Tailandia y Camboya continúan con las hostilidades pese a las llamadas a un alto el fuego
- Varios dirigentes internacionales, entre ellos Trump, han pedido a las partes que negocien la paz
- Malasia anuncia que Tailandia y Camboya se reunirán el lunes para negociar solución al conflicto
Tailandia y Camboya continúan enzarzadas en enfrenamientos fronterizos este domingo por cuarto día consecutivo, a pesar de la aparente intención por ambas partes de alcanzar un alto el fuego y de las peticiones de diálogo de líderes internacionales, entre ellos el presidente de EE.UU., Donald Trump.
"Las fuerzas tailandesas continúan llevando a cabo incursiones agresivas en territorio camboyano", ha afirmado en una rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya, Maly Socheata, quien ha precisado que Bangkok está atacando con "armamento pesado", como bombas de racimo y cazas.
El Ejército tailandés informó por su parte de acometidas de Nom Pen con proyectiles de artillería en las provincias de Surin y Ubon Ratchathani.
Tailandia y Camboya se mantienen enfrentadas en un cuarto día de ataques cruzados que dejan al menos 32 muertos, decenas de heridos y miles de desplazados, según las últimas cifras oficiales.
Abiertos a negociar este lunes en Kuala Lumpur
Los líderes de Tailandia y Camboya tienen previsto reunirse este lunes en Kuala Lumpur para negociar una salida al conflicto armado que ya cumple cinco días, con Malasia como posible mediador. Las autoridades malayas han adelantado que su país podría desempeñar un papel central en las conversaciones, mientras que Tailandia ha confirmado oficialmente el encuentro, anunciando que el primer ministro interino, Phumtham Wechayachai, se desplazará a la capital acompañado por una delegación.
Antes de partir, Wechayachai ha acusado a Camboya de actuar sin "buena fe". "No creemos que Camboya actúe con buena fe, considerando sus acciones para resolver el problema. Deben demostrar una intención sincera", ha declarado a los periodistas en el aeropuerto de Bangkok.
El ministro de Exteriores de Malasia, Mohamad Hasan, también ha informado que espera una llamada del secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, quien estaría interesado en conocer cómo puede contribuir Washington a frenar la escalada. El primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, propuso el viernes un alto el fuego para detener la violencia, que ya ha dejado al menos 35 muertos, numerosos heridos y miles de desplazados.
Tanto Camboya como Tailandia se acusan mutuamente tanto de haber iniciado la contienda el pasado jueves como de continuar con los ataques a posiciones contrarias pese a que sus respectivos Gobiernos dicen estar abiertos a encauzar negociaciones para lograr un alto el fuego.
El último comunicado de la cartera de Defensa camboyana acusa a Tailandia de "intensificar el conflicto en lugar de reducirlo", mientras las fuerzas tailandesas lamentan que Nom Pen "no cese sus ataques".
Ambos países han hablado con Trump
Trump dijo la víspera que mantuvo llamadas con los líderes de los dos países asiáticos, Phumtham Wechayachai y Hun Manet, con vistas a detener los enfrentamientos en su frontera común. Bangkok y Nom Pen han corroborado este domingo sus respectivas conversaciones con el mandatario estadounidense, así como su intención de iniciar un diálogo bilateral. Sin embargo, los dos Ejércitos continúan atacando y las hostilidades no cesan.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, también ha instado a ambos países a reducir las tensiones "de inmediato" y acordar un alto el fuego en su disputa fronteriza. "Tanto el presidente Trump como yo mantenemos el contacto con nuestros respectivos homólogos de cada país y seguimos la situación muy de cerca. Queremos que este conflicto termine lo antes posible", ha apuntado en X.
Además de Washington y la ASEAN, la ONU, Pekín, Bruselas, Japón y Moscú, entre otros, han hecho llamamientos a la contención y al diálogo por parte de la comunidad internacional.
El secretario general de la ONU, António Guterres, apuntó el sábado que "se mantiene disponible para ayudar en cualquier esfuerzo que conduzca a una solución pacífica de la disputa".
Bangkok y Nom Pen arrastran una histórica disputa territorial por divergencias sobre la línea que define su frontera, lo cual ha provocado varios enfrentamientos en la historia, incluidos combates intermitentes entre 2008 y 2011 que dejaron una treintena de muertos. El conflicto se reavivó el pasado mes de mayo, cuando un soldado camboyano murió en una refriega entre los dos Ejércitos.