Un informe denuncia las condiciones "abusivas" y "degradantes" en centros de detención de inmigrantes en Florida
- Human Rights Watch documenta los tratos inhumanos en tres centros de detención y afirma que estos no constituyen un incidente aislado
- La cifra de migrantes detenidos en estos centros de Florida ha aumentado un 111% tras el regreso de Donald Trump
El Gobierno de Estados Unidos ha mantenido a inmigrantes en tres centros de detención en Florida bajo condiciones que organizaciones de derechos humanos describen como "abusivas, degradantes y, en ciertos casos, potencialmente mortales". Así lo revela un informe conjunto publicado por Americans for Immigrant Justice, Human Rights Watch (HRW) y Sanctuary of the South (SOS), que documenta prácticas alarmantes en el Centro de Procesamiento de Servicios Krome North (Krome), el Centro de Transición Broward (BTC) y el Centro de Detención Federal (FDC) en Miami.
El informe, titulado “‘Sientes que tu vida se acabó’: Prácticas abusivas en tres centros de detención de inmigración en Florida desde enero de 2025”, de 92 páginas, recopila testimonios de 17 inmigrantes detenidos desde enero, además de entrevistas con familiares, abogados y análisis de documentos oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Los detenidos describen condiciones de hacinamiento extremo, insalubridad, tratos degradantes y la negación constante de atención médica adecuada, incluso para enfermedades crónicas como diabetes, asma o VIH.
Belkis Wille, directora asociada de crisis y conflicto de Human Rights Watch, ha afirmado contundentemente que "a las personas en detención migratoria las tratan como menos que humanos. Estos no son incidentes aislados, sino el resultado de un sistema de detención fundamentalmente dañado que está plagado de abusos serios".
Aumento de los detenidos desde la llegada de Trump
Asimismo, el informe alerta que la cifra de migrantes detenidos en estos centros de Florida ha aumentado un 111% tras el regreso de Donald Trump a la presidencia. Este incremento ha exacerbado los problemas de hacinamiento, abusos y negligencia médica, incluyendo la muerte de dos personas bajo custodia, incluso antes de la apertura del nuevo centro Alligator Alcatraz. Según los datos oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), actualmente hay 2.524 migrantes detenidos en Krome, el FDC de Miami y el Centro Transicional Broward.
El FDC, que durante años no se había utilizado para detención migratoria, empezó a albergar cientos de personas desde febrero, mientras que en Krome la población detenida se triplicó en apenas tres meses, superando casi tres veces su capacidad operativa. Este aumento se da en un contexto nacional donde, en junio, había más de 56.000 migrantes detenidos, la cifra más alta en la historia de Estados Unidos y un incremento anual del 40%.
Además, Alligator Alcatraz, que comenzó a operar el 3 de julio, está diseñado para albergar entre 3.000 y 4.000 migrantes, según anunció el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Esta nueva instalación ha generado críticas y una demanda federal presentada por Sanctuary of the South, que argumenta que "viola la Constitución de Estados Unidos, específicamente el derecho a una defensa y a la libertad de expresión de la primera enmienda y el derecho al debido proceso de la quinta enmienda".
La organización denunció que "los seres humanos están sufriendo en este centro y les están bloqueando todo acceso a un abogado. Es urgente que la corte dé un paso inmediato para impedir que el Gobierno federal y el estado de Florida pisoteen los derechos garantizados bajo la Constitución de EE.UU.".
Violaciones graves a los derechos humanos
El informe documenta múltiples formas de abuso dentro de los centros de detención. En concreto, señala como los detenidos en Krome han sido recluidos en celdas heladas y extremadamente hacinadas, sin ropa de cama, con acceso restringido a la higiene y sometidos a inmovilizaciones prolongadas e injustificadas durante los traslados. La "atención médica es insuficiente o inexistente, incluso para casos urgentes", señalan.
Por ejemplo, un hombre relató que se le negó atención médica para una hernia estrangulada hasta que colapsó de dolor, y que solo fue atendido tras tirarse al suelo en señal de desesperación. También se documentaron golpes y amarramientos a detenidos que protestaron pacíficamente. Por otro lado, las mujeres detenidas en Krome, un centro principalmente masculino, no cuentan con atención adecuada a sus necesidades de género ni con privacidad, y han sido alojadas en habitaciones donde los hombres podían ver los baños.
Al menos dos muertes recientes —una en Krome y otra en BTC— podrían estar relacionadas con una negligencia médica. Una detenida narró la muerte de Marie Ange Blaise, una mujer haitiana de 44 años, cuyo llamado de auxilio fue ignorado por el personal de custodia.
En el FDC, los detenidos fueron obligados a comer esposados, lo que un testigo describió como humillante: "Teníamos que inclinarnos y comer de las sillas con la boca, como perros". Harpinder Chauhan, un empresario británico detenido en estas instalaciones, denunció la negación reiterada de insulina durante su detención, situación que le provocó un colapso y la necesidad de hospitalización.
Organizaciones exigen el fin de las detenciones masivas y el respeto a la dignidad humana
Las organizaciones firmantes del documento han hecho hincapié en que estas prácticas "violan tanto el derecho internacional como las propias normas federales del ICE", que requieren un trato humano, acceso a atención médica y protección contra abusos. Denise Noonan Slavin, asesora principal de la directora ejecutiva de Americans for Immigrant Justice, señala: "Están arrebatando de sus hogares y comunidades a madres, padres, hermanos, niños y amigos cercanos de ciudadanos estadounidenses, y están desapareciendo en un sistema de detención que es profundamente dañino y deshumanizante".
Ante esta crisis, las organizaciones han instado al Gobierno de EE.UU. a poner fin al uso indiscriminado de la detención migratoria como respuesta automática. Por este motivo, han propuesto que se "prioricen alternativas comunitarias que respeten los derechos humanos y la dignidad de las personas". Además, reclaman que el ICE intervenga de inmediato para mejorar las condiciones en los centros, garantice acceso a atención médica y de salud mental, y establezca supervisión independiente y transparente de las instalaciones.
En este sentido, la directora asociada de crisis y conflicto en Human Rights Watch, Belkis Wille, destaca la gravedad de la situación al señalar que muchas de las personas detenidas no representan una amenaza para la seguridad pública. Según Wille, "El Gobierno de EE.UU. está deteniendo a muchas personas [..] en condiciones que violan derechos humanos y dignidad básicos".
Asimismo, subraya la obligación moral y legal del país: "Estados Unidos tiene la responsabilidad de tratar a todas las personas bajo su custodia con dignidad y humanidad".