La presidenta del Louvre reconoce la insuficiencia del sistema de cámaras perimetrales: "El robo es una herida inmensa"
- "Las alarmas y los vídeos funcionaron", pero no "detectaron la llegada de los ladrones", sostiene la responsable
- Propone instalar una comisaría de policía dentro del museo como refuerzo para su seguridad
Sin detenidos tres días después del robo del siglo en el Louvre, mientras avanza la investigación, la mirada se centra en seguridad del museo: ¿cómo ha podido ocurrir? La presidenta de la pinacoteca, Laurence des Cars, ha comparecido en el Senado francés para explicar lo que se sabe y las posibles deficiencias de seguridad, entre ellas la posible insuficiencia del sistema de cámaras perimetrales. También ha desvelado que presentó su dimisión a la ministra de Cultura, Rachida Dati, que no la aceptó.
"El ataque del domingo nos recuerda que la violencia criminal no se detiene. El Louvre no está exento de la brutalización creciente de la sociedad. Ocurrió lo que todos nos tememos en un museo, el robo de unas obras. Es una herida inmensa la que se nos ha infligido. Lo digo como presidenta, conservadora y ciudadana", ha declarado Des Cars, que ha detallado los hechos en bruto de los siete minutos que ha conmocionado a Francia:
09.30 h: "Un camión grúa se posiciona en la Avenida François Mitterrand. Cuatro personas con chaleco de obra suben y acceden al museo rompiendo la ventana a las 09.34 h".
09:34 h: "El detector de alarmas se activa y transmite la señal. Un agente llama para detectar la intrusión y se activan las alarmas de la Galería Apolo".
09:35 h: "Se comunica a la policía que hay un robo en el Louvre".
09:37 h: "Los delincuentes salen de la escena del crimen llevando nueve piezas".
"En los alrededores, los equipos de seguridad persiguen a los criminales para impedir que accedan a sus vehículos y ahí pierden la corona".
Sobre la restauración de la preciada corona de la emperatriz Eugenia, que los ladrones del museo dejaron escapar durante su huida este domingo, des Cars ha señalado que es "complicada", pero "posible". "Los hallazgos iniciales sugieren que la restauración es complicada pero posible, aunque obviamente debemos ser muy cuidadosos", ha indicado. La corona "en efecto, resultó bastante dañada, no por la caída, sino probablemente por haber sido sacada de la vitrina", ha agregado la presidenta.
Una comisaría dentro del Louvre como refuerzo para su seguridad
La presidenta ha agradecido el trabajo de los agentes de seguridad del museo durante el robo. "Nuestros agentes no van armados, estaban presentes en la Galería Apolo y gracias a su profesionalidad evacuando a los visitantes nadie corrió peligro".
Ha defendido que los sistemas de seguridad existentes funcionaron correctamente, pero que no se detectó con la rapidez suficiente la llegada del comando de ladrones que robaron ocho joyas de un valor patrimonial "incalculable" porque el dispositivo de cámaras de protección exterior es insuficiente, apuntando al conocimiento que los ladrones tenían de la brecha de seguridad. "Las debilidades en nuestra protección perimetral son conocidas e identificadas", ha dicho la presidenta.
Entre las soluciones para mejorar la seguridad, la presidente ha apuntado a la instalación de una comisaría de policía en el interior mismo del museo.
También ha contextualizado las dificultades específicas que supone la seguridad del Louvre. "Hace años que acometemos obras de restauración. No hay que olvidar que es un museo y un palacio. Las averías se han multiplicado, hay obsolescencia de nuestros equipos técnicos e inadaptación del edificio ante el cambio climático", ha expuesto.