El exjefe del FBI que investigó la injerencia rusa en la campaña de 2016 se declara no culpable en su juicio
- Fue acusado tras investigar los supuestos vínculos de la campaña electoral de 2016 con Rusia
- Trump le destituyó en 2017 y en su segundo mandato se ha convertido en uno de sus objetivos de venganza
El exdirector del FBI James Comey se ha declarado no culpable este miércoles de declaración falsa y obstrucción, cargos con los que fue imputado tras investigar los supuestos vínculos de la campaña electoral de 2016 del presidente Donald Trump con Rusia.
Comey fue acusado en septiembre de obstrucción a una comisión de investigación parlamentaria y de falsedad en sus declaraciones ante el Congreso. Su abogado, Patrick Fitzgerald, se ha declarado "no culpable" en su nombre durante la lectura de cargos en un tribunal federal de la ciudad de Alexandria, en el estado de Virginia, donde también se ha solicitado un juicio con jurado, que tendrá lugar el 5 de enero.
En la sesión inicial, que había sido adelantada un día por cuestiones de seguridad, Comey ha sido autorizado a seguir en libertad sin condiciones. A las puertas del tribunal, algunos manifestantes han congregado con pancartas en las que se leía "represión de la oposición", "acusaciones falsas" o "juicio espectáculo".
Uno de los objetivos de Trump
El antiguo jefe de la Policía federal fue destituido por Trump en 2017, durante su primer mandato, mientras el FBI investigaba una posible injerencia rusa en la campaña presidencial de 2016. Desde entonces, es uno de los objetivos de la venganza del presidente. En septiembre, el mandatario presionó públicamente a su ministra de Justicia, Pam Bondi, para que persiguiera a sus rivales políticos y mostró su sorpresa en su red social, Truth Social, por el hecho de que Comey aún no hubiera sido acusado.
Tras su imputación, Trump celebró que se había hecho "justicia en Estados Unidos" y anunció que "uno de los peores seres humanos" del país había sido acusado formalmente. Comey aseguró entonces en un vídeo publicado en Instagram que era inocente y que, pese a estar siendo "destrozado por el departamento de Justicia", tenía "una gran confianza en el sistema judicial federal".
En concreto, el Tribunal acusa a Coney de mentir al Congreso durante su comparecencia en septiembre de 2020, cuando negó ser el responsable de la filtración de información a la prensa sobre la investigación sobre los vínculos de Trump con Moscú. Las acusaciones fueron presentadas en el Distrito del Este de Virginia por la recién nombrada fiscal principal interina Lindsey Halligan, exabogada personal de Trump, elegida tras la renuncia del anterior fiscal por supuestamente recibir presiones del presidente.
De ser declarado culpable, Comey enfrentaría hasta cinco años de prisión, aunque expertos legales y antiguos fiscales han insistido en que el caso contra el exjefe del FBI será difícil de probar.