La derecha boliviana se disputa el poder en la segunda vuelta electoral tras 20 años de Gobiernos de izquierdas
- El candidato de centroderecha, Rodrigo Paz Pereira, y el derechista Jorge 'Tuto' Quiroga, aspiran a la presidencia
- Es la primera vez que el país andino celebra una segunda vuelta y que la derecha llega tan lejos en dos décadas
Este domingo, Bolivia vivirá uno de los momentos que marquen su historia reciente. Los nueve millones y medio de ciudadanos llamados a las urnas decidirán quién gobernará el país los próximos cinco años: lo harán en una segunda vuelta electoral, la primera que celebra Bolivia desde que esta posibilidad entró en la Constitución en 2009, y será entre dos candidatos de derechas después de 20 años de la izquierda boliviana en el poder.
Las elecciones presidenciales del 17 de agosto colocaron en primera posición a Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), de centroderecha, con el 32,14% de los votos, seguido del expresidente de derechas Jorge 'Tuto' Quiroga, de la Alianza Libre, con el 26,81% de los votos. En tercera posición quedó el empresario opositor, también de centroderecha, Samuel Doria Medina, líder en las encuestas y que ya ha prometido su apoyo a Paz Pereira en la segunda vuelta por haber salido vencedor.
La izquierda boliviana, el Movimiento al Socialismo (MAS), perdió así el poder tras dos décadas al frente del país con los Gobiernos de Evo Morales y Luis Arce Catacora. El expresidente Morales (2006-2019), impedido por la Constitución a presentarse a un cuarto mandato presidencial (el máximo son tres), llamó a sus seguidores al voto nulo. Este obtuvo un 19%, más que Doria Medina, y Morales celebró ese "tercer lugar". El líder indígena reconoció que los resultados le habían "sorprendido" y aseguró que respetaría los resultados electorales.
Los expertos coinciden en que la campaña electoral de esta segunda vuelta ha estado muy polarizada. Ambos candidatos han prometido salvar Bolivia, reflotar la economía (al 25% anual), solucionar la falta de dólares y carburantes en el país, y luchar contra la corrupción y el narcoterrorismo. Mientras, los bolivianos, que llevan meses enfrentándose a una grave crisis económica, política y social, miran con esperanza lo que puedan traer estos próximos cinco años de nuevo Gobierno.
Rodrigo Paz Pereira: el candidato sorpresa
Rodrigo Paz Pereira (Santiago de Compostela, 1967) fue el candidato sorpresa. Las primeras encuestas le situaban en la cola de los nueve candidatos que se presentaron a la primera vuelta. Pero la intención de voto cambió y, en agosto, la última encuesta lo situó en tercera posición.
Hijo de madre española y padre boliviano —el expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993)—, Paz Pereira vivió su infancia y juventud en diferentes países: sus padres se tuvieron que exiliar, perseguidos por las dictaduras militares de Hugo Banzer Suárez (1971-1978) y Luis García Meza (1980-1981). Experimentó la violencia política en su seno familiar: su madre sobrevivió a un inexplicable accidente de coche durante su exilio en Colombia y su padre a uno de avión, posiblemente un atentado. Las llamas desfiguraron la cara y provocaron grandes quemaduras a Paz Zamora, el único superviviente del accidente.
Paz Pereira, economista, graduado en Relaciones Internacionales y con una maestría en Gestión Política por la American University de Washington D.C. (Estados Unidos), arrancó su carrera política en las filas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), partido con ideas filomarxistas fundado por su padre en 1971 y desaparecido en 2006. Tras varios años de experiencia en el sector público como senador y diputado, en 2015 salió elegido como alcalde de la ciudad sureña de Tarija.
El posible futuro presidente de Bolivia ha planteado para la próxima legislatura una "Agenda 50/50", con su lema "Política al servicio de la gente". La propuesta incluye una descentralización del Estado, el acceso a créditos asequibles, una reforma económica y judicial y la lucha contra la corrupción.
El hispano-boliviano ha prometido "el fin a las empresas públicas deficitarias" y la reducción de ministerios, y ha asegurado en su cuenta de X que la "propuesta del 50% para el Estado central y 50% para las regiones busca triplicar o cuadruplicar el presupuesto de salud y educación".
"Capitalismo para todos, no para unos cuantos", es una consigna que Paz Pereira ha repetido en varias ocasiones. Su intención es abrir el mercado boliviano, facilitar las importaciones, posibilitar el acceso a créditos asequibles para reducir la economía informal (que constituye el 85% del país) y normalizar las relaciones con Estados Unidos. "Vienen tiempos mejores. Bajar aranceles, bajar impuestos, platita para todos", señaló Paz Pereira hace unos meses.
Sin embargo, durante toda su campaña, se ha mostrado contrario a pedirle dinero al Fondo Monetario Internacional (FMI) para salvar la economía boliviana. "Soy contrario a cualquier crédito del Fondo Monetario Internacional. En Bolivia la plata alcanza para reactivar nuestra economía", señaló unos días antes de las elecciones de agosto. En otras declaraciones a una radio local, también antes de la primera vuelta, reiteró que no iba a pedir dinero al FMI: "En Bolivia, si no roban, alcanza".
Jorge 'Tuto' Quiroga: un cambio "radical" para Bolivia
Vicepresidente durante el Gobierno del antiguo dictador Hugo Banzer y férreo opositor de los Gobiernos de izquierdas del MAS, Jorge 'Tuto' Quiroga (Cochabamba, 1960) cuenta con una larga carrera política. En 2001 sustituyó a Banzer por enfermedad y se ocupó de la transición constitucional durante el año siguiente. Se postuló como candidato presidencial en las elecciones de 2005 y 2014, quedando en segunda y tercera posición, respectivamente.
'Tuto' Quiroga, graduado con cum laude en Ingeniería Industrial en la A&M University de Texas (Estados Unidos), ha pasado por varias formaciones políticas, desde la dictatorial Acción Democrática Nacionalista hasta el Partido Demócrata Cristiano (actual partido de su rival Paz Pereira). Actualmente lidera la Alianza Libre, formada por el partido centroderechista Movimiento Demócrata Social y el Frente Revolucionario de Izquierda.
"No somos ni de derechas ni de izquierdas, somos responsables y prácticos", reza el Plan de Gobierno 2025-2030 de Quiroga. El expresidente ha prometido romper con el legado de Morales y dar un cambio "drástico y radical" a la economía de Bolivia: "El país está en quiebra", declaró en agosto durante una entrevista a Reuters.
Entre las medidas que plantea 'Tuto' Quiroga, destaca la reducción del gasto público con "motosierra, machete y tijera", descentralizar los servicios de salud y educación, digitalizar el Estado, fomentar el empleo joven y luchar contra la narcocriminalidad y la corrupción. También apuesta —al igual que Paz Pereira— por romper relaciones con el bloque bolivariano y acercarse a EE.UU. Pero, a diferencia de su rival, Quiroga ha señalado que si llega al poder sí pedirá un rescate financiero al FMI.
Otra de sus propuestas es la "propiedad popular". Es decir, facilitar la participación de los ciudadanos en el accionariado de las empresas estatales a través de "títulos de valor intransferibles". "Queremos convertir al pueblo boliviano en el dueño de nuestras empresas nacionales. Para eso, nuestras empresas deben pertenecer de verdad a los bolivianos y no a los gobernantes de turno que saquean las empresas", señala el plan de Gobierno de Quiroga.
Los resultados de este domingo determinarán el grado en que Bolivia, un país con un largo legado de Gobiernos de izquierdas, virará a la derecha. El futuro presidente se enfrentará a un país que sufre "un problema de fondo", según coinciden varios expertos, con una multicrisis y a punto del colapso económico.