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De la burbuja a una vida normal: una terapia experimental consigue salvar a niños con una enfermedad grave

  • Un tratamiento génico ha restaurado el sistema inmune en 59 de 62 niños nacidos con ADA-SCID
  • Eliana Nachem tuvo que vivir aislada del mundo, pero ahora lleva una vida como la de cualquier otra niña de su edad
De la burbuja a una vida normal: una terapia experimental consigue salvar a niños con una enfermedad grave
RTVE.es

Con once años recién cumplidos, Eliana Nachem ha comenzado sexto de primaria con la ilusión de convertirse algún día en artista. Para esta joven de Fredericksburg (Virginia, EE. UU.), la vuelta al colegio ha sido igual que la de millones de niños en todo el mundo, con la emoción propia del momento: el reencuentro con sus compañeros, los nuevos profesores, los cuadernos por estrenar o los nervios de la noche anterior. Sin embargo, aunque esta escena cotidiana pueda parecer que no tiene nada de especial, hasta hace no mucho tiempo era algo inalcanzable para ella. A los tres meses de nacer, en 2014, a Eliana le diagnosticaron ADA-SCID, una rara inmunodeficiencia grave que la obligó a vivir aislada del mundo.

En casa no podía haber mascotas ni visitas; el aire pasaba por filtros HEPA las 24 horas y todos los alimentos y juguetes se esterilizaban antes de que los tocara. "Tuvimos que regalar a nuestro perro y a nuestro gato. No podía salir al exterior, y yo tuve que dejar de amamantarla”, recuerda su madre, Caroline. "La leche artificial debía consumirse en menos de una hora o tirarse. Cualquier cosa que pudiera tener gérmenes era una amenaza”, agrega.

Ante la disyuntiva entre un trasplante de médula ósea o una terapia génica experimental, Caroline y su marido, Jeff, estudiaron a fondo ambas alternativas. La llamada del doctor Donald Kohn, desde la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), inclinó la balanza: los últimos resultados con otro paciente eran tan prometedores que, según Caroline, "fue como recibir un ramo de flores por teléfono", y "en ese momento supimos que debíamos intentarlo".

En septiembre de 2014, cuando Eliana tenía diez meses, recibió en UCLA sus propias células madre corregidas genéticamente, capaces de producir un sistema inmunitario funcional. Sus padres presenciaron la infusión como un "renacimiento”. "Recuerdo pensar: ha vuelto a nacer, y ahora solo nos queda verla crecer”, cuenta Caroline.

Diez años después, la promesa científica del doctor Kohn se ha cumplido. Pese a algunas complicaciones durante los primeros meses de recuperación, Eliana lleva una vida completamente normal: va a una escuela pública, juega al baloncesto y disfruta de la infancia libre y despreocupada que sus padres creían imposible. "Ahora lo más complicado es que entra en secundaria y ya empieza a mandarme ella a mí”, bromea Caroline. "Estoy eternamente agradecida a todos los que hicieron posible esta terapia génica: científicos, médicos, técnicos, enfermeras, personal del hospital... Todos los que contribuyeron a que existiera y le salvara la vida”.

Una terapia génica logra ser eficaz a largo plazo en niños con una enfermedad rara grave.

Seis de los pacientes que recibieron terapia génica para ADA-SCID entre 2012 y 2019. CORTESÍA FAMILIAS DE LOS PACIENTES via UCLA

Restauración del sistema inmune con una tasa de éxito del 95%

El trastorno que padecía Eliana, conocido como inmunodeficiencia combinada grave debida a la deficiencia de adenosina deaminasa, o ADA-SCID, está causado por mutaciones en el gen ADA, que produce una enzima esencial para la función inmune. Para los niños con esta condición, actividades cotidianas como ir al colegio o jugar con amigos pueden provocar infecciones peligrosas que se convierten en una grave amenaza. Si no se trata, ADA-SCID puede ser fatal durante los primeros dos años de vida.

Sin embargo, una terapia génica experimental desarrollada por investigadores de UCLA, University College London y el Great Ormond Street Hospital (GOSH) de Londres ha conseguido restaurar y mantener la función del sistema inmune en 59 de 62 niños nacidos con ADA-SCID. Uno de ellos es Eliana.

Además, un seguimiento a largo plazo muestra una tasa de éxito del 95% y ninguna complicación grave en el estudio más grande llevado a cabo hasta ahora sobre esta terapia génica. Para los 59 pacientes tratados con éxito, la función inmune se ha mantenido estable más allá del periodo inicial de recuperación, sin que se reporten complicaciones.

Los tratamientos estándar actuales —trasplante de médula ósea de un donante compatible o inyecciones semanales de enzimas— tienen limitaciones y riesgos potenciales a largo plazo. Pero esta terapia génica experimental ofrece un nuevo enfoque. Los médicos recogen las células madre de sangre del niño y usan como vector un lentivirus modificado para entregar una copia sana del gen ADA. Una vez reinyectadas al paciente, las células madre corregidas comienzan a generar células inmunes capaces de combatir infecciones. El desarrollo de las células inmunes empieza poco después de que las células madre modificadas se reintroducen, pero se requiere un periodo de seis a doce meses para que el sistema inmune se reconstituya hasta niveles normales.

Resultados a largo plazo

En un estudio publicado en 'The New England Journal of Medicine', el autor principal senior, Donald Kohn de UCLA, y los coautores principales Katelyn Masiuk y Claire Booth del GOSH reportan los resultados a largo plazo de niños tratados con la terapia génica entre 2012 y 2019. "Estos resultados son lo que esperábamos cuando comenzamos a desarrollar este enfoque”, asegura Kohn, profesor de microbiología, inmunología y genética molecular; así como miembro del Eli and Edythe Broad Center of Regenerative Medicine and Stem Cell Research de UCLA. "La durabilidad de la función inmune, la consistencia a lo largo del tiempo y el perfil de seguridad sostenido son increíblemente alentadores”, valora.

Otro punto importante a tener en cuenta es que más de la mitad de los niños tratados recibieron una preparación congelada de las células madre corregidas, y han mostrado resultados similares a los de aquellos que recibieron células madre no congeladas. El éxito del método de criopreservación tiene importantes implicaciones para hacer la terapia más accesible en todo el mundo.

Con el apoyo del California Institute for Regenerative Medicine, el equipo de UCLA ahora trabaja para completar los pasos necesarios para solicitar la aprobación de la FDA (el regulador estadounidense). "Nuestro objetivo es tener esta terapia aprobada por la FDA en dos o tres años”, asegura el doctor Kohn. "Los datos clínicos respaldan fuertemente la aprobación, y ahora necesitamos demostrar que podemos fabricar el tratamiento bajo estándares farmacéuticos comerciales”, agrega.