La coalición gobernante nipona pierde la mayoría en la Cámara Alta, aunque Ishiba promete seguir
- Tendrán que negociar con la oposición para aprobar leyes justo cuando la economía japonesa enfrenta serios desafíos
- El partido de extrema derecha Sanseito se ha consolidado como uno de los grandes ganadores, pasando de 2 a 14 escaños
La dirección de esta página ha sido copiada en su portapapeles
El futuro del primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, impopular y en el cargo desde hace apenas diez meses, pende de un hilo tras una contundente derrota electoral que le ha hecho perder este domingo la mayoría en el Senado. Esta crisis se produce en un contexto de inflación creciente y la emergencia del partido de extrema derecha Sanseito, que ha ganado fuerza en el país.
En las elecciones del domingo, en las que se renovaron 125 de los 248 escaños de la Cámara Alta, el Partido Liberal Democrático (PLD) de Ishiba y su aliado Komeito lograron solo 47 escaños en conjunto, insuficientes para mantener la mayoría, que requiere al menos 50.
Pese a superar las expectativas iniciales, ahora suman 122 senadores en total, y la oposición, aunque fragmentada, no parece capaz de formar una mayoría alternativa. Esto ha alimentado especulaciones sobre una posible dimisión de Ishiba, de 68 años, aunque él mismo ha declarado que afronta la situación con responsabilidad y, según la prensa local, planea mantenerse en el cargo.
El secretario general del PLD, Hiroshi Moriyama, ha enfatizado la importancia de evitar un vacío político. Expertos opinan que, aunque las negociaciones comerciales con Estados Unidos podrían ofrecer un respiro temporal, Ishiba debería renunciar. Sin embargo, no está claro quién podría sucederlo. La coalición gobernante ya está en minoría en la Cámara Baja tras una derrota en las elecciones anticipadas del otoño pasado, convocadas por el propio Ishiba.
El PLD ha gobernado Japón casi ininterrumpidamente desde 1955, pero ahora enfrenta una situación inédita desde la Segunda Guerra Mundial, con un gobierno minoritario en ambas cámaras. Mientras tanto, el principal partido opositor, el Partido Democrático Constitucional, ganó 22 escaños, y el Partido Democrático del Pueblo, 17. Paralelamente, el partido populista Sanseito, que promueve políticas antiinmigración y nacionalistas, logró un avance significativo, aumentando sus escaños de 2 a 14.
Desafíos económicos y presiones inflacionarias
La falta de mayoría obliga al PLD y a Komeito a negociar con la oposición para aprobar leyes, justo cuando la economía japonesa enfrenta serios desafíos. La inflación se mantiene alta, con un aumento del 3,3% en junio, impulsada principalmente por el vertiginoso aumento del precio del arroz, que se ha duplicado en un año. Muchos ciudadanos manifiestan preocupación por el estancamiento de los salarios frente al alza de precios.
Para mitigar el impacto inflacionario, Ishiba ha ampliado ayudas para la vivienda, prolongando subsidios energéticos y prometiendo cheques de apoyo para los ciudadanos. También se liberaron reservas estratégicas de arroz, aunque hasta ahora sin éxito en la reducción de precios.
Además, la guerra comercial con Estados Unidos, que contempla aranceles de hasta el 25% a partir de agosto, ha afectado negativamente las ventas de automóviles, un sector clave para el empleo japonés. Las negociaciones con Washington se han estancado pese a múltiples intentos del país asiático.
Los mercados financieros también muestran preocupación por el creciente endeudamiento público, resultado de los amplios planes de estímulo del Gobierno, lo que ha elevado las tasas de interés de los bonos emitidos recientemente.
Irrupción del partido de extrema derecha Japón Primero
Por otro lado, el partido marginal de extrema derecha Sanseito se ha consolidado como uno de los grandes ganadores en las recientes elecciones, captando apoyo gracias a advertencias sobre una "invasión silenciosa" de inmigrantes y promesas de recortes de impuestos y aumento del gasto en bienestar social.
Originado en YouTube durante la pandemia de COVID-19, difundiendo teorías conspirativas sobre vacunas y una supuesta élite global, el partido irrumpió en la política convencional con su campaña "Japón Primero". En estas elecciones, Sanseito obtuvo 14 escaños, sumándose al único escaño que tenía hace tres años en la cámara de 248 miembros. En la Cámara Baja solo cuenta con tres escaños.
Sohei Kamiya, líder de Sanseito, afirma que su lema busca proteger el bienestar japonés frente al globalismo, sin expulsar a todos los extranjeros. No obstante, su partido ha desplazado la política hacia la derecha, impulsando medidas contra "delitos de extranjeros" y prometiendo expulsar a los ilegales. Kamiya, conocido por varias polémicas, ha moderado algunas posturas, aunque continúa criticando la igualdad de género, alegando que desalienta la maternidad.
Sin embargo, para ampliar apoyo, incluyó a varias candidatas mujeres, como la cantante Saya, que ganó un escaño en Tokio. Sanseito propone recortes de impuestos y más ayudas familiares, preocupando a inversores por la deuda pública. Con 400.000 seguidores en YouTube, más del triple que el PLD, Kamiya dice que su meta es llegar a 50-60 escaños para aplicar su agenda.
