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Fuenteovejuna: "Habla de un tiempo que estamos viviendo, con liderazgos brutales y rupturas de protocolo"

  • Rakel Camacho dirige a la Compañía Nacional de Teatro Clásico en esta versión de Lope
  • Presentada en Almagro, la obra se estrena en Madrid este jueves en el Teatro de la Comedia
Fuenteovejuna vuelve a alzarse contra la tiranía en el Teatro de la Comedia
El actor Chani Martín aparece como un caballero de la orden de Calatrava, cortesía del Museo del Prado. CNTC

Han pasado más de 400 años, pero los versos de Lope de Vega siguen resonando contra la tiranía. El pueblo unido castiga al opresor que mancilla a las mujeres y humilla a sus vasallos. Fuenteovejuna vuelve en una adaptación de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), que se estrena este jueves en Madrid.

"Fuenteovejuna es un latido que viene a traer recuerdos, memoria y presencia de toda la historia de la humanidad en su violencia", destaca su directora Rakel Camacho. De esta pieza, una de las más emblemáticas del teatro del Siglo de Oro español, "su contemporaneidad es incontestable y es implacable".

Esta versión de Fuenteovejuna, fue presentada en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, el pasado mes de julio. Ahora tiene que adaptarse a un escenario de dimensiones más reducidas, el del Teatro de la Comedia, en el que la cercanía del público es mayor.

Camacho apunta que el protagonista es el pueblo: "Hay un tirano que ejerce una violencia desmedida, que traspasa todo límite y que persigue el amor porque no lo conoce". El amor también está muy presente en los versos de Lope de Vega y está "muy polarizada esa idea de amor y violencia, amor y opresión, amor y tiranía, amor y esclavitud".

Liderazgo brutal

La dramaturga María Folguera cree que "Fuenteovejuna nos habla de un tiempo, de un cambio de paradigma como el que estamos viviendo, en el que se ejercen liderazgos brutales, rupturas de protocolo". Relaciona la rotura de la vara del alcalde que hace el comendador con la rueda de prensa en la que Trump humilló a Zelenski.

A su juicio, ese liderazgo tan brutal que ejerce el comendador es "un canto del cisne", en el sentido de que algo se está muriendo (los reinos medievales frente al Estado nación) y la reacción es aferrarse muy fuerte al poder.

Chani Martín encarna al protagonista, un personaje que le ha afectado y del que no ha podido desprenderse con facilidad. "La violencia de este comendador me ha traspasado en algunos momentos y también la circunstancia del mundo en el que estamos ahora mismo". Con la voz entrecortada por el llanto, confiesa que ejercer el papel con poderío y compromiso le hace "estar del lado de los que odio".

Más recompuesto, añade luego que, pese a la violencia atávica que domina al ser humano, confía que, al final, aunque lleve mucho tiempo, triunfe el amor, la otra gran fuerza vital.

Mujeres de armas tomar

Hasta la llegada del siglo XX, Fuenteovejuna fue una obra poco conocida dentro del repertorio del Fénix de los ingenios. La revolución rusa descubrió su fuerza y las versiones se han sucedido (la 1999 de Ana Rossetti incluyó a actrices palestinas en escena), pero siempre giran en torno a la arenga de Laurencia: una mujer desgarrada que llama a tomar las armas contra el comendador.

Cristina Marín-Miró, la actriz que encarna a Laurencia, señala que "cada verso de esta obra abre melones de rabiosa y horrible actualidad", desde la violencia machista a la situación en Gaza o el trumpismo rampante.

La intérprete subraya la magia del teatro clásico en el que "la voz de un señor que pensó unas cosas hace 400 años te hable de lo que acabas de ver en Instagram hace media hora". Las mujeres se alzan en esta obra porque "sus cuerpos han sido atravesados por violencias" mientras que" los hombres discuten cuando lo que se necesita es hacer" como cuando el debate se centra en la palabra "genocidio", en lugar de actuar para frenar la masacre de Gaza.

Basada en hechos reales

"Cuando se alteran

los pueblos agraviados, y resuelven,

nunca sin sangre o sin venganza vuelven".

Lope de Vega reconstruye los hechos ocurridos una noche del mes de abril de 1476, en la que los habitantes del pueblo cordobés de Fuente Ovejuna dieron muerte a pedradas a Fernan Gómez de Guzmán, Comendador Mayor de Calatrava, por los agravios sufridos.

Esta adaptación conserva la trama de los reyes y la guerra, reflejo de un mundo sumido en el conflicto; reflexiona sobre las reacciones del pueblo entre el servilismo, la ira y la euforia -todos podemos ser el alcalde Esteban, o Laurencia, o quizá el esbirro Flores-, y subraya el humor y la ternura característicos de Lope.

Alberto Velasco encarna a Mengo, el tonto del pueblo, y destaca la diversidad del elenco en escena con "todo tipo de edades, todo tipo de cuerpos", algo que no se suele ver en el teatro: "Entonces que esté sucediendo aquí, representando todo el horror que hay en el mundo, pues es emocionante".

Entre las versiones, es destacable la ficción sonora de Radio Nacional Fuenteovejuna en el frente 1936, en la que la acción se traslada a la Guerra Civil.

"Esta Fuenteovejuna quiere mirar al pasado para no olvidar, para comprender nuestros orígenes, para acercarnos al centro de la esencia humana a través de la música, lo ancestral, la vibración del verso y de los cuerpos conviviendo en una comunidad con la que compartimos historia", remata Camacho.