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'Pobre de mí', Pamplona se prepara para la última ceremonia que cierra esta noche San Fermín 2025

  • El alcalde y dos organizaciones finalistas del Chupinazo despedirán las fiestas
  • Velas encendidas, pañuelos levantados y una última canción
Pamplona se prepara para despedir San Fermín 2025
Los pañuelos rojos son también símbolo del final de los Sanfermines EP/Eduardo Sanz
RTVE.es

El pasado domingo 6, con el Chupinazo, todo era alegría. La gente estaba contenta porque acababan de comenzar las fiestas que llevaban esperando todo el año. Pero, como todo en la vida, aquello que tiene un principio debe llegar a su final, y los Sanfermines no iban a ser la excepción.

Durante los nueve días que dura la festividad, las calles nunca duermen y la música no deja de sonar. A las ocho en punto de la mañana, la cita con los encierros es ineludible. Por eso, estas fiestas merecen una despedida por todo lo alto, y el Pobre de mí es el encargado. Se trata de una tradición que reúne a miles de personas en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona. Todos acuden con una vela encendida para decir adiós al blanco y rojo hasta el año siguiente.

Esta tradición se celebra aproximadamente desde los años veinte, cuando los asistentes comenzaron a reunirse ante el Ayuntamiento. Sin embargo, no fue hasta el 14 de julio de 1968 cuando se institucionalizó oficialmente.

Un día más para celebrar

La misma plaza que acoge el inicio de las fiestas es también el escenario de la despedida. A medianoche, el alcalde o la alcaldesa sale al balcón del Ayuntamiento para dedicar unas palabras a los asistentes.

Banda de música con boinas rojas tocando instrumentos de viento y percusión ante una multitud entusiasta.  Presencia policial visible.

 EFE / VILLAR LÓPEZ

Este año, desde el mismo lugar donde se dio inicio a las fiestas, las candidaturas que quedaron en segundo y tercer lugar en la votación para lanzar el Chupinazo serán las encargadas de cerrar los Sanfermines y anunciar que ya queda menos para los próximos. Una traca que comenzará en la plaza de los Burgos será la encargada de poner punto final a estas fiestas.

Cabe destacar que el año pasado, ese honor lo compartieron en colaboración las siete candidaturas que se habían presentado para lanzar el Chupinazo. Salieron al balcón de la Casa Consistorial para despedir las fiestas y dar paso a la cuenta atrás para las de este año.

El ritual de cantar juntos

Todos los asistentes visten de blanco y rojo, el atuendo característico de San Fermín, y con una vela en la mano comienzan a entonar el Pobre de mí. Aunque antiguamente este evento se celebraba sobre las 21:30, en la década de los ochenta se trasladó a las 00:00 horas.

Una vez finalizado el cántico, los asistentes se quitan el icónico pañuelo rojo del cuello y se dirigen a la iglesia de San Lorenzo para depositarlo allí, como símbolo del cierre de las fiestas.

No se conoce con exactitud el origen del canto, pero algunas teorías populares apuntan a que fue el pintor Julián Valencia quien apareció un día con unas velas encendidas, entonando: "Pobre de mí, pobre de mí, que se han pasado las fiestas sin divertir". Hoy en día, basta con cambiar “divertir” por “San Fermín” para obtener la versión actual.

Sam Fermín 2025: Pamplona se prepara para un nuevo Pobre de mí

Velas encendidas y pañuelos rojos para el último ritual de San Fermín EFE/Jesús Diges

Lejos de ser un momento triste, para muchas personas este evento supone un día más para celebrar. Por eso, una vez finalizado el acto oficial, las charangas se encargan de seguir animando la fiesta hasta el amanecer.

En cuanto a la letra de la canción, es breve, consiste en una escasa estrofa que se repite y dice:

Pobre de mí,

pobre de mí,

que se han acabado las fiestas de San Fermín.

Otros cánticos que entonan durante las fiestas

A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición”. Esta estrofa la cantan cada día los corredores frente a la cuesta de Santo Domingo justo antes del encierro, repitiéndola tres veces con un periódico en la mano. Al entornarla, se encomiendan al santo con la pretensión de que los proteja durante la carrera.

Cántico a San Fermín pedimos

Existen muchas melodías asociadas a San Fermín, pero la más famosa sin lugar a dudas es La Escalera de San Fermín, el legendario cántico que dice:

“Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril, cinco de mayo, seis de junio, siete de julio San Fermín. A Pamplona hemos de ir con una media, con una media. A Pamplona hemos de ir con una media y un calcetín.”

Su origen se remonta al siglo XX y fue escrito por Ignacio Baleztena, fundador de la peña Muthiko Alaiak, además de ser promotor del “Riau-Riau”. La Escalera de San Fermín es un cántico muy pegadizo, cuya influencia ha sido tal que a partir de ella se ha instaurado una misa mensual, cada uno de los días señalados en la letra.

El Riau-Riau es un vals hecho por Miguel Astrain, y fue la gente la encargada de ponerle letra cuando comenzó a popularizarse. Esta canción se recitaba durante una tradición en la que los vecinos intentaban impedir el paso de los representantes municipales a lo largo de 500 metros. Con el tiempo, y debido a las tensiones que generaba, la costumbre fue prohibida. Aun así, hoy en día la canción sigue sonando cada vez que se celebra la festividad.

El ritmo está en las calles

Dentro de esta celebración, algunas canciones tienen tal carga emotiva que no necesitan letra. Un claro ejemplo es la Biribilketa de Gainza, considerada la primera canción de San Fermín, entonada por la famosa banda La Pamplonesa y los txistularis justo después del chupinazo.

Tras esta pieza, comienza a sonar Ánimo pues, una composición que fue himno del Deportivo Alavés antes del compuesto por Alfredo Donnay, y que, con el paso de los años, se ha convertido en una tradición de los Sanfermines. Cada vez que suena, logra desatar la euforia colectiva.

Interpretación de "¡Ánimo pues!" tras el chupinazo en los sanfermines 2025

Las charangas son las responsables de que la música no deje de sonar en las calles del 6 al 14 de julio. Son pequeños grupos de música que recorren la ciudad haciendo sonar los ritmos más populares de la zona, mientras los ciudadanos acompañan al compás. Su finalidad es animar tanto a quienes han trasnochado como a los madrugadores. Interpretando música popular y recorriendo cada jornada una ruta distinta, llevando el espíritu festivo desde primera hora.