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Vetusta Morla y Belako ponen en órbita el Low Festival 2014 en su primera jornada

Por
VETUSTA MORLA
Vetusta Morla"durante un momento de su concierto en Benidorm.

Imaginamos a un alienígena que aterriza este fin de semana en Benidorm en busca de otro compañero alienígena perdido, llamémosle Gurb, que en esta ocasión se ha metamorfoseado en una jovencísima de labios rojo intenso, blusa color pastel traslúcida que deja intuir el sujetador negro, zapatillas tipo Vans con suela doble, shorts vaqueros, gafas de sol de espejo y sombrerito fedora, y se ha perdido entre el público del Low Festival.

Para mimetizarse con el medio, el alienígena a la búsqueda de Gurb se transforma a su vez en periodista de la web de Radio 3. Y se sumerge en el festival, que según cifras oficiales ha reunido en torno a 23.000 lowers.

“Cuando nos subimos al escenario lo que esperamos del público es algo innombrable, no se puede visualizar, una energía hipnótica entre la música y el público, ya sea porque están botando como locos o mirando con los ojos como platos a lo que sucede el escenario. Es algo inexplicable. Pero cuando pasa, lo sabes”. Son palabras de Pucho al falso periodista. Pucho es el líder de una banda de nombre Vetusta Morla, cabeza de cartel, que parece desatar la locura allá por donde pasa.

Vetusta Morla es al indie lo que un tal David Bisbal a lo que llamaríamos la otra música pop. Son un fenómeno de masas. El escenario principal se llena para escucharlos. Suenan impecablemente, dominan el tempo del concierto, reúnen masas que corean sus canciones.

Comienzan tocando tres de los temas de su último disco, “La deriva”, “Fuego” y “Golpe maestro”, petardazos y olor a pólvora para dar inicio a la fiesta, Luego lanzan una batería de temas de sus anteriores discos, salpicados con algunos del álbum más reciente.

“No me ha gustado, me parece el mismo concierto de hace tres años con cuatro canciones nuevas”, dice al periodista una fan. Es cierto que de los dieciocho temas que han tocado sólo seis son del último trabajo. Pero la audiencia no parece molesta, a tenor de los bailes que se marca y del amor que algunas parejas se muestran sin pudor al calor de su música.

Antes de Vetusta Morla han tocado The Hives. La banda es sueca, primera línea del panorama internacional. Su rock suena potentísimo y el vocalista, Pelle Almqvist, lo da todo.

Según la wikipedia, Almqvist “es conocido por ser particularmente animado en las presentaciones en vivo, lo cual ha dado a The Hives el título de La Mejor Banda del Mundo en Vivo”.

El periodista de mirada virgen, novato, no tiene criterio para afirmar que es la mejor banda del mundo en vivo, pero es cierto que Almqvist se gana al público hablando en español -”¿estás disfrutando?”, habla de tú a la masa-, corre de un lado a otro, suda, salta y da patadas a lo kung-fu, se mezcla con las primeras filas, hace malabarismos con el micrófono. Ofrece espectáculo.

Belako, el fenómeno que viene

Después de que termine el concierto de Vetusta Morla, la mayor parte del público se traslada al segundo escenario, donde ha comenzado a tocar Sidonie. Pero el alienígena mutado en periodista de la web de Radio 3 se va al tercer escenario a ver algo menos conocido, que para eso le pagan, para ser rarito, a ver a Belako, un cuarteto euskaldún que viene al Low con su primer álbum en el sobaco tras pasar por el Primavera, el BBK y el BIG festival, y antes de acudir a, entre otros, el Dcode.

Y Belako se convierte de repente en lo mejor de la primera jornada del Low Festival. Musicón. Directazo. Actitud. Cris, Josu, Lore y Lander son un grupo de mocosos que pisan fuerte y que en su bandcamp se describen como “hasteko, new wave britaniarra aitzakitzat hartuz, laukote mungiarrak, punk-rock doinu gordinak zein gaur egungo melodia elektroniko beroak eskaintzen dizkigu abestietan”, que el alienígena no sabe lo que significa, pero sí, es electrónica, es punk-rock y es new wave. Es maravilla.

Ha habido ocasión de ver también a Triángulo de Amor Bizarro, capaz de poner en movimiento a las masas con su energía cuando aún no había caído el sol; a Lyann, un grupo muy joven que ganó el Budweiser Emerge pero que ha tenido que enfrentarse a un escenario principal en horas todavía tempranísimas; a John Gray, que suena a Brooklyn y a Londres y a Berlín pero está en Madrid, su R&B electrónico con toques de soul ha tenido que luchar contra un apagón, pero ha sonado prometedor.  Iván Ferreiro y The Holy Ghost! fueron los otros primeros espada que tocaron en el escenario principal.

Buen aperitivo para el sábado, etapa reina del festival, en el que esperan Massive Attack, Editors, The Horrors, Xoel López, El columpio asesino, Sebastian, Money for Rope o The Parrots, las apuestas de este alienígena mutado en periodista musical de mirada ingenua.