a estos depredadores ponerse en contacto con sus víctimas, a fin de cumplir sus fantasías. Según Naciones Unidas, cada segundo setecientos cincuenta mil pedófilos están operando en el mundo, navegando por foros, aparentemente inofensivos y dirigidos al público infantil, que se han convertido en auténticos cotos de caza.

“Esta página la han denunciado treinta veces por contenido pornográfico infantil. Debería ser posible cerrarla, pero no funciona así”, explica uno de los agentes de la Brigada de Protección de Menores, en ‘Pedófilos 2.0.’ que asiste impotente al sentimiento de impunidad con el que se mueven estos ciberdelincuentes, amparados en muchas ocasiones por el vacío jurídico y la rigidez legal.

Pero la cara más oscura de la pedofilia en las redes aparece en el denominado Internet Oscuro, una guarida para cientos de miles de depredadores sexuales de niños, donde intercambian las peores de sus fantasías.

Estos sótanos de internet, abren la puerta a las desviaciones más perversas. El último grito, la retransmisión en directo de violaciones de menores, a menudo a manos de los progenitores de las pequeñas víctimas, en países asolados por la miseria.