Muere la reina madre Sirikit de Tailandia a los 93 años
- La antigua monarca llevaba alejada de la vida pública desde que sufrió un derrame cerebral en 2012
- Su muerte ocurre en un momento de incertidumbre sobre el futuro de la monarquía
La reina madre Sirikit, madre del actual monarca de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, ha fallecido la noche del viernes a los 93 años, según ha informado la Oficina de la Casa Real.
Alejada de la vida pública desde que sufrió un derrame cerebral en 2012, la reina ha muerto "tranquila" en un hospital de Bangkok a las 21.21 hora local (16.21 hora peninsular). La Casa Real ha precisado que Sirikit, hospitalizada desde 2019, había sufrido recientemente una infección en la sangre.
El comunicado asegura que el rey Vajiralongkorn ha emitido "una Orden Real para que la Oficina de la Casa Real organice el Funeral Real con los más altos honores, según la tradición real" y que el cuerpo de la reina madre yacerá en el Salón del Trono Dusit Maha Prasat del Gran Palacio.
Tras conocer la noticia, el primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, ha anunciado que viajará a Malasia para la firma de un acuerdo de alto el fuego ampliado con Camboya, pero no asistirá a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico la próxima semana y volverá a Tailandia.
"La Jackie Kennedy de Asia"
Sirikit, reina madre de Tailandia, fue conocida en su juventud por su imagen glamorosa, llegando a ser llamada la "Jackie Kennedy de Asia". En su país, representaba un símbolo de unidad y continuidad frente a las crisis y estuvo estrechamente ligada al rey Bhumibol Adulyadej, quien reinó desde 1946 hasta su muerte en 2016, siendo madre del actual monarca, Maha Vajiralongkorn (Rama X). En esta monarquía constitucional, donde el rey no ejerce funciones políticas, la pareja simbolizaba la estabilidad de la nación y la continuidad de la institución en un país que ha vivido más de una docena de golpes de Estado desde 1932.
Durante el largo y venerado reinado de Rama IX, de la dinastía Chakri, la reina Sirikit fue una compañera inseparable del monarca y una figura admirada tanto en Tailandia como en el extranjero. Su sonrisa constante y su estilo refinado la convirtieron en un icono de elegancia, comparable a otras figuras de la realeza y la política mundial como Farah Diba o Grace Kelly.
Su proyección internacional se consolidó en 1960, cuando acompañó al rey Bhumibol en una extensa gira que los llevó a visitar cuarenta países, entre ellos España, donde fueron recibidos con todos los honores por el dictador Francisco Franco y su esposa, Carmen Polo. En esa ocasión, Sirikit recibió la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
Su imagen sigue presente en retratos oficiales. En los años 70, en una entrevista con la BBC, afirmó: "No tenemos realmente vida privada, porque somos considerados el padre y la madre de la Nación". En esa época proyectó una monarquía moderna, asistía a conciertos de jazz con el rey y aparecía en revistas como Time y Paris Match, que la llamaron "la reina más bonita del mundo".
El pueblo tailandés llora la muerte de la reina madre Sirikit en el Hospital Conmemorativo del Rey Chulalongkorn en Bangkok, Tailandia. RUNGROJ YONGRIT / EPA
Llevó la seda tailandesa al mundo
Nacida el 12 de agosto de 1932 en Bangkok, hija de un diplomático tailandés, Sirikit creció en Europa, donde conoció a Bhumibol mientras él estudiaba en Suiza. Se comprometieron en 1949 y se casaron en 1950, pocos días antes del coronamiento del rey. Tuvieron cuatro hijos, incluido el actual monarca. Siempre elegante, colaboró con el prestigioso diseñador Pierre Balmain, creando atuendos de seda tailandesa y apoyando la preservación de las técnicas tradicionales, lo que contribuyó a revitalizar la industria de la seda en el país.
Durante más de cuatro décadas, viajó con el rey a aldeas remotas, promoviendo proyectos de desarrollo rural para los más pobres, actividades que se transmitían cada noche en el Boletín Real. Fue regente brevemente en 1956, cuando su esposo se retiró temporalmente a un templo para convertirse en monje budista, un rito de paso común en Tailandia. En 1976, su cumpleaños, el 12 de agosto, se convirtió en Día de la Madre y feriado nacional.
De regreso en su país, Sirikit dedicó gran parte de su tiempo a respaldar fundaciones reales y organizaciones civiles y paramilitares que, en el contexto de la Guerra Fría, defendían la monarquía frente al avance del comunismo. Admiradora de la legendaria reina Suriyothai —la esposa del rey Chakkraphat que, según la tradición, murió heroicamente en el siglo XVI al combatir vestida de soldado sobre un elefante para salvar al rey y al reino—, Sirikit quiso encarnar también ese ideal de sacrificio y lealtad a la nación.
Incertidumbre en torno al futuro de la monarquía
Aunque oficialmente apolítica, intervino en ocasiones. En 1998 instó a los tailandeses a apoyar al primer ministro Chuan Leekpai, afectando los planes de la oposición de forzar un voto de no confianza. Posteriormente, se vinculó al movimiento People’s Alliance for Democracy (PAD), cuyos protestas contribuyeron a la caída de gobiernos aliados a Thaksin Shinawatra. En 2008, asistió al funeral de un manifestante del PAD muerto en enfrentamientos con la policía, mostrando su discreto respaldo a la causa.
Su fallecimiento llega en un momento de incertidumbre sobre el futuro de la monarquía, que aún no ha confirmado la sucesión del actual rey, de 73 años. Aunque sigue siendo una institución muy respetada, la familia real se enfrentó en 2020 a una ola de protestas lideradas por jóvenes que reclamaban reformas políticas.
No obstante, su muerte será recibida con profunda reverencia en un país donde la crítica hacia la realeza está restringida por las estrictas leyes de lesa majestad, que contemplan penas de prisión, incluso por ofensas a miembros fallecidos.