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Argelia aprueba una ley que criminaliza las prácticas coloniales de Francia y busca reparaciones

  • El país fue colonia de Francia entre los años 1830 y 1962
  • Una de las cuestiones principales de la ley son las pruebas nucleares realizadas por Francia en territorio argelino
Argelia aprueba una ley que criminaliza las prácticas coloniales de Francia y busca reparaciones
Imagen del senado argelino. M.Torres / Travel-Images.com GETTY
RTVE.es / AGENCIAS

El Parlamento de Argelia ha aprobado por unanimidad este miércoles una ley que criminaliza las prácticas coloniales francesas entre 1830 y 1962. A través de esta legislación, este país exige a París reconocimiento y reparación por lo que consideran "un crimen de Estado". La cuestión de la colonización francesa en Argelia es un asunto muy delicado, fuente de tensión entre París y Argel.

El coordinador de la comisión argelina de Historia y Memoria, Mohamed Lahcen Zeghidi, ha descrito la adopción de esta ley como "un momento histórico". Este ha sucedido en medio de la peor crisis diplomática entre Argelia y Francia.

La nueva legislación, que según los parlamentarios argelinos está basada en "los principios del derecho internacional", enumera una amplia lista de prácticas consideradas "delitos graves". Entre estas se encuentra la agresión contra el Estado argelino, homicidios, torturas, violación sexual, discriminación racial, saqueo de recursos, ensayos nucleares y el uso de armas prohibidas, entre otras.

Francia deplora la iniciativa argelina

Desde Francia, el Ministerio de Asuntos Exteriores, ha calificado esta iniciativa de "manifiestamente hostil, tanto al deseo de reanudar el diálogo franco-argelino, como a un trabajo sereno en cuestiones de memoria".

El portavoz del ministerio, Pascal Confavreaux, ha subrayado que Francia "no tenía la intención de comentar sobre la política interna argelina", pero solo pudo deplorar tal iniciativa. También ha querido resaltar "la magnitud del trabajo emprendido por el presidente" Emmanuel Macron en relación con la memoria de la colonización a través de una comisión conjunta de historiadores franceses y argelinos.

Desde el ministerio han destacado que siguen trabajando "para reanudar un diálogo exigente con Argelia, que pueda atender los intereses prioritarios de Francia", especialmente "en lo que respecta a cuestiones de seguridad y migración".

Indemnizar a las víctimas de la colonización

El ministro de Muyahidines (combatientes), Abdelmalek Tachrift, ha asegurado durante la tramitación que el texto no señala al pueblo francés "ni busca venganza". Tan solo exige a París el reconocimiento de los "delitos" cometidos, la entrega de mapas de minas terrestres instaladas por la ocupación francesa, y la indemnización a las víctimas por daños causados por los ensayos nucleares.

Además, el texto prevé sancionar cualquier actividad mediática, académica o política que glorifique o justifique la colonización francesa. También pretende castigar a quien niegue su carácter criminal. Las penas varían entre cinco y diez años de prisión, además de multas económicas.

Esta ley supone otro intento de Argelia por reclamar a Francia el reconocimiento de los crímenes cometidos durante la colonización. Es un nuevo esfuerzo de las autoridades argelinas para conseguir que París reconozca estos hechos.

A pesar de la dimensión simbólica de la ley, su impacto real en las reclamaciones de reparaciones podría ser limitado. La ley no tiene alcance internacional y no puede vincular a Francia.

Ensayos nucleares franceses en Argelia

En 2017, Emmanuel Macron, entonces candidato a la presidencia francesa, describió la colonización de Argelia como un "crimen contra la humanidad". En aquel momento afirmó que Francia debía pedir "perdón".

Francia realizó su primer ensayo nuclear el 13 de febrero de 1960 al sur de Argelia. Dichas pruebas continuaron hasta 1966, con un total de 17 pruebas nucleares atmosféricas y subterráneas. De estas, 11 se realizaron tras la independencia del país, que provocaron graves consecuencias para la población y el medioambiente.

La aprobación de esta ley coincide con un contexto de alta tensión política entre Argel y París, que estalló desde hace un año y medio, cuando Francia se alineó con la postura marroquí sobre el Sáhara Occidental.