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Sushila Karki se convierte en la nueva primera ministra interina de Nepal tras la dimisión de Oli por las protestas

  • Es la primera vez que el país cuenta con una mujer al frente del Gobierno
  • Las elecciones legislativas se han fijado para el próximo 5 de marzo
Sushila Karki, nueva primera ministra de Nepal
Imagen de archivo de Sushila Karki, primera ministra interina de Nepal. AP Photo/Niranjan Shrestha
RTVE.es

La que fuera expresidenta del Tribunal Supremo de Nepal, Sushila Karki, se ha convertido este viernes en la nueva primera ministra interina días después de que se produjera la dimisión de su antecesor, K. P. Sharma Oli, por las protestas lideradas por los jóvenes de la generación Z contra la corrupción y el veto a las redes sociales. Karki es la primera mujer del país en asumir este cargo.

La primera ministra ha jurado el cargo en la sede presidencial de Sheetal Niwas. "Me comprometo a ser leal a la nación y al pueblo, a cumplir la ley y desempeñar mis deberes con honestidad y sinceridad", ha declarado en una ceremonia televisada a nivel nacional. Niwas ha encabezado la primera reunión del nuevo Gabinete, en la que se ha disuelto el Parlamento y se han convocado elecciones legislativas para el próximo 5 de marzo.

Karki figuraba entre las opciones para liderar el Ejecutivo

Desde que se iniciara la crisis, el nombre de Karki había sonado como opción para liderar un Ejecutivo provisional. No obstante, existían obstáculos legales, dado que la Constitución dicta que solo un miembro del Parlamento puede ser designado primer ministro.

Actores de la sociedad civil, entre ellos colegios profesionales y asociaciones de abogados, insistieron en que cualquier salida debía mantenerse dentro del marco constitucional. Por su parte, el presidente nepalí, Ram Chandra Poudel, se había comprometido con una transición que preservara el Estado de derecho y la legitimidad institucional.

Según el nuevo acuerdo, la Cámara será disuelta y el nuevo Gobierno asumirá el poder. De este modo, atenderá a las demandas de los manifestantes que habían mantenido bloqueada la transición tras la salida de Oli.

Conocida por actuar ante la corrupción

Nacida en el distrito oriental de Morang, Sushila Karki presidió el Tribunal Supremo de Nepal entre 2016 y 2017, tras una trayectoria en la que destacó por su actuación en casos de corrupción. Se formó en Derecho en la Universidad Hindú de Benarés (Varanasi, India), donde inició su vínculo con el Congreso Nepalí, partido de orientación socialdemócrata.

De regreso a Nepal ejerció como abogada y en 2009 fue designada jueza ad hoc del Tribunal Supremo, cargo al que accedió de forma permanente un año después, hasta llegar a la presidencia de la corte en 2016. Durante su mandato, impulsó sentencias de fuerte impacto político, como la condena por corrupción de un ministro en funciones o el fallo que reconoció a las mujeres el derecho a transmitir la ciudadanía nepalí a sus hijos, un derecho que hasta entonces estaba limitado a los hombres.

Su gestión no estuvo exenta de controversias. En 2017, una moción de censura impulsada por el Congreso Nepalí y el Partido Comunista-Maoísta buscó apartarla del cargo por supuesta intromisión en competencias del Ejecutivo, aunque la medida fue finalmente revocada y el caso archivado fue poco antes de su jubilación.

Sushila Karki encarna a sus 73 años la paradoja de convertirse en el rostro de una revuelta nacida entre las generaciones más jóvenes de Nepal, organizadas en redes sociales y sin un liderazgo definido, que encuentran en ella la figura necesaria para una transición democrática y justa.

Al menos 51 muertos en las protestas

Durante tres días, Nepal se ha encontrado bajo un limbo político marcado por el vacío de poder. Mientras tanto, el Parlamento reclamaba una salida constitucional y sectores de la sociedad civil advirtieron de que cualquier Ejecutivo fuera de la Carta Magna carecería de legitimidad.

El estancamiento se produjo en medio de un clima de tensión. Las protestas en la capital nepalí se iniciaron este lunes, y han estado lideradas por jóvenes contra la prohibición de 26 plataformas de redes sociales, entre ellas Facebook, Instagram, WhatsApp y X, anunciada el pasado 4 de septiembre por el Gobierno.

El veto es el resultado de una decisión del gabinete que exigía a todas las plataformas registrarse en un plazo de siete días bajo la Directiva sobre Regulación de Uso de Redes Sociales, 2023, que obligaba a las empresas a obtener una licencia en tres meses, renovarla cada tres años y designar un representante en Nepal. Como la mayoría de las compañías no cumplieron en el plazo, el Ministerio de Comunicación ordenó bloquear los servicios, que a su vez instruyó a los proveedores de internet a aplicar la prohibición.

Las protestas se saldaron con al menos 51 muertos y más de un millar de heridos, según el último balance oficial. Además, cientos de manifestantes asaltaron e incendiaron el Parlamento nepalí.