Enlaces accesibilidad

Robert Redford, el director que no dejó de mirar a América mientras daba alas al cine independiente

  • Ganó el Oscar a mejor director por Gente corriente en su debut detrás de las cámaras
  • Fundó el festival de Sundance, dando impulso al cine independiente y descubriendo nuevos talentos
  • Muere Robert Redford a los 89 años
Robert Redford, una leyenda del cine que quería ser pintor

Robert Redford, uno de los últimos supervivientes del star system de Hollywood de los años 60 y 70, ha fallecido a los 89 años. Estrella de la pantalla, formó una pareja mítica con Paul Newman en clásicos como Dos hombres y un destino y El golpe. Pero el legado de Redford en el cine va mucho más allá de ser uno de sus rostros más conocidos. Como director forjó una carrera que, si bien no es tan extensa como la de su contemporáneo Clint Eastwood, refleja también una mirada hacia el presente y el pasado de Estados Unidos. Y para toda una generación de cineastas independientes será recordado como el impulsor del festival de Sundance, escaparate del cine indie que ha lanzado la carrera de algunos de los cineastas más relevantes de las últimas décadas.

Su debut como director en 1980 no pudo ser más exitoso. Tras una extensa carrera como actor, Redford se decidía a poner en práctica lo aprendido de directores como George Roy Hill o Sydney Pollack. Su ópera prima, Gente corriente, se hizo con cuatro Oscar, incluido uno para él como mejor director. El drama escrito por la leyenda de Hollywood Alvin Sargent sobre una familia que debe afrontar la pérdida de un hijo ganó también los premios a mejor película, guion original y mejor actor secundario para Timotty Hutton, que interpretaba al hermano del fallecido.

Redford, con el Oscar a mejor director en 1981 por 'Gente corriente'

Redford, con el Oscar a mejor director en 1981 por 'Gente corriente' AP Photo

Redford no fue un director muy prolífico pero sí imprimió a sus películas un sello personal. Tardó ocho años en volver a estrenar una película como director, la capriana Un lugar llamado Milagro, que contó con estrellas latinas como Rubén Blades y Sonia Braga en el reparto. Su siguiente título, El río de la vida, también seguía una línea naturalista al narrar la historia de dos hermanos en la Montana de los años 20. Ni Un lugar llamado Milagro ni El río de la vida fueron grandes éxitos de taquilla, pero cimentaron su carrera como un cineasta con una mirada propia.

El director Robert Redford, durante el rodaje de 'El río de la vida' en Montana en 1991

Robert Redford, durante el rodaje de 'El río de la vida' en Montana en 1991 Linda Best/Bozeman Daily Chronicle via AP

Quiz show (El dilema), su segunda nominación al Oscar a mejor director

En 1994 llegaría el que, seguramente, sea su mejor trabajo como director. En un gran año para el cine de EE.UU. en el que se estrenaron obras maestras como Pulp Fiction y Cadena perpetua, Redford presentaba la historia del amaño de un concurso televisivo para favorecer a un concursante de buena familia y universitario (interpretado por Ralp Fiennes) frente al autodidacta judío Herb Stempel, a quien dio vida John Turturro. Un amaño que al destaparse acabó siendo el fin para el concurso Twenty One en la década de los 50. Quiz Show no fue un gran éxito y en los Oscar del año siguiente no tuvo nada que hacer contra el huracán Forrest Gump, pero si fue reconocida por la crítica como una de las mejores películas del año.

Fotograma de la película 'Quiz show (El dilema)'

Fotograma de la película 'Quiz show (El dilema)'

Regreso al éxito con El hombre que susurraba a los caballos

Redford se acercaba al final del milenio adaptando en 1998 el libro El hombre que susurraba a los caballos, un melodrama en el que compartía pantalla con Kristin Scott Thomas y una jovencísima Scarlett Johansonn. Su historia, algo sensiblera, le reportó a Redford su mayor éxito como director, acumulando más de 180 millones de dólares en la taquilla mundial. Pero la crítica dio la espalda a una historia en la que no se veía la mano del buen director que era.

Una filmografía que fue de más a menos

En su siguiente título, La leyenda de Bagger Vance, Redford volvía a mirar al pasado de Estados Unidos, pero esta vez con una mirada menos interesante que en El río de la vida. Bagger Vance reunía estrellas emergentes del momento como Matt Damon, Will Smith y Charlize Theron en una historia sobre golf con tintes mágicos ambientada en la década de 1930. La película fue un fracaso comercial y desde ese momento se vería abocado a proyectos pequeños. De sus tres últimos trabajos (Leones por corderos, La conspiración y Pacto de silencio), solo el primero tuvo alguna repercusión.

Leones por corderos narraba tres historias paralelas sobre las repercusiones de la guerra en Afganistán y ofrecía sus mejores momentos en las conversaciones entre el veterano profesor interpretado por el propio Redford y un joven que quiere abandonar los estudios (Andrew Garfield, en uno de sus primeros trabajos). Ni La conspiración, sobre el asesinato de Abraham Lincoln, ni el thriller político Pacto de silencio consiguieron devolver al Redford director a la primera línea.

Sundance, su gran contribución al futuro del cine

El mundo del cine tiene una deuda con el californiano por crear el festival de Sundance, que desde finales de la década de 1970 ha impulsado la carrera de cineastas jóvenes y ha dado visibilidad al cine independiente. Concebido en principio como US Film Festival, fue renombrado en 1984 y puesto bajo la dirección del Sundance Institute creado por Redford. En las montañas nevadas de Park City se han visto los primeros pases de éxitos como Reservoir Dogs, Pequeña Miss Sunshine o El proyecto de la bruja de Blair. La pequeña localidad de Utah ha visto cómo se cerraban los acuerdos de distribución que permitían al gran público conocer los trabajos de Jim Jarmusch, Damien Chazelle o Steven Soderbergh, entre muchos otros. Y de donde salió CODA, hasta ahora la única película presentada en Sundance que ha ganado el Oscar a mejor película.

El festival ha ido creciendo con los años y se ha convertido en el lugar en el que buscar al "próximo Tarantino". Este crecimiento ha hecho que Park City se quede pequeño y ya se ha anunciado que a partir de la edición de 2027 se celebrará en Boulder, Colorado.

La otra gran plataforma de apoyo a la cultura creada por Robert Redford fue el Sundance Institute, una organización altruista que ha ayudado a más de 11.000 artistas en estas últimas cuatro décadas en campos como el cine, la música y el teatro.

Redford, siempre comprometido con la sociedad de su tiempo, deja así un legado que va más allá de su obra cinematográfica.

Robert Redford, en el festival de Sundance en 2003

Robert Redford, en el festival de Sundance en 2003 AP Photo/Douglas C. Pizac