'Li'l Abner' y 'Bringing Up Father', dos de los grandes clásicos del cómic norteamericano
- Se publican el quinto volumen del cómic de Al Capp y el segundo del de George McManus
- Más noticias sobre cómic e ilustración en El Cómic en RTVE.es
Diábolo ediciones continúa con su recuperación de grandes clásicos del cómic norteamericano; como los míticos tebeos de EC y series de prensa como Li'l Abner, de Al Capp (1909-1979) o Bringing Up Father, de George McManus (1884-1954), que os vamos a recomendar a continuación.
'Li'l Abner. Volumen 5. (1943-1944)
Considerada una de las grandes obras maestras del cómic norteamericano, algunos habíamos perdido ya la esperanza de poder leer en castellano esta joya de Al Capp. Pero lo cierto es que, gracias al esfuerzo y empeño de Diábolo ediciones, ya tenemos los diez primeros años de la serie en una espectacular edición de gran formato.
Este nuevo tomo Li'l Abner. Volumen 5. (1943-1944), incluye las tiras diarias y planchas dominicales (a todo color), publicadas entre 1943 y 1944. Además, en un formato gigante que nos permite disfrutar a la vez de muchas tiras (cinco por página) y poder apreciar la belleza de esas páginas dominicales. Y es que nos hayamos ante una de las indiscutibles obras maestras de la historia del cómic. El cómic también incluye un artículo del especialista Bruce Canwell y material gráfico de la época.
Una serie que satirizaba la sociedad estadounidense de la época y en la que prácticamente todos sus personajes eran estúpidos, empezando por su protagonista. Y es que Capp no dejaba títere con cabeza en esta serie, que nos sigue sorprendiendo por su acidez e ironía. Y que, en el fondo, continúa siendo muy actual, porque seguimos cometiendo los mismos errores y siendo tan estúpidos como Capp retrataba a sus contemporáneos... También nos sorprende por sus extravagantes protagonistas y su humor absurdo que ha resistido al paso del tiempo. Sin olvidar sus espectaculares dibujos.
Portada del quinto volumen de 'Li'l Abner'
Divertidas parodias de Sinatra o Dick Tracy
En la época de las tiras que recoge el cómic Estados Unidos estaba metido de lleno en la Segunda Guerra Mundial, aunque Al Capp (que no pudo combatir porque perdió una pierna de niño), prefirió desarrollar un cómic para el ejército y mantener alejada su serie estrella del conflicto bélico. En esa época empezó a jugar con temas como el sexo, cada vez más presente en la sociedad de la época. Pero lo que más le importaba es que su serie fuera la más divertida y lo consiguió.
Por eso, si en anteriores tomos veíamos parodias de fenómenos como Lo que el viento se llevó o Las uvas de al ira, aquí también nos encontramos con Freddie McGorgorito "el mejor cantante melódico demacrado de todos los tiempos", que no era sino una parodia de Frank Sinatra, el ídolo del momento. Una saga que, todavía hoy, sigue siendo desternillante.
Aunque la gran parodia de esa época fue Fearless Fosdick, en la que Al Capp se reía de otra de las grandes series del momento, Dick Tracy de Chester Gould. Si la tira de Gould destacaba por sus personajes estrafalarios y su violencia, Capp llevó eso al extremo, en escenas en las que los zapatos de acero de Fosdick decapitan a un hombre de una sola patada, un asesino es partido en dos por su propia hacha o las balas dejan enormes agujeros en los villanos. Algo que solo resultaba gracioso (y no repulsivo), gracias al caricaturesco dibujo de Capp en las hazañas de este detective.
El personaje tuvo tanto éxito que protagonizó su propio programa de televisión (de marionetas). Por cierto, que Chester Gould nunca se manifestó sobre este personaje ni si sobre le había hecho gracia o no.
Página del quinto volumen de 'Li'l Abner'
Capp se reía de todo el mundo
Lo que está claro es que Capp conseguía reírse de todo el mundo y, algo casi imposible, que todas esas personas de las que se reía se rieran con él sin sentirse ofendidos. Incluso los grandes intelectuales de la época se confesaban fans de la serie y la reconocían como una de las mejores sátiras jamás creadas, que mezclaba a la perfección el humor surrealista, la aventura y la crítica social.
Y es que este tomo coincide con una de las épocas de mayor éxito y difusión de Li'l Abner, cuando cada vez se publicaba en más periódicos y Capp se iba soltando más el pelo, con argumentos cada vez más surrealistas y divertidos.
El éxito de Li'l Abner fue tal que se llegó a publicar en más de mil periódicos de Estados Unidos. Y también en muchos otros países, acumulando millones de lectores en todo el mundo. Enseguida hubo versiones cinematográficas y teatrales e incluso sus personajes aparecieron en las revistas más famosas de la época, como Time y Life. Y Abner se convirtió en el dibujante más popular de su época.
Además, este tebeo es el máximo exponente de un subgénero cómico basado en el contraste entre la vida en el campo y la ciudad, que era muy popular en la época en la que nació la serie. Pero que Capp llevó a su máxima expresión. Por eso el cómic ha tenido numerosos imitadores, algunos tan populares como Rústicos en dinerolandia o Los Flodder. En el primero de los episodios del libro, el protagonista visitará a su tía millonaria en la ciudad, pero enseguida se cansará de la vida cosmopolita y volverá a las montañas.
En fin, una obra maestra del cómic que hemos tenido que esperar más de 90 años, para poder disfrutar de una edición a la altura en España.
La traducción de este quinto volumen, y la del segundo de Bringing Up Father, es de Francisco Sáez de Adana Herrero.
Página del quinto volumen de 'Li'l Abner'
'Bringing Up Father (1937-1938)'
Tras la edición de Bringing Up Father (1939-1940), de George McManus, una de las series de prensa más longevas y de mayor éxito del cómic norteamericano que se publicó entre los años 1913 y 2000 (¡87 años!), la editorial Diábolo nos sorprende con un segundo y último volumen recopilatorio que, curiosamente, incluye las tiras diarias y páginas dominicales anteriores a las del primero: Bringing Up Father (1937-1938). Pero como se pueden leer de forma independiente no pasa nada.
Este volumen también incluye un extenso artículo sobre el autor y su obra, además de bocetos, fotografías y documentos de la época, lo que lo convierte en una auténtica joya.
La serie narra las aventuras de Jiggs, un inmigrante irlandés en Estados Unidos que se convierte de repente en millonario. Y cómo, a pesar de su nuevo estatus, él prefiere continuar con sus viejos hábitos y sus antiguos amigos de clase media, para horror de su esposa esposa Maggie, una arribista social que está encantada con su situación de nueva rica y no quiere saber nada de sus orígenes humildes. Y que es la que manda en casa, teniendo controlado a su marido al que quiere llevar continuamente a reuniones de alto standing, mientras que él solo piensa en poder escaparse para ir al bar con los amigotes.
Por si eso no fuera bastante, también tiene que aguantar a la disfuncional familia de su esposa, como uno de los hermanos de su mujer, que se pasa 24 horas durmiendo.
Portada de 'Bringing Up Father (1937-1938)'
Uno de los primeros cómics sobre las relaciones de pareja
Bringing Up Father fue una de las primeras historias cómicas en centrarse en las relaciones de pareja y el tema de los nuevos ricos que, por aquel entonces, abundaban en un país en pleno desarrollo. Por cierto, que el cineasta Federico Fellini consideraba a esta serie una indudable inspiración de algunos personajes y situaciones de los cortos de Charlie Chaplin.
Un trabajo que fue bien recompensado porque se estima que en esa época la tira se publicaba en 19 idiomas, en quinientos periódicos de setenta y un países. Y que McManus ganaba unos 2.000 dólares a la semana (unos 30.000 dólares al cambio actual).
Los personajes llegaron a hacerse tan famosos que incluso los periódicos hablaban de ellos como si fueran personas reales. Y también estaban muy pendientes de su autor. Como se cuenta en este volumen, cuando McManus decidió dejarse bigote, para imitar a su ídolo (el actor Douglas Fairbanks), los periódicos dedicaron columnas a hablar sobre ello.
Página de 'Bringing Up Father (1937-1938)'
Ni contigo ni sin ti
El éxito de esta serie se debe a esa química genial entre la pareja protagonista, que parecen vivir en mundos totalmente opuestos y que discuten a menudo, pero que, al final, no pueden vivir el uno sin el otro. Ni contigo ni sin ti… Una relación que hemos visto reflejadas en otras parejas y familias de la ficción como Los Simpson o Matrimonio con hijos. Por ejemplo, Jiggs aprovechaba cualquier ocasión para escabullirse de acompañar a Maggie a la ópera y salir con sus amigos, lo que provocaba el enfado de ella.
Pero no siempre fue así. George McManus contó en un flashback cómo la pareja, se conoció cuando eran pobres. Él trabajaba de peón de albañil, mientras que ella se ganaba la vida como lavandera, pero eran felices. Entonces él empezó a ganar dinero y ambos reaccionaban de forma diferente ante esa riqueza. Ambos disfrutan de las buenas comidas y el tener la vida solucionada, pero las similitudes acaban ahí, ya que Jiggs quiere seguir acudiendo a la taberna con sus amigos de toda la vida, mientras que ella se convierte en una nueva rica que quiere hacerse un hueco en la alta sociedad. Para lo que empezará a dar clases de canto y adoptará a una mascota llamada Fifí, que más que un perro parece una rata enorme.
Al parecer, para crear a esta pareja, McManus se inspiró en The Rising Generation, una comedia musical de William Gill que había visto de niño en el Grand Opera House de San Luis, Misuri, y que reflejaba ese choque de clases sociales. Una obra que le afectó profundamente.
Página de 'Bringing Up Father (1937-1938)'
Humorista genial y dibujante excepcional
Leídas hoy en día, sorprende lo divertidas que son estas tiras y lo bien que siguen reflejando las dinámicas de pareja. Y también siguen asombrándonos por la belleza del arte de McManus, a la altura de otros grandes pioneros del cómic de su época como Winsor McCay (Little Nemo). En sus páginas es evidente la influencia del art déco de la época, que hacen de este cómic una auténtica obra de arte.
Estas páginas también son un maravilloso reflejo de las costumbres y la forma vida de su época. De hecho, McManus siempre estaba pendiente de la última moda de la época y la plasmaba en sus viñetas. Reflejando perfectamente la evolución de la moda en aquellos convulsos años 20 y 30 del siglo pasado.
E incluso la vida del propio McManus y su esposa, viajeros incansables que recorrieron gran parte del mundo, algo que en aquella época no era fácil. En estas páginas, sus personajes también realizarán varios viajes, incluyendo uno a Londres para asistir a la coronación del Rey Jorge VI, que ascendió al trono tras la abdicación de su hermano, Eduardo VIII.
A su regreso, Jiggs decide que la única forma de convencer a Maggie para que vuelva al viejo barrio es perder su fortuna. Para ello, realiza una inversión descabellada tras otra, pero cada vez que lo hace, solo consigue enriquecerse más… hasta que da con la fórmula adecuada y pierde toda su fortuna (aunque como veremos en el siguiente tomo, no tardará en recuperarla)
McManus era un dibujante excepcionar y no dejaba de experimentar con los recursos gráficos y narrativos del cómic, un lenguaje a cuya creación contribuyó. Es famosa la historia de 1939 en que Maggie y Jiggs rompían la cuarta pared para preguntar a sus lectores qué nombre podían poner a su nieto recién nacido.
Por cierto, que el personaje fue evolucionando gráficamente hasta parecerse cada vez más a su creador.
En fin, una comedia sobre las relaciones de pareja que no ha envejecido casi nada desde su creación, hace casi un siglo. Y que nos sigue sorprendiendo por el sentido del humor de su creador y unos dibujos que siguen siendo auténticas obras de arte. Un auténtico clásico de la historia del cómic.
Página de 'Bringing Up Father (1937-1938)'