La izquierdista Catherine Connolly será la nueva presidenta de Irlanda tras imponerse a la democristiana Heather Humphreys
- Su victoria demuestra que existe una alternativa al bipartidismo de centroderecha que gobierna el país
- La candidata rival le ha deseado "lo mejor" y confía en que sea "una presidenta para todos"
La izquierdista Catherine Connolly será la nueva presidenta de Irlanda tras ganar en las elecciones a la democristiana Heather Humphreys. Pese a que supone un puesto principalmente representativo, demuestra que existe una alternativa al bipartidismo de centroderecha que gobierna el país desde hace casi una década.
Con el 63% de los votos de los comicios del viernes, Connolly, que era diputada independiente, será la próxima jefa de Estado, tras derrotar contundentemente a Humphreys, del gobernante partido Fine Gael, en el poder desde 2011 y en el Ejecutivo desde 2016 con el otro gran partido nacional, el centrista Fianna Fáil.
"Estoy absolutamente encantada con el resultado y quiero dar la gracias a todos los que me han apoyado. De hecho, quiero dar las gracias a todo el mundo, incluso a aquellos que no me votaron", ha dicho Connolly en su primer gesto de apertura de cara a los que la tachan de radical.
Por su parte, Humphreys, de 62 años y con amplia experiencia ministerial, ha felicitado a su rival, le ha deseado "lo mejor" y confía en que sea "una presidenta para todos". Pese a la popularidad de Connolly, sobre todo entre la juventud, y el bagaje político de Humphreys, ninguna llegó a generar gran entusiasmo durante la campaña, en la que casi la mitad del electorado dijo no sentirse representado por ellas.
Un puesto simbólico que da esperanza a la izquierda
La décima jefa de Estado -la tercera mujer en el puesto- afronta el reto de desempeñar un cargo unificador en un país donde algunos sectores la consideran bien como un símbolo de cambio o como una extremista, con repercusiones, dicen, para las relaciones internacionales por su historial de críticas a la Unión Europea, EE.UU. o la OTAN.
Aunque la presidencia es casi simbólica y tiene poderes muy limitados, la candidata de la coalición de izquierdas del Dáil (cámara baja) propone "optimismo y esperanza" frente al "cinismo y negatividad" de la vieja política, ha asegurado Mary Lou McDonald, líder del Sinn Féin y de la oposición. "Es una victoria espectacular para las fuerzas combinadas de la oposición sobre las políticas acabadas del Fianna Fáil y Fine Gael", ha subrayado la dirigente nacionalista, quien celebra asimismo su decisión de no presentar candidato propio para respaldar a Connolly.
La líder del partido Laborista de Irlanda, Ivana Bacik, ha celebrado la victoria de Connolly, quien precisamente empezó su carrera política en esta formación, pero ha querido llamar la atención sobre la gran cantidad de votos nulos depositados al escribir los votantes en la papeleta sus quejas sobre la situación del país, e incluso amenazas contra los representantes públicos.
"Primero, hay que tomárselo en serio. Debemos analizar las preocupaciones de la gente y por qué se sintieron no representados por los candidatos en estas elecciones", ha explicado a RTE antes de condenar algunos de los mensajes, de marcada tendencia "antidemocrática".