Los paramilitares aceptan el alto el fuego humanitario en Sudán propuesto por EE.UU y potencias árabes
- Piden que se cumplan las disposiciones del acuerdo, cuyo contenido no ha trascendido
- El país sufre la peor crisis humanitaria del planeta, entre la hambruna y los posibles crímenes de guerra
El grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) ha aceptado este jueves el alto el fuego humanitario en Sudán propuesto por Estados Unidos, Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) y ha asegurado estar abierto al diálogo para un posible cese de las hostilidades.
"Las Fuerzas de Apoyo Rápido reafirman su conformidad con la tregua humanitaria propuesta por los países del 'Cuarteto' (…) con el fin de paliar las catastróficas consecuencias humanitarias de la guerra y reforzar la protección de la población civil", ha señalado el grupo paramilitar en un comunicado publicado en su canal de Telegram. La nota añade que las FAR "esperan implementar el acuerdo e iniciar de inmediato las conversaciones sobre los arreglos para el cese de hostilidades y los principios fundamentales que guían el proceso político en Sudán".
El anuncio de la tregua se da en un momento clave de la guerra que libran los paramilitares y el Ejército sudanés desde abril de 2023. Las FAR consiguieron hacerse con la ciudad de Al Fasher, capital de Darfur Norte. La toma de esta localidad les dio a los paramilitares control total sobre esta vasta región al oeste de Sudán, clave por sus recursos minerales y sus rutas hacia Chad y Libia.
Las FAR han pedido también ejecutar las disposiciones del acuerdo —cuyo contenido no ha trascendido— para "garantizar la entrega urgente de asistencia humanitaria" en Sudán, escenario de la peor crisis de desplazados y humanitaria del planeta. Más de la mitad de su población se enfrenta a una inseguridad alimentaria grave desde que estalló la guerra.
El Ejército sudanés, por su parte, no se ha pronunciado por el momento al acuerdo de tregua. A principios de esta semana, el Consejo de Seguridad y Defensa, liderado por el Ejército, se reunió, pero no dio una respuesta definitiva a la propuesta, si bien líderes influyentes y aliados dentro del Ejército han expresado su desaprobación.
Posibles crímenes de guerra y hambruna declarada
La guerra estalló en abril de 2023, cuando el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido, en ese momento socios en el poder, se enfrentaron por los planes de integrar sus fuerzas. Desde entonces, la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) ha señalado que los actos cometidos en Al Fasher, capital de Darfur Norte y punto clave en esta guerra por su localización y los recursos que tiene, podrían tratarse de crímenes de guerra y lesa humanidad.
La CPI, además, ha expresado su "profunda alarma" y su "más sincera preocupación". "Estas atrocidades forman parte de un patrón más amplio de violencia que ha afectado a toda la región de Darfur desde abril de 2023", ha alertado.
A los asesinatos en masa de civiles, las violaciones en grupo de niñas y mujeres y la violencia indiscriminada, se ha sumado la hambruna. El lunes, la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), respaldada por la ONU, ha declarado la hambruna en Al Fasher y en Kadugli, localidad al sur de Sudán.