Argüello plantea opciones para un cambio de Gobierno y Sánchez le insta a ir a las elecciones con Abogados Cristianos
- El presidente de la Conferencia Episcopal aboga por cuestión de confianza, moción de censura o elecciones
- Sánchez le insta a respetar el resultado de las urnas y el ministro Bolaños envía a Argüello una nueva carta
Nuevo y sonoro choque entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal. El presidente de la misma y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, cree que ya toca ir a "una cuestión de confianza, una moción de censura o dar la palabra a los ciudadanos" en las urnas para cambiar el Gobierno actual. Le ha respondido el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, quien le ha animado a presentarse a las elecciones con la organización ultraderechista Abogados Cristianos y ha espetado: "El tiempo en que los obispos interferían en la política acabó cuando empezó la democracia en este país".
También el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha remitido una carta a Argüello recordándole su deber de "neutralidad política". Algo similar a lo que hizo el pasado mes de junio después de que el presidente de la Conferencia Episcopal reclamara elecciones anticipadas.
En una entrevista en La Vanguardia, el arzobispo de Valladolid ha defendido la legitimidad de la Iglesia para pronunciarse sobre la situación política. El presidente de los obispos españoles entiende que, pasados cinco meses desde la carta de Bolaños, la situación política "está más bloqueada aún", por lo que se reitera en lo dicho en julio: "Cuestión de confianza, moción de censura o dar la palabra a los ciudadanos. Es decir, lo que prevé la Constitución".
Respecto al estado de las relaciones de la Conferencia Episcopal con el ejecutivo central, Argüello explica que "en los últimos meses, las relaciones con el Gobierno han estado marcadas solo por dos asuntos: el Valle de los Caídos y la reparación a las víctimas de abusos de la pederastia eclesial". Lamenta no haber podido abordar otros asuntos como la educación, para la que pide un Pacto de Estado.
Sánchez: "Cuando gobierna la derecha no dicen eso"
En un mitin de las elecciones de Extremadura, en el que ha defendido que a la gente le "renta" tener un gobierno progresista, Sánchez ha ironizado con que "cuando gobierna la derecha (en la Iglesia) no dicen eso, quieren que se respeten los cuatro años que mandata la Constitución". Además, ha recordado a Arguello que existe una cuarta opción a las que él propone, que es "respetar el resultado electoral aunque no te guste".
En este sentido, le ha recordado que "el tiempo en el que los obispos interferían en la política acabó cuando empezó la democracia en España" y le ha animado a que, "si se quiere presentar a las elecciones", lo haga con la organización ultraderechista Abogados Cristianos "y a ver qué resultado saca".
En la carta remitida por Bolaños a Argüello, le responde que "de sus declaraciones parece deducirse que preferiría que su interlocutor fuesen fuerzas políticas diferentes (Vox y PP)", entendiendo que un Gobierno de tales signos políticos, "que públicamente defendieron la permanencia de los restos de Francisco Franco en una basílica y no han mostrado el menor interés en las víctimas de abusos," sería "más comprensivo hacia las posiciones de su organización". Sin embargo, le espeta que "dicha preferencia personal no es razón suficiente para romper la neutralidad partidista que se le debería presuponer a la Iglesia".
Por ello, le ha pedido expresamente "que se abstenga de romper su neutralidad política y actúe con respeto hacia la democracia y el Gobierno". Dicho esto, le emplaza a abordar los retos a los que se enfrenta la Iglesia y la relación con el Gobierno "con ánimo constructivo y respetando todas las sensibilidades que existen en nuestro país".
Bolaños corrige a Argüello cuando se refiere al Valle de Cuelgamuros como Valle de los Caídos y dice entender que la resignificación del valle y los abusos "son asuntos que para la Iglesia española tienen especial complejidad, dada la claridad y el compromiso del Gobierno en ambos". Así, ha recordado que el Gobierno está convirtiendo Cuelgamuros "en un logar de interpretación de la Guerra Civil y la dictadura y de homenaje a sus víctimas" tras la salida del dictador y, respecto a los abusos, ha abogado por "un sistema de reparación mixto" entre Iglesia y Estado "con procesos seguros para las víctimas", así como reparaciones a cargo de la propia Iglesia en aquellos casos donde ya no sea posible una reparación judicial.
Le ha recordado además que en su misiva del 20 de junio ya argumentó "por qué este tipo de pronunciamientos partidistas no son adecuados en un Estado aconfesional basado en una doble neutralidad y respeto: la de los poderes públicos hacia la libertad de culto de cada persona y de las propias confesiones y la de cada confesión religiosa sobre los titulares del poder político". "Mantengo todas las reflexiones que le trasladé entonces", zanja.
Por su parte, el portavoz del PSOE en el Senado, Juan Espadas, ha reprobado la posición política del presidente de la Conferencia Episcopal y ha recordado que el cardenal Tarancón, que presidió esta institución en la Transición, dijo en su día que "la Iglesia no debe mezclarse en política, no es cosa suya".
El PP defiende el derecho de Argüello a "explicar sus opciones políticas"
Por su parte, la vicesecretaria nacional del PP, Carmen Fúnez, ha manifestado este domingo su respeto por las declaraciones del presidente de la Conferencia Episcopal y ha afirmado que tiene derecho a "explicar sus opciones políticas", a la vez que ha exigido la convocatoria inmediata de elecciones.
Para Fúnez, el presidente de la Conferencia Episcopal tiene el mismo derecho que cualquier español a hacer un análisis de la realidad que está viviendo y a expresar sus opiniones políticas, y ha criticado la respuesta que ha dado Sánchez, al que ha señalado como "acorralado por la corrupción en los tres ámbitos de su actuación", en referencia al Gobierno, al PSOE y a su familia.
Argüello: "El momento actual es singular"
Argüello, a quien en la entrevista se le recuerda que es la primera vez desde 1977 que el presidente de la Conferencia Episcopal pide directamente la salida de un gobierno, replica que este órgano sí ha hecho "pronunciamientos fuertes" en estos años en asuntos como el terrorismo, la situación moral de la sociedad, el aborto, la familia, el derecho a la educación, "y alguno especialmente polémico sobre la cuestión de la nación y las nacionalidades". "El momento actual es singular, con una legislatura sin presupuesto", argumenta el arzobispo.
Además, el presidente de la Conferencia Episcopal Española aboga por una reforma constitucional, aunque dice que "no hay que sacralizar la Constitución, nuestro instrumento básico de convivencia".
Tras la polémica, la Conferencia Episcopal ha defendido que ser miembros de la Iglesia no les impide opinar sobre la vida pública ni dar entrevistas. En un mensaje a través de X, la institución religiosa argumenta que "el hecho mismo de que los medios pregunten a la Iglesia su opinión sobre la actualidad desmiente que la Iglesia deba ser un agente ausente de la vida pública y la opinión social".