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Análisis | EE.UU.

Dick Cheney como metáfora del viaje político de los EE.UU.: de Darth Vader de George W. Bush a votar por Kamala Harris

  • En los ocho años de presidencia de George W. Bush. Cheney encarnó el mal para sus críticos progresistas
  • Dick Cheney criticó duramente a Donald Trump hasta el punto de votar por la candidata del Partido Demócrata
Muere Dick Cheney, exvicepresidente de EE.UU y figura clave en la guerra contra Irak

Dick Cheney estuvo casi toda su vida adulta en política, en el Congreso de los Estados Unidos y en distintos cargos de Casa Blanca, en el siglo XX trabajó con los presidentes Richard Nixon, Gerald Ford, George H.W. Bush (el padre), pero el relieve internacional y el perfil político que permanecerá de él es el de vicepresidente con George W. Bush. Fue en esos ocho años de mandato cuando se ganó el apodo de Darth Vader, el personaje de la Guerra de las Galaxias. El mal. El propio George W. Bush y el mismo Cheney hicieron suya la comparación que empezó como crítica despectiva.

Para los progresistas y críticos con la presidencia de George W. Bush, Dick Cheney como vicepresidente encarnó el mal de aquellos ocho años. La caricatura: era Cheney y no Bush quien dirigía el gobierno. Él era, según esa lectura, la mente que conocía cómo mover los hilos de la política, cómo negociar en el Congreso, cómo manejar las distintas agencias del Gobierno. La función de un vicepresidente de los Estados Unidos es, en términos futbolísticos, "chupar banquillo", estar ahí listo para sustituir al presidente si este muere (Lindon B. Johnson) o dimite (Gerald Ford), pero no está en primera línea, no tiene verdadero poder ejecutivo. No fue el caso de Dick Cheney. Ningún vicepresidente ha tenido peso en la política como para inspirar películas, Dick Cheney, sí, la película Vice (2018), cuyo título en inglés juega con el cargo de vicepresidente y la palabra vicio.

La principal herencia, y fiasco, de los ocho años de presidencia Bush fue la invasión de Irak de 2003, Cheney fue uno de los principales ideólogos de aquella guerra junto con los llamados neocon, neoconservadores, y la doctrina del ataque preventivo. La justificación de aquella invasión y el derrocamiento de Sadam Husein, fue la existencia, nunca probada, de armas de destrucción masiva. Una campaña de propaganda cuyo anzuelo plantó la Casa Blanca y mordió incluso The New York Times. Más tarde se descubrió cómo el cerebro de Cheney estuvo detrás de aquella maniobra maestra para usar a una periodista y un medio.

Uno de los beneficiarios de la invasión de Irak fue la empresa petrolífera Halliburton, empresa que dirigía Dick Cheney justo antes de asumir el cargo de vicepresidente.

Una personalidad del Medio Oeste, sin rodeos ni pelos en la lengua

El Medio Oeste es en sentido amplio esa parte de los Estados Unidos entre la cordillera de los Apalaches en el este y los estados costeros del oeste. Políticamente, las costas son grosso modo progresistas, el Midwest, el Medio Oeste, es conservador, tradicional y sobre todo representa en el imaginario estadounidense la naturaleza, el espíritu de los pioneros, el sentido común y la falta, incluso alergia, a la sofisticación. Dick Cheney, nacido en Nebraska y se hizo en Wyoming antes de echar raíces en la capital de la política, Washington. Cheney fue el epítome de un insider, conocedor interno, de Washington, al tiempo que blandía su sentido común del Medio Oeste como principal activo. Parecía tener una piel muy dura para las críticas, que parecían no afectarle.

Cheney era pescador de río y cazador. En una cacería, Cheney disparó a unas perdices, pero le dio a un compañero a quien hirió en la cara y el cuello. Comentándolo Cheney no se fue por las ramas y lo asumió con una frase que se hizo famosa: "Soy el tipo que le dio al gatillo" (I'm the guy who pulled the trigger).

Un conservador de los de antes, hasta votar por Kamala Harris

Contaban que cuando viajaba por el país, Cheney requería a los hoteles donde iba a alojarse que tuvieran el televisor con la conservadora FoxNews sintonizada por defecto. Dick Cheney era un conservador, su familia ha sido un clan político con el apoyo público incondicional de su mujer Lynne, y su hija Liz. El valor supremo del amor familiar los Cheney lo demostraron aceptando y defendiendo en público la homosexualidad de una de sus hijas, Mary. Mary y su hoy esposa, Heather, han estado en todos los actos públicos importantes de Dick Cheney. Y Cheney compatibilizó eso con las posiciones de su partido, que hizo campaña contra el matrimonio de personas del mismo sexo.

Liz Cheney siguió los pasos políticos de su padre en el Partido Republicano, su labor más destacada la ejerció como congresista en la comisión de investigación por el asalto al Congreso el 6 de enero de 2021. Fue tal vez la interrogadora más incisiva contra el entorno del nuevo líder de su partido, Donald Trump, y su connivencia con aquel intento de golpe de Estado. Los Cheney son de los republicanos que sienten que su partido ha sido secuestrado o se ha doblegado al trumpismo, hasta el punto de que Liz abandonó el partido, después de que los votantes del partido la abandonaron a ella, y en las últimas elecciones el año pasado hizo campaña junto a la candidata y vicepresidenta demócrata, Kamala Harris, con tal de derrotar a Donald Trump. En uno de los actos declaró: "Dick Cheney votará a Kamala Harris".

Esa frase resume el viaje político que han hecho los Estados Unidos en general y el Partido Republicano en particular, la derecha se ha radicalizado tanto que Dick Cheney, el epítome del mal para los progresistas, que criticó a menudo la presidencia de Barack Obama, acabó apoyando y votando a la candidata demócrata.