'Planeta Selva' descubre los olivares de Andalucía, los más importantes de la cuenca del Mar Mediterráneo
- Es la mayor plantación permanente en superficie a nivel mundial y en la actualidad hay cultivadas más de 11 millones de hectáreas
- Andalucía es un reino más importante y en el forma un bosque ordenado muy rico y diverso de flora y fauna
- ‘El bosque diminuto’, sábado 15 de julio a partir de las 18:00 en La 2
‘El bosque diminuto’ es la próxima entrega de la serie documental rodada en 4K ‘Planeta Selva’. Este sábado descubrimos los olivares mediterráneos de Andalucía, un bosque geométrico que forma un ecosistema único en el que la riqueza y diversidad de la flora asociada al olivar, multiplica la diversidad de insectos. El olivar crea un microclima acogedor en su interior: frescor en verano y viento en invierno.
Existe un bosque inimaginable por su geometría y sus formas. Es el más sorprendente, el más raro y extraordinario del mundo. Un bosque geométrico, ordenado, que es capaz de crear un ecosistema único, un refugio para la vida silvestre en medio de territorios muy humanizados.
Los olivos ocupan la cuenca del Mar Mediterráneo, desde sus confines orientales, en Grecia, Turquía y Oriente Medio, hasta el norte de África, pero su reino más importante se sitúa en la Península Ibérica, en Andalucía. En la actualidad, los olivos incrementan sus territorios: a principios del siglo XXI están cultivadas más de 11 millones de hectáreas. Se trata de la mayor plantación permanente en superficie a nivel mundial.
En los olivares andaluces, la vida salvaje se extiende de forma ininterrumpida. Por un lado existe un microcosmos enormemente rico en torno a este mítico árbol, que parece revivir al comienzo de la primavera. Sus hojas y flores minúsculas son el escenario de una batalla campal. Las partes más sensibles del árbol y su corte de plantas acompañantes son atacadas por polillas, cochinillas y pulgones. Pero aquí es cuando aparecen los aliados del olivo: las larvas de las mariquitas, las larvas de las crisopas o el escorpión; un arácnido cargado de veneno o los grillos encapuchados.
Aunque muchos animales y plantas del olivar están adaptados a la sequedad y el calor, en primavera el paisaje de este bosque ordenado es realmente colorido. En una hectárea de olivar tradicional es fácil descubrir más de 100 especies de plantas y en Andalucía pueden llegar a varios cientos, muchas de ellas de origen mediterráneo. La riqueza y diversidad de flora asociada al olivar multiplica la diversidad de insectos. El gran abdomen de las hembras de las aceiteras las convierte en uno de los escarabajos más inusuales y grandes de Europa.
Además, la trama ecológica en torno a los olivos se enriquece con pequeño mamíferos muy vinculados al ecosistema mediterráneo como el conejo común, que encuentra aquí un cobijo cómodo y seguro.
El olivar, gracias a su verdor, crea en su interior un microclima acogedor, que ofrece frescor en verano o protege del frío y viento en invierno. Su sombra también ampara y refresca a las plantas vivaces que viene en torno a los troncos que sustentan a liebres y roedores.