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La retirada de EE.UU. de la ayuda internacional, un golpe para el desarrollo global: "Tiene un efecto devastador"

  • Estados Unidos es el único país de la ONU que no asiste a la cumbre sobre financiación al desarrollo en Sevilla
  • En países como Uganda, la aportación económica de la agencia estadounidense era vital para miles de personas
Hajarah Nalwadda/Getty Images
EE.UU. da la espalda a la ayuda internacional Una organización ugandesa muestra un cártel con el logotipo de la USAID (archivo)

Estados Unidos es el único país de la ONU que no está estos días en Sevilla en la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FFD4). Su notable ausencia sigue la línea de la política de rechazo al multilateralismo marcada por su presidente, Donald Trump, desde su llegada a la Casa Blanca en enero, cuando también sacó al país que dirige de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Tratado de París. Además, se produce solo unos meses después del desmantelamiento de la USAID, la agencia estadounidense para el desarrollo internacional.

"Mi organización recibía al menos el 40% de su financiación de USAID y su cierre tuvo un efecto desalentador", relata a RTVE.es Chris Nkwatsibwe, el jefe de programas del Foro Nacional de ONG de Uganda, que asiste estos días a la FFD4. La agencia estadounidense prestaba apoyo a distintas organizaciones ugandesas, pero también a "un gran número de programas críticos para su Gobierno", sobre todo en los sectores sanitario y agrícola.

Por ello, lamenta Nkwatsibwe, "su retirada tiene un efecto devastador en la vida de muchos ugandeses". Una parte significativa del presupuesto de sanidad en Uganda, explica, era apoyado de manera directa por la USAID, especialmente en la respuesta al VIH y el SIDA.

La agencia se encargaba de ejecutar la mayor parte de la ayuda del Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA (PEPFAR), la principal iniciativa mundial contra el VIH/SIDA. "Ha dejado un enorme vacío que los gobiernos, incluido el nuestro, no necesariamente pueden llenar a corto plazo", añade Nkwatsibwe, que señala consecuencias tanto a corto como a largo plazo.

Poco después de llegar al poder, Trump y su equipo comunicaron su intención de desmantelar la USAID y en marzo, el Gobierno trasladó al Congreso su intención de llevarlo a cabo antes del martes 1 de julio. Para entonces, ya habían cancelado el 83% de sus programas de ayuda exterior y miles de empleados habían sido despedidos.

La página web del organismo muestra desde hace meses el siguiente mensaje: "A partir del 23 de febrero de 2025, todo el personal contratado directamente por USAID, con excepción del personal designado responsable de funciones críticas para la misión, liderazgo central y/o programas especialmente designados, será puesto en licencia administrativa a nivel mundial".

"Graves consecuencias" para el sistema de cooperación internacional

El desmantelamiento de la USAID tiene "graves consecuencias" para el sistema de cooperación internacional, ya que "EE.UU. era, en términos absolutos, el mayor donante bilateral del mundo, aunque no fuera el que más aportaba en proporción a su PIB", explica a RTVE.es el Vicedecano del IE School of Politics, Economics and Global Affairs, Borja Santos Porras.

Afecta de forma "inmediata" a sectores esenciales como la salud pública, la seguridad alimentaria, la educación básica, la acción climática y la respuesta humanitaria. "La retirada estadounidense no solo deja un vacío financiero, sino que también debilita las redes de coordinación global, donde USAID tenía un papel técnico y estratégico clave", asegura Santos Porras.

"La estadounidense suponía casi el 40% del total del volumen de ayuda. Por eso, la suspensión de sus programas tiene un gran impacto en la vida cotidiana de gente en situaciones muy vulnerables", explica a RTVE.es desde Sevilla el responsable de Justicia Global de Oxfam Intermón, Pablo Martínez Osés, que subraya que esto es una muestra de que el sistema internacional de cooperación "no puede seguir siendo gobernado por un club de países ricos" y recuerda que los países del sur global piden desde hace mucho que sea la ONU quien organice la arquitectura de la ayuda.

De hecho, según un estudio publicado por The Lancet, los recortes realizados por la Administración Trump sobre la USAID, así como su futuro desmantelamiento, causarán más de 14 millones de muertes adicionales de cara a 2030 y una media de más de 2,4 millones muertes al año.

"Bastantes organizaciones locales han tenido que cerrar temporalmente"

La reducción de la ayuda estadounidense ha tenido un efecto "escalofriante" en países como Uganda para las personas que se beneficiaban de manera directa de los programas que la sustentaban. "Parte de la ayuda que se prestaba a los pacientes de VIH, como el suministro de medicamentos fundamentales para su supervivencia y el control del virus, eran financiados directamente por EE.UU. y ocurre lo mismo con la vacunación contra la tuberculosis y los fármacos", expone Nkwatsibwe.

En su organización, asegura, han tenido que despedir a una "parte importante" de su personal y lamenta que "bastantes organizaciones locales han tenido que cerrar temporalmente o incluso suspender sus operaciones". Uganda, sin embargo, es solo uno de los muchos países que recibían ayuda de la USAID. Burkina Faso, República Democrática del Congo, Sudán, Haití, Etiopía o Somalia son otros de los afectados, que se distribuyen tanto por África como en Latinoamérica y Asia.

El ugandés lamenta, además, que "incluso cuando USAID era un fondo colectivo muy grande, una gran proporción de los recursos no se destinaba a organizaciones locales del sur global, sino más bien a ONG con sede en Estados Unidos que actuaban como intermediarias y a ONG internacionales".

La "retirada progresiva" de EE.UU. del multilateralismo

Para Nkwatsibwe, la ausencia de EE.UU. en Sevilla simboliza "la falta de compromiso de los países del norte global para abordar los problemas estructurales que causan la pobreza, la desigualdad y el sufrimiento de la mayoría de la población mundial".

Santos Porras cree que es una muestra de "su escaso compromiso" con la agenda de Financiación para el Desarrollo; algo que, sumado al impacto de su política de reducción de la ayuda, "refleja una retirada progresiva del multilateralismo y de la cooperación internacional" con "profundas implicaciones". Señala que "el riesgo de contagio es real" y que el precedente estadounidense "puede legitimar discursos que abogan por recortes en cooperación alegando 'fatiga de la ayuda' o priorización del gasto interno, especialmente en países con alta presión fiscal o agendas nacionalistas".

Además de no participar en la cumbre, EE.UU. se ha desmarcado del 'Compromiso de Sevilla', el documento final de la conferencia que sí cuenta con el consenso del resto de participantes. Washington ha expresado su desacuerdo con algunos puntos, como los relacionados con la gestión de la deuda, el comercio internacional o la cuestión de género. El acuerdo habla de "empoderamiento femenino" y de "feminización de la pobreza", entre otras.

Pese a que seguirá siendo vinculante para los firmantes, "en términos políticos, estratégicos y financieros, el peso del consenso global se ve reducido sin la participación de la primera economía mundial", señala Santos Porras, que añade que la ausencia de Washington envía "un mensaje de desafección" que puede debilitar "la percepción de unidad, previsibilidad y credibilidad del sistema".

Pese a ello, el respaldo de más de 190 países demuestra que "el multilateralismo no depende exclusivamente de un solo actor y que el sistema puede avanzar incluso sin Washington", subraya el profesor. Pese a "los esfuerzos de EE.UU." por ahogar el consenso durante las negociaciones, "el multilateralismo resiste", apunta Martínez Osés.