Rodrigo Paz Pereira, investido presidente de Bolivia: "El país que recibimos está devastado"
- Pereira asume la Presidencia de Bolivia en un contexto de crisis marcado por la falta de dólares y combustibles
- Ha jurado su cargo para un mandato de cinco años y rompe con 20 de hegemonía de la izquierda
El nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, ha dicho en su primer discurso tras ser investido este sábado que recibe un país "devastado" por la crisis y que el Gobierno saliente ha dejado una "economía quebrada".
"Nos dejan una economía quebrada, con las reservas internacionales más bajas en 30 años, nos dejan la inflación, escasez, deuda, desconfianza", ha afirmado Paz ante los parlamentarios y delegaciones nacionales e internacionales invitadas a su investidura.
Paz Pereira ha añadido que les han dejado "un Estado paralizado, un monstruo burocrático incapaz de servir al pueblo", con "filas interminables" de vehículos que buscan combustible, "mercados vacíos, salarios que no alcanzan". "Nos dejan la peor crisis de las últimas cuatro décadas (...) Nos dejan con una deuda de 40.000 millones. Nos traicionaron y la traición se paga en Bolivia", ha advertido.
"¿Qué carajo nos hicieron con tanta bonanza? ¿Por qué hay gente, familias que no tienen qué comer el día de hoy, si éramos tan ricos con tanto gas y con el litio como futuro? Van a responder a la patria por la pobreza y necesidad de cada boliviano y cada boliviana", ha insistido.
Nuevo ciclo político en Bolivia
Paz Pereira, nacido en Santiago de Compostela (España) en 1967 por el exilio de sus padres, abre un nuevo ciclo político en Bolivia tras haber 20 años de la izquierda en el poder.
"Dios, familia y patria, sí, juro", han sido las palabras que ha pronunciado al tomar juramento del cargo para un periodo de cinco años. Lo ha hecho ante su vicepresidente, el expolicía Edmand Lara, y ante los diputados y senadores electos en los recientes comicios generales que también inician este sábado una nueva legislatura.
El político centrista fue elegido presidente en la inédita segunda vuelta realizada el pasado 19 de octubre, con un 54,96% de los votos, frente a un 45,04 % logrado por su rival, el expresidente conservador Jorge Tuto Quiroga (2001-2002).
A la investidura de Paz han asistido entre otros los presidentes de Argentina, Javier Milei; Chile, Gabriel Boric; Ecuador, Daniel Noboa; Paraguay, Santiago Peña, y Uruguay, Yamandú Orsi, además del subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau.
También ha habido representación española, con la presencia de la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y la vicepresidenta de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera.
Un contexto de crisis
Paz Pereira asume la Presidencia de Bolivia en un contexto de crisis marcado por la falta de dólares y combustibles y el consiguiente encarecimiento de alimentos y algunos servicios.
Una de sus promesas electorales es aplicar un "capitalismo para todos" con créditos baratos para los emprendedores, rebajas de impuestos y de aranceles para la importación de tecnología y vehículos, y acabar con lo que llama el 'Estado tranca', entre otros. El gobernante también se propuso abrir Bolivia "al mundo", salvo a aquellos países "que no tienen democracia", por lo que están ausentes en su investidura los Gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
La llegada de Paz al Gobierno boliviano supone el fin de 20 años de gobierno del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS), con las Administraciones de Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025), ambos también ausentes en la investidura.